Theo.__ Te dije que te llevaras las llaves. - dijo la mujer en bata que salió a abrir la puerta. Se quedó en silencio cuando notó que era yo y no su hermano de seguro a quien esperaba. __ Señor O'kelly ¿Que hace aquí? Creí que no sabía...__ ¿Donde está tu hermano? - directo al grano argumenté a su comentario. __ No sé de qué habla. No vivo con mi hermano cómo puede ver. - bajó los brazos para volverlos a cruzar. - ¿Quien le dio mi dirección?__ Tengo la certeza que está aquí. - manifesté y se tensó. - ¿Donde está? __ Pues no lo ve aquí por lo que puede notar. - reafirmó dándose la vuelta. - Si tiene buenas fuentes debería saber que aquí no está, a menos que sea una excusa.__ ¿Excusa para que voy a necesitar? - estiré el cuello para ver el fondo. No sentí lo que estaba haciendo hasta que sus brazos se colgaron de ese sitio. __ Para buscarme. - declaró alzándose sobre sus puntillas para alcanzar mi boca. - Después de verme en el hotel, de seguro se arrepintió de haberme rechazad
Theo.No fue un secreto jamás que el monitor idiota me cayó mal desde el inicio, verlo y saberlo ex de mi esposa fue la razón principal y se lo podía admitir en la cara. Sobretodo después de como su relación se dió, la razon por la cual él no quiso seguir juntos me subía el ego, por qué sin siquiera meter las manos ya se la había quitado. De seguro sí me hubiera decidido antes, también lo hubiese logrado porque nunca fui de perder en la vida y Blanca era como ese nivel al muy pocos se atrevían a querer luchar.Comencé a sentirme como un imbécil que perdió mucho tiempo queriendo encontrar un lugar en el mundo, cuando siempre supe lo bien que la pasaba si sabía que la tenía a ella a mí lado. Siempre fue así y pese a como estaban las cosas nunca dejó de ser igual. Saber que si abría la puerta ella estaría ahí, era una buena razón para ir a trabajar. Por ello busqué motivos absurdos para hablarle. Llamarla a mi oficina con cualquier tontería era mi pasatiempo favorito, porque siempre t
Theo.Con una tensión palpable en todo el ambiente, toda la familia de Blanca, incluso la chiquilla que había contratado para niñera de mi hija, estaba presente en la sala de la casa. Mi suegra estaba con ella, preparando a la nena para irnos al juzgado en un par de horas. Los nervios se podían sentir en cada uno de los que estaban junto a mí. __ ¿Que pasaría si en un caso fuera de tus manos, el padre de Sammy se queda con ella? - la pregunta de Billy fue reprendida por su padre.__ He pensado en esa idea. - lo calmo para que no sienta vergüenza por la consulta de su hijo. - Pero llego a la misma solución. Debe haber una forma siempre para que no me separen de ella. __ Debe haber optimismo siempre. - dijo Dylan con recelo. - Mi sobrina no estará mejor en ningún otro sitio que no sea junto a ustedes. __ No digo que vaya a suceder. - alega Billy. - Solo quería asegurarme que hay un plan B. De mi parte si me dicen que los ayude a escapar con ella, apoyo la moción. __ Eso de querer e
Theo.La motivación de todos para estar en la sala era la misma prácticamente, no se necesitaba ser adivino para entender porqué la tensión en todo momento. Los músculos rígidos, las caras carentes de emociones. La ocasión perfecta para estar con esa impactante seriedad, poco menos que nada se necesitaba para cortar con un cuchillo la tensión que había en el ambiente.__ Señor, juez antes que el proceso continúe, mi cliente tiene algo que decir. - exclamó el abogado de Rafael, quien a su vez se levantó, abrochó su saco y me miró de reojo al saber que yo también lo hacía. Esa cara de burla como si lo que iba a hacer me dejaría sin defensas estaba ahí. Solo esperé que no complicara más la situación. Rafael solía hacer cosas inesperadas siempre, pero está vez no deseaba armar pleitos más difíciles de sobrellevar, Sammy se encontraba en el medio, por lo que cada cosa que ambos hiciéramos la afectaría directamente. __ Quise venir aquí para luchar por la custodia de mis hija. - comenzó.
Blanca.__ Sammy se quedará con nosotros. - declaró y el aire que me estaba por ahogar salió disparado con demasiada fuerza, dándole paso a la emoción. Theo me rodeó con sus brazos, dejando enmedio de los dos a nuestra hija, al tiempo que mis hermanos gritaron de emoción y mis padres se abrazaron del mismo modo.Toda la alegría no cabía en mi pecho, no tenía palabras para decir, más que sonreír como si el mundo dependiera de ello. Pero lo sentí así. Mi mundo dependía de las sonrisas que en ese momento surgieron a modo de celebración por, al fin, saber que no nos quitarían a nuestra hija. Se quedaría con nosotros, no la apartarían de mi lado ni tendría que verla en brazos ajenos deseando ser yo quien la cargara. En lugar de ver a Rafael mal por la decisión noté que parecía a gusto con la situación. Solo vio a la niña, dejando que una mueca de sonrisa se esparciera por sus labios antes de darse la vuelta y junto a su abogado marcharse. Theo agradeció al abogado, también lo hice y est
Blanca.__ Te aseguro que no debes agradecer nada. - dije a Ignacio por quinta vez. - Es algo que se necesita aquí y no tenerlo da más pérdidas que invertir en ello. __ Pero una vez más gracias. - el tipo de dos metros de veía apenado por decirlo una vez más luego de haberle explicado todo. - Todos los que tenemos esa responsabilidad estamos agradecidos con usted, señora O'kelly.__ Solo dime Blanca. Me siento más vieja cada vez que me dicen señora. - se rió nerviosamente. - Por cierto, nunca me dijiste para que te necesitaba mi esposo.__ Ah, era algo referente su se...__ Blanca a mi oficina. - Theo pasó de largo. Parecía demasiado estresado y no entendí porqué, así que me despedí de Ignacio, quien también conocía a mi adorado esposo y su carácter. Todos lo conocían como alguien totalmente temible en el trabajo, pues nunca se había tocado para echar a alguien a la calle. En mis inicios me tocó ver a varios de los empleados que despedía rogar por una segunda oportunidad, pero este
Theo. El miedo me invadió completamente por primera vez, con los músculos tensos que no ayudaban en nada al subir al auto y exigir al conductor que pisara el acelerador. Blanca se quejó una vez más y la sostuve para que supiera que no iba a dejarla sola. Tenía arcadas a cada nada, pero no botaba nada al detenernos en dos ocasiones que ella solo apretó los dientes y mi camisa como si fueran su salvavidas. Les indiqué que llevaran a mi hija a la casa y la cuidaran con su vida, en lo que yo me encargaría de cuidar a su madre. Llegando a la clínica uno de los guardaespaldas fue el que bajó a toda prisa indicando que necesitábamos una camilla para transportarla.La coloqué sobre esta cuando la llevaron y corrí junto a ellos, prometiendo que estaría bien, lo cual era una sensación vacía en mi pecho que me hizo temer tanto como si no volvería a verla. La muerte me había rodeado tantas veces, que comencé a detestarme, creyendo que el problema era yo, solo eso repitió mi mente. Siempre te
Theo.Apoyada mi barbilla en la mano en tanto esta estaba siendo sostenida por la rodilla que temblaba en una espera llena de tensión, donde la incertidumbre cubría cada una de mis fibras. En medio de aquel pasillo estuve por no sé cuánto tiempo. Solo supe que algunos médicos, enfermeras y demás personas caminaban de un extremo al otro, unos con noticias positivas por las personas que se encontraban ahí, otras con dolor por haberlas perdido o estar en la misma situación que yo. Comprendía totalmente ese sentimiento de impotencia que no acabó ni sabiendo que no era el único esperando por noticias de Blanca.La ansiedad me estaba carcomiendo el alma, el resquemor en la garganta se estaba convirtiendo en todo lo que mi mente captaba, no tenía una sola idea de qué debería hacer, cómo buscarla en aquella clínica, porque aún el médico no había salido a decir absolutamente nada más desde que me dejó solo.De seguro daba pena un hombre como yo con la mirada de caída, viéndome con la derrota,