Blanca.Cuando mis ojos se abrieron, la luz blanca de la habitación me llegó de golpe, froté mis párpados con los nudillos apretados para volver a abrirlos, el agudo dolor de cabeza me hizo cerrarla nuevamente acostumbrándome lentamente la luz. Era desconocida en la habitación, pero conocida al mismo tiempo, una clínica.Los recuerdos del porque llegué volvieron a mi mente, quería sentir mi estómago y por ello llevé mis manos a ese lugar, solo que ya no había un dolor tan fuerte como el que tuve en ese instante, sentían ciertas molestias pero no tanto como en ese momento.Sentí la garganta seca tenía sed y a la vez dolor, presintiendo que iba a ser un fastidio el solo tragar algo.Aún así le hablé a la enfermera que entró en ese momento pidiéndole que por favor trajeran agua para mí, esta se movió hacia una cómoda que estaba en una de las esquinas de la habitación, donde de una jarra vertió agua en un vaso hasta la mitad, luego van hasta mi lugar y me ayudó a poder beber aquel líquido
Theo.Todo lo que antes conocí ahora lo cubría un equipo de seguridad, el cual se movía dentro de la propiedad que tenía varias cámaras de seguridad, un equipo en cada esquina y no solo eso también en la empresa había algo similar, ningún desconocido podía entrar si no justificaba su presencia en ese lugar.Estaba implementando un nuevo programa de protección el cual iba dirigido específicamente para mi esposa, en este pedían identificación y la razón por la cual asistía. Quizás estaba exagerando, me estaba viendo demasiado paranoico pero no me importaba. Nada me importó más que saber que Blanca no volvería a ser el objetivo de alguna amenaza, si querían podían venir por mí todo lo que quisiera, todas las veces yo lo resistiría. Pero tanto a ella como a mi hija no volverían a tocarlas, de eso me iba a asegurar personalmente.No importaba cuánto costara, la mantendría seguras así me llevara la vida entera. Para otros quizás era nada, pero para mí que estuve a punto de perder a Blanca
Theo.__ ¿No lo dirás? Yo quiero oírlo. - le dijo Blanca a la pequeña que se movía en sus piernas con gran algarabía. - Quiero oírte.Con una semana de haber salido de la clínica tenía un montón de locuras por hacer, un repertorio que supe no detendría. Porque de cierto modo me gustaba la forma en que sus labios se extendieron con cada vez que intentaba encontrar palabras en los balbuceos de la bebé que solo se reía entre las muecas que recibía como estímulo para que ella lo hiciera.__ Tiene solo medio año, no es como que vaya a soltar palabras de un día para otro. - exclamé arremangando el jersey que tenía puesto. - Ya es tarde. Sammy debe dormir y tú también.La abrazó mucho más para besarla a su gusto, en tanto la bebé extendió sus brazos para que la cargara.__ La vas a enojar. - me reí de ver a mi hija con un gesto asustado. - La asustaste.__ Es que es tan preciosa. - se le lanzó de nuevo y la niña saltó en mir brazos con sus características carcajadas siguiendo el juego de su
BlancaEl sol apenas salió y Sammy ya estaba en nuestra cama, pidiendo la atención que le gustaba tener de su padre y yo. Se estaba acostumbrando a tenernos juntos por las mañanas, acompañando sus locuras, riendo con sus muecas y olvidando nuestro entorno con tal de complacerla. Quizá estaba muy consentida, pero saberla feliz era todo lo que ambos deseábamos siempre. __ Mucha risa, pero el baño te espera. - dijo Theo con una toalla en el hombro. - Ven aquí.La bebé no dudó en lanzarse a tomarla en sus brazos, siendo su lugar favorito. No la culpaba, también era el mío. Así de enamorada estaba del hombre que regresó minutos después con la camisa húmeda y su hija con una sonrisa gigante que dejaba a la vista sus encías. __ Marcia estará más temprano en la oficina. - le dije a Theo. - Hoy tiene más tiempo así que cuidará a la niña desde la primera hora. __ ¿Segura que quieres trabajar? Opino que es mejor que te quedes a descansar. - me cambió el tema. __ Tengo casi quince días de es
Blanca.La idea rondó por mi cabeza, golpeando incesante. Dándome un motivo para hacer parte de los que tomaban el razonamiento desde que este forma parte de la mente. El agente responsable del caso me pidió acompañarlo porque las acusaciones de Helsy habían llegado demasiado lejos, para ella la culpable era yo. Me indicaron que me sentara, colaboré tal como el abogado lo aconsejó. Desde que me llamaron a rendir declaración, Theo se puso en contacto con nuestro abogado, pero este lo tranquilizó diciendo que solo era rutina. De todos modos no tardó en llegar y por ello, más confiada acepté abocarme a la estación de policía.__ Si esto resulta incómodo para usted, puede decirlo. - dijo el hombre con placa frente a mí. - Pero es rutina.__ No hay problema. - le resté importancia. Sacó de una carpeta las imágenes que deslizó por la mesa hasta que las dejó ante mi vista.__ El señor Rick Méndez fue brutalmente atacado la noche del miércoles, encontrado hasta el día jueves por la tarde, c
Theo.Mi mente recorrió miles de ideas, todo indicaba que se la había llevado, pero luego estaba la posibilidad de equivocarme ya que estaba el hecho que renunció a su custodia ante el juez, lo que lo convertía en un secuestrador si se la llevaba.Si su deseo era estar siempre en la vida de Sammy eso no tenía sentido. Por ello mi cabeza dio varias vueltas ante todos los murmullos. Blanca parecía desconcertada al igual que su hermano, quien por todos los medios trató de comunicarse con la niñera. No contestó nunca y eso lo desesperó.__ Desde que amaneció dijo que era el peor dia de su vida. - dijo el mayordomo. - Odia sus cumpleaños, pero hoy parecía detestar a la humanidad entera, solo que jamás salía de su cuarto en los años anteriores.__ ¿Que dijiste? - me acerqué a él.__ Que no le gustaba salir los años anteriores. - repitió.__ No eso. Lo otro. __ ¿Que odia sus cumpleaños? - cuestionó.__ Eso es. Es su cumpleaños. - repetí como si eso les explicaría a los demás las cosas, am
Theo.Me acerqué al sitio con la mirada fija al frente. No se me hizo extraña la cantidad de vigilancia en el sitio. Desde que me envió la dirección supe que lo que quería ver eran los planos, por ello lo cargué hasta adentrarme en la propiedad extensa y de un estilo básico, aunque llamativo y agradable a la vista.Un sujeto con traje me hizo pasar, llevándome al despacho donde solo tocó dos veces antes de abrir la puerta. __ Los terminaste, supongo. - dijo en cuanto me vió llegar. - Te llevó menos tiempo del esperado. __ Porque me tomo muy en serio mi trabajo y el pago de deudas. - declaré sin más. __ Me alegra saberlo. - exclamó acercándose cuando desplegué la pantalla los planos que moví para mostrar cómo todo lo que dijo que quería lo había tomado en cuenta. - Las medidas de esto son las requeridas. Señaló la entrada.__ No visible, si accesible. - repetí sus palabras para confirmar. - Dos salidas simultáneas, uno del otro extremo. Conductos de aire, paredes que puedes reforza
TheoMis ojos se abrieron de golpe al sentir como la pequeña de año y medio se lanzó a mi rostro con sus, ya conocidos, besos mañaneros. Sentada en mi pecho y con las carcajadas por saber que me agarró desprevenido, la aparto al querer quitarmela de encima. Sus palabras difíciles de entender terminaron por hacerme reír, sus gritos porque la suelte iniciaron.__ Arriba los dos. - dijo Blanca al vernos lanzarnos los cojines. - Se nos hace tarde. Así que Theo a la ducha y Sammy vamos a darte un baño. Se bajó rápido de la cama, solo en pañal salió corriendo por el piso, en un tambaleo de mantener sus piernas moviéndose por todos lados, corrió al saber que iban a bañarla. Blanca no dudó en ir por ella, ya que era algo de todos los días. Sus gritos con ese "Papi" me hicieron reír porque supe que la habían atrapado. Eso se convirtió en cosa de todos los días, cada vez que le tocaba baño salía corriendo esperando que Blanca o yo la siguiéramos hasta alcanzarla.Esa habia sido mi vida des