— Lo siento, no me fije — dije un tanto preocupado al ver que pude haberla lastimado, ella me miraba fijamente, parecía un tanto molesta por lo que yo me disculpaba para que ella no se enojara conmigo.
— No te preocupes — contesto el chico que acompañaba a la chica que estaba en silla de ruedas, yo solamente asentí, por lo que me fui corriendo alcanzando a mi hermano Harry, quien estaba viendo la lista contenta. — ¡Jack nos aceptaron! — respondió Harry contento al ver que nos había aceptado. — Dame esos, 5 hermanos — conteste contento al ver que nos había aceptado en esta escuela, al parecer nuestras ojeras habían valido la pena. — Hay que decirle a mamá, no crees — sugirió Harry un tanto feliz por la noticia. — Si hay que festejar, pero esta vez la invitaremos nosotros a cenar — conteste ideando un plan para invitarla a cenar a nuestra mamá. — ¿Qué planeas Jack? — pregunto Harry mientras me miraba fijamente un tanto intrigado. — ¿Y Si cantamos en el restaurante cerca del departamento donde vivimos? — le propuse a mi hermano, ya que quería ganar algo de dinero para consentir a mi madre. — Pero — contesto Harry, mirándome confundido, él se acordaba lo que había dicho mama. — Sé que mi mamá quiere que nos dediquemos a estudiar y creo que ganando un poco de dinero invitaremos a mamá a cenar a algún lado — respondí con una sonrisa convenciendo a mi hermano. — Bueno, pero que ella no se entere ¿De acuerdo? — contesto Harry haciendo una seña para que no se enterara mama. — Trato hay que ir al departamento e ir por la guitarra — respondí contento jalando a mi hermano del brazo para ir a nuestro departamento para ir por mi guitarra. — Bueno, vamos — contesto Harry mientras me sonreía. ―Pues a darle — conteste sonriendo mientras nos salíamos corriendo de la universidad, tomamos el autobús para llegar un poco más rápido, llegamos al edificio viejo, por lo que subimos como rayo las escaleras yéndonos a nuestro cuarto. — Listo, vamos — conteste teniendo la guitarra en la mano con mi viejo amplificador que había encontrado en la basura, mi mamá pensaba que no funcionaría, pero para su sorpresa si había funcionado después de dedicarle una noche para que funcionara rápidamente nos dirigimos al restaurante para cantar o al menos haríamos el intento todo fue por invitar a mi madre a cenar quien nos amaba demasiado como si fuéramos sus propios hijos queríamos devolverle aunque sea un poquito de lo que hizo por nosotros y era gracias a ella que nosotros logramos entrar. Una vez que llegamos al restaurante yo hable con el encargado, al principio no quería, pero lo convencí, por lo que le hice una señal a mi hermano Mateo para que entrara con el amplificador quien lo deja en el pequeño escenario, por lo que el encargado nos presenta ante los comensales que sería nuestro primer público. ―Estos chicos vienen a cantar demos, un fuerte aplauso a Harry Thompson y su hermano Jack Thompson — dijo el encargado aplaudiendo mientras sonreíamos los dos. ―La canción que cantaremos se llama alguien vendrá, espero les gusté — dijo Harry hablando por el micrófono, empecé a tocar la guitarra haciendo que mi hermano y yo cantáramos aquella canción. «La soledad es pasajera, siempre se va tal como llega. Alguien vendrá, te está esperando para darte el amor que va guardando. No pienses más, alguien te espera para entregar el alma entera. ¡Se encontrarán en el camino y se amarán, se amarán! ¡Alguien dará todo su amor por ti, alguien vendrá y tú serás feliz, alguien dará todo su amor por ti, alguien vendrá y tú serás feliz! [seguí tocando la guitarra, el público del restaurante estaba conmovido porque cantábamos con una ternura y pasión inigualable o al menos eso creía yo más por parte de mi hermano que tenía la facilidad de cantar canciones románticas por él fui aprendiendo esas canciones que él escuchaba, ya que yo no era tan romántico como él si mis verdaderos padres lo vieran de seguro estarían orgullosos de nosotros que no necesitamos de su dinero al contrario luchamos por conseguir nuestro propio camino para darle lo mejor a Gloria mi madre que dio todo por nosotros.] La soledad es pasajera, siempre se va tal como llega. Alguien te está esperando para darte el amor que va guardando. No pienses mal, alguien te espera para entregar el alma entera. ¡Se encontrarán por el camino y se amaran y se amaran! Alguien dará todo su amor por ti alguien vendrá y tú serás feliz alguien dará todo su amor por ti Alguien vendrá y tú serás feliz alguien dará todo su amor por ti alguien vendrá y tú serás feliz alguien dará todo su amor por ti alguien vendrá y tú serás feliz.» Al finalizar la canción todos estaban aplaudiendo, era increíble para nosotros ver a la gente aplaudir con tanto orgullo. ―Vengan muchachos — dijo Arturo contento mientras nos sacaba del público llevándonos a su oficina. — Ustedes cantaron hermoso ¿Y si mejor ustedes cantan en este lugar? Miren mucha gente entro por qué los escucharon cantar, ustedes ganarían su propio dinero y además mi negocio crecería ¿Qué dicen? — contesto Arturo ofreciéndonos un trabajo que la verdad nos puso a pensar a mi hermano y a mí. ―La verdad no sabemos, tenemos la escuela — conteste un tanto inseguro. ―Piénsenlo y me dicen ¿Está bien? — pregunto Arturo mientras sonreía levemente había terminado emocionado el escucharnos cantar y nosotros estábamos emocionados al ver que fuimos la sensación. ―Lo pensaremos — contesto Harry mientras cargaba el amplificador. ―Se me olvidaba tengan son 500 dólares — dijo Arturo, mientras nos daba el dinero dejándonos sorprendidos por ver ese dinero en nuestras manos nos alcanzaría hasta para comprarle un hermoso vestido a mama. Nosotros nos quedamos sorprendidos ante el dinero que nos dio el señor Arturo por haber cantado, estábamos felices porque habíamos causado sensación. ―No es mucho, pero es lo que se ganaron, enamoraron a todos — contesto Arturo, feliz por ver a su público animado y conmovido. ―Gracias — dijimos los dos al mismo tiempo, mientras veíamos el reloj que estaba en la pared, vio que a esa hora mi madre salía de trabajar. Dijeron los dos al mismo tiempo, ven el reloj que estaba en la pared del restaurante y vio que a esa hora su mamá salía del trabajo. ― Harry hay que irnos — le dije a mi hermano al oído apurándolo para irnos. ―Cierto hasta luego señor Arturo — respondió mi hermano mientras se despedía de Harry. ― Hasta pronto ojalá vuelvan — dijo Arturo de vuelta mientras se despedía de nosotros, por lo que nos fuimos prácticamente corriendo hacia la fábrica, ya que quedaba cerca en el camino, vimos a mama sentada en la parada de autobuses, por lo que nos acercamos gritando: ― ¡Mamá! — gritamos los dos al mi tiempo mientras atravesábamos la avenida para alcanzarla mama, quien se paró contenta al vernos. ―Mis amores — dijo mi mamá mientras nos abrazaba. ―Señora mía — dijo Harry mientras abrazaba a mama dándome la palabra. ―Queda usted invitada — conteste mientras sonreía ampliamente. ―Donde me llevaran — respondió mi madre un tanto confundida. — ¿Por qué traes esa guitarra? — pregunto mi madre un tanto confundida. ―Tenemos una pequeña sorpresa para ti — respondió Harry, ignorando la pregunta de mama, ya que prometimos no decir nada que trabajamos para invitarla a cenar. ―Ven mamá, te gustará — conteste mientras la agarraba del brazo a mi madre para llevarla a cenar que íbamos cuando alguno de nosotros cumplía años. ― ¿Qué hacemos aquí hijos? — pregunto mi madre un poco más confundida. ―Bueno, te invitamos a cenar mamá — respondió Harry, más contento. ―Queremos darte las gracias, mamá — conteste con una sonrisa mientras besaba su frente. ―Gracias de que mis amores — respondió Gloria sonriendo. ―Por todo lo que has hecho por nosotros estos años — contesto mi hermano, agradeciendo todo lo que hizo por nosotros, por lo que la abrazamos y le di un beso en la frente. ―Eres la mejor mamá en todo sentido, nos amaste como si fuéramos tus hijos — respondí mientras la tomaba de sus manos. ―Ustedes son mis hijos, ustedes no nacieron de mi vientre, nacieron de mi corazón — contesto Gloria mientras sus ojos se le cristalizaban. — Saben que daría la vida por ustedes — dijo mi madre limpiándose la lágrima que caía por su mejilla. ―Nosotros por ti daríamos la vida entera, te amo mamá — respondí mientras besaba su cabeza. ―Siempre te amaré mamá — contesto Harry, mientras que los dos abrazábamos a nuestra mamá, la estábamos tratando como una reina tal como ella se lo merecía.Abrazamos a mama como solo ella se lo merecía, la amábamos con todo su corazón, juramos prometiendo estudiar para echarle ganas en aquella universidad para sacarla de trabajar y comprarle la casa de sus sueños, cenamos riéndonos besando la mano de nuestra madre horas después llegamos al edificio a Harry lo veía pensativo por lo que me acerque para sacarlo de sus pensamientos. — ¿En qué piensas? — le pregunte en el oído. — Yo sé que todo esto cambiará algún día, le compraremos esa casa que tanto ha soñado, estoy seguro de que lograremos todos nuestros sueños, Jack la sacaremos de trabajar y vivirá como una reina — me dijo Harry en voz bajita, por lo que yo solamente le di una palmada en su hombro. — Harry y yo queremos cantarte mamá — le dije a mama mientras sacaba la guitarra mi arma poderosa, bueno así le decía yo. — ¿A mí? Pero ya paso el día de las madres — contesto confundido mi madre por lo que le sonreímos. — No hace falta que lo sea, queremos cantarte mamá — conteste guiñá
— Si tanto que gusta Londres lárgate — respondió Verónica enfadada.— Vaya no te enseñaron modales, princesa — respondió James de manera sarcástica.— ¡Ya cállate y déjame en paz! — Grito Verónica enojada.— Escúchame bien déjate de tus niñerías, no te metas conmigo porque te va a pesar, eso te lo aseguro — contesto James mientras agarraba con fuerza el brazo de Verónica, por lo que ella se suelta bruscamente de James.— ¿Es amenaza? — pregunto Verónica con burla.— No solo que advierto que conmigo no se juega — contesto James sacudiéndola un poco más para después soltarla del brazo, por lo que ella se sobó el brazo mientras lo miraba furiosa.— Estúpido — respondió Verónica mientras lo miraba con odio, pero en la mirada desafiante esa mirada que a ella le daba mucho miedo.Las clases habían empezado, todos apurados a sacar cuadernos, libros y demás, la escuela era agotadora, pero Jack como Harry tenían que echarle todas las ganas por sacarse la beca para hacer que su mamá no pagara
Por lo que mi hermano no se aguantó el coraje empujando a James quien cayó en un charco de lodo haciendo que los amigos de, él se burlara al igual que yo me estaba riendo sin esperar que la bolita de gente estaba haciendo una rueda por lo que aproveche para decirle a Harry que huyera conmigo. ― Córrele Harry, vámonos de aquí ― le dije a mi hermano por lo que él corre conmigo mientras que los demás huían y en especial un chico que se me hacía conocido, pero no me di la oportunidad de mirarlo, ya que corrimos como nunca. Mientras que Carlos corrió hasta llegar con su hermana, quien lo estaba esperando pacientemente aprovechando para leer un libro. ― Mariana ― hablo Carlos respirando agitadamente. ― Carlos, ¿Dónde estabas? — pregunto mientras dejaba su libro en sus piernas. ―Parando una pelea — contesto Carlos agachándose mientras se sobaba las piernas. ― ¿Quién se peleó? — pregunto con curiosidad Mariana queriendo saber quién se había peleado. ―En la casa que cuento — dijo Carlos
Pagamos el taxi para ir rápidamente al hospital, pues mi mamá estaba inconsciente, al llegar mi hermano Harry salió corriendo del taxi para ir por un doctor hasta que lo encuentra interrumpiéndolo causando el enojo de aquel doctor. — ¿Qué pasa joven? Esto es un hospital — contesto el doctor enojado mientras que Harry intentaba explicarle; por otro lado, el doctor vio que mi hermano estaba desesperado, por lo que su enojo se estaba evaporando. ― Tranquilo, dígame ¿Qué es lo que pasa? ― pregunto el doctor tranquilamente, por lo que Harry empieza a hablar. — Mi madre se desmayó venga conmigo — dijo Harry jalando al doctor del brazo cuando yo había llegado con mi madre en brazos viendo a mi hermano alterado y algo nervioso. — Ella es nuestra mamá, por favor atiéndala — le dije al doctor rogándole con la mirada, él nos mira fijamente, por lo que rápidamente la ingresaron a un cuarto para poderla revisar. — Síganme — nos dijo el doctor mientras lo seguíamos a su consultorio, Harry estab
Veía que aquella chica pedía ayuda para que la ayudaran a subir las escaleras, estaba ir por ella cuando vi aquel sujeto que me molesto cuando estaba en el casillero, esta vez molestando a la chica que estaba en silla de ruedas. — ¿Qué la pobre paralítica no puede subir las escaleras? — hablo James de forma burlona, por lo que ella solamente rodaba los ojos deseando quedarse en casa. — Déjame en paz — contesto aquella chica alejándose torpemente haciendo reír a James. — Vaya lo que faltaba amigos que la universidad tenga paralíticos — dijo James, mientras que él agarró la silla de ruedas para moverla bruscamente, haciendo que la chica gritara. — ¡¡Suéltame!! — dijo la chica comenzando a llorar, por mi parte estaba a punto de irme, no quería meterme en problemas, pero sabía que ella necesitaba de mi ayuda, por lo que corrí hacia ella para ayudarla, me daba rabia que ese tipo maltratara a alguien tan indefenso como ella. — Vamos, solo quiero divertirme un rato — respondió James rié
No tenía dinero para comprar aquel libro que yo tanto anhelaba, pero ahora lo tenía en mis manos lo veía maravillado ahora lo podía leer en mi casa a lo lejos vi a una chica que estaba buscando algo en su mochila mientras que yo me disponía a guardar mi anhelado libro por lo que no le tome importancia; sin embargo, alce la mirada y vi que el piso estaba mojado por lo que solté la mochila mientras que ella caminaba estaba por caerse de espaldas y recibir un fuerte golpe, pero yo corrí para rodearla con mis brazos al momento de salvarla ella me veía con sus ojos color esmeralda eran unos ojos hermosos fácilmente podía perderme en ellos, pero no podía enamorarme no por ahora por lo que sacudí mi cabeza para ponerla de pie con cuidado y preguntarle si se encontraba bien era lo menos que podía hacer. ― ¿Está usted bien? ― preguntaba un tanto preocupado, ya que la chica me miraba algo asustada. ―Si ― apenas me podía responder, puesto que ella me miraba insistentemente, por lo que yo me in
― Te arrepentirás por meterte con ella ― grito Kendall enfurecido mientras lo empujaba con fuerza contra la pared, lo cual me había asustado. ― El hermanito defendiendo a su hermana ― contesto James con burla haciendo que mi hermano esta vez lo agarrara con fuerza del cuello dejándolo sin aire, la novia de mi hermano trataba de calmarlo, pero nadie podía, ya que él odiaba sobremanera que me molestaran. ― Kendall ― le hablé mientras lo agarraba del brazo evitando que hiciera una tontería, pero él no escuchaba, por lo que Elena deicidio intervenir. ― Amor Kendall deja a James ― hablo Elena tocándolo del hombro para que se tranquilizara haciendo que soltara a James. ― Te vuelves a meter con mi hermana y no la cuentas ― respondió Kendall empujándolo con fuerza contra el escritorio del profesor asustando a todos. ― Kendall déjalo, no vale la pena ― le dijo Elena tratando de calmarlo. ― Kendall ven, tú no eres así ― le dije tratando de calmarlo agarrándolo del brazo mientras que James
Me quedé en el jardín mientras me agarraba la mejilla mirándola como se alejaba lentamente, de repente vi la hora de mi reloj, marcaba la hora de la salida para irme con mi hermano Jack para así irnos por mama al hospital donde recibiría los estudios que le hicieron al llegar a la salida buscaba a mi hermano, puesto que decidí buscarlo en los pasillos y si ahí estaba él con una chica que estaba en silla de ruedas por lo que fui con ellos. ― Hermano te estaba buscando, ya es tarde para irnos ― le dije a Jack mientras lo agarraba del brazo. ― Espera Harry, tengo que esperar que llegue alguien por ella ― me dijo Jack haciendo que yo rodara los ojos. ― Jack se hará tarde ― le conteste un tanto impaciente, pero mi hermano no me hacía caso, él se quedó con aquella chica hasta que llego un chico que iba en la misma clase que yo. ― Perdón por llegar tarde ― le dijo Carlos a la chica por lo que ella asiente indicando que ella estaba bien, Jack se despidió de ellos por lo que Carlos nos det