Pero para eso él tenía que enamorarla, ganarse su corazón, ahora él aplicaría la técnica de ser un dulce caballero hasta tenerla comiendo de su mano. *** Jack *** Llevamos al hospital a mama, ella entró al consultorio mientras que nosotros estábamos esperando en los asientos de la sala de espera, estábamos un tanto nerviosos, pero teníamos la esperanza que era solo por no comer bien. ― Dime doctor, ¿Cómo salieron los estudios? ― pregunto un tanto nerviosa Gloria; sin embargo, el doctor la miraba seriamente haciendo que ella se preocupara. ― Señora Gloria, temo que le tengo malas noticias ― contesto el doctor mientras miraba los estudios. ― ¿Qué es lo que tengo? ― pregunto Gloria un tanto temerosa, no sabía que era lo que tenía. ― Lo lamento usted tiene osteoporosis múltiple, temo que usted ya no podrá seguir trabajando por mucho tiempo ― respondió el doctor haciendo que ella se agarrara de su pecho donde estaba su corazón, aquello le había asustado, no pensaba que esa enferme
― No creo que le interese a Mariana ― conteste un tanto desanimado. ― ¿Es la chica que está en silla de ruedas? ― pregunto mi hermano un tanto curioso por lo que yo asentí, no sabía que era lo que me pasaba, pero si me gustaba y mucho daría todo por qué ella me hiciera caso o me aceptará un café, pero Mariana siempre vivía en su tristeza lo veía en sus ojos aquella chica era un alma triste. ― Jack, ¿Cómo conociste a la tal Mariana? ― pregunto Harry un tanto curioso. ― James la estaba molestando la vi vulnerable, sentí la necesidad de acercarme a ella ―le contesté sentándome al lado de mi hermano agachando un poco mi cabeza. ― ¿Te gusta verdad? ― pregunto mi hermano sonriendo un poco ignorando de aquel sujeto que ambos nos caían mal. ― Si me gusta mucho, pero ella nunca me hará caso ― respondí con la cabeza agachada, parecía absurdo, pero ahora estaba tirando la toalla tan fácilmente con Mariana. ― Entonces lucha por conquistarla hermano y verás que ella se enamorara de ti ― res
*** VERÓNICA*** Llego la hora de la salida guardé las cosas lo más rápido posible en mi mochila, llevando mis libros en mi casillero, viendo a mi hermano Kendall besándose con su novia Elena, después de dar espectáculo en medio pasillo me ve y se acerca a mí. ― Verónica llevaré a Elena a su casa y de ahí nos vamos nosotros ― contesto Kendall tomando de la mano a su novia, pero yo de inmediato conteste. ― No iré contigo Kendall ― conteste lo más rápido haciendo que él me frunciera el ceño. ― ¿Por qué no? ― pregunto intrigado mi hermano haciendo que yo sonriera. ― Harry me invitó a salir ― respondí un tanto nerviosa. ― En ese caso hermanita quiero conocer a ese tal Harry ― respondió mi hermano sonando como mi padre, yo sonreí, amaba que mi hermano me protegiera, no imaginaba una vida sin Kendall a mi lado. ― Está bien hermano, lo conocerás ― dije sonriendo por lo que lo llevé al árbol donde estaba Harry, él me ve sonriendo, pero paulatinamente su sonrisa se borró al ver que Kenda
― Quería saber de ti, no has venido a la escuela ― le dije un tanto preocupado, pero Mariana mostraba indiferencia. ― No volveré ― me dijo ella indiferente como si no le importara. ― ¿Y por qué? Si se puede saber ― le conteste a Mariana para que me diera una respuesta válida, pero no. ― ¿No lo ves? No ves que soy una inútil ― me dijo Mariana mientras se intentaba secar las lágrimas le quise tomar de las manos, pero ella las alejo de mí. ― Regresa a la escuela. ― le contesté a Mariana, pero ella negaba con la cabeza llorando. ― No, por favor déjeme sola vallase ― me respondió Mariana mirándome fríamente, yo quería quedarme con ella, no quería dejarla sola, pero ella se mostraba tan renuente que me insistía que la dejara, estaba por irme cuando ella me habla de nuevo. ― ¿Por qué está aquí? ― preguntaba ella confundida por lo que me tuve que sincerar con ella. ― Quiero ser tu amigo ― le respondí sonriendo, era la verdad quería ser su amigo. ― ¿Amigo de una inválida? ― pregunto Mar
― Perdóname Jack, pero tal vez sientas lástima por ella y no amor ― me dijo mi hermano haciendo que me levantara de la mesa. ― Harry Mariana me gusta más que a nada, no es lástima lo que siento tu bien, sabes que jamás he sentido la necesidad de acercarme tanto a alguien ― le conteste un tanto exaltado por lo que Harry solamente me puso una mano en mi hombro. ― Esperó que puedas, conquistarla ― fue lo único que me dijo Harry, los dos nos pusimos a cenar, pero note que Mama no estaba con nosotros. ― Espera ¿Mama dónde está? ― pregunte un poco preocupado al ver que estaba un asiento vacío. ― Se sentía mal, no podrá cenar con nosotros ― contesto mi hermano agachando la mirada. ― Iré a verla ― fue lo último que dije para después levantarme de la mesa e ir a la habitación de mama al entrar, la vi dormida, vi las pastillas que el doctor le había recetado, pero me dieron curiosidad al ver que eran para el dolor y no eran las vitaminas que ella nos había dicho estaba confundido ¿Para qué
― Que pasa hermano ― me dijo Harry viendo un tanto asustado. ― ¿Qué te parece si damos una serenata? ―le pregunte a mi hermano sentándome en la cama de él. ― ¿A esta hora? ¿Salir? ― pregunto mi hermano confundido. ― Será por teléfono ― le dije tratando de convencerlo, pero Harry negaba con la cabeza. ― Jack, ella ya debería estar dormida a estas horas ― contesto Mateo negando con la cabeza, pero yo le rogaba que por favor diéramos la serenata hasta que al fin lo convencí. ― Bien hermano marca a su casa ahora que alcanzo ― dijo mi hermano convencido de dar esa serenata, él no estaba muy de acuerdo, pero lo hizo por mí, sabía que Mariana me interesaba de verdad. Salí del cuarto a toda prisa buscando el teléfono de mi chiquilla hasta que lo encontré llamándola a su casa hasta que al fin escuché su voz. ― ¿Diga? ― pregunto Mariana un tanto confundida. ― Hola. Mariana ― salude un tanto tímido, ella iba a colgar, pero yo me adelante para que no me colgara. ― No cuelgues Mariana ― dije
*** VERÓNICA *** Nos levantamos temprano para irnos a desayunar e irnos a la universidad, yo estaba ansiosa por ver a Mateo de nuevo, estaba feliz, pero también estaba triste por qué sabía que mis padres jamás lo aceptarían, salimos de la casa para iniciar nuestra marcha a la escuela cuando nos encontramos con James montado en ese carro de lujo del año que estaba muy de moda por estos años, pero Kendall me jalo del brazo para irnos estábamos por subir al carro cuando él fue por nosotros. ― Vengan, los llevó en mi coche nuevo ― dijo James presumiendo su carro nuevo. ― No tenemos nuestro coche, gracias ― contesto Kendall fastidiado por lo que James solamente rodaba los ojos. ― ¿Verónica vienés conmigo? ― pregunto James un tanto fastidiado. ― Me iré con mi hermano ― conteste sonriendo sarcásticamente. ― Ándale bonita, tengo que hablar contigo ― me dijo James de vuelta intentando agarrar mi mano, por lo que yo la quite inmediatamente. ― Será en otra ocasión James ― conteste molesta
― Te amo Verónica ― le susurré en su oído por lo que ella alzó la mirada sintiendo lo mismo, ambos sonreíamos, sentíamos lo mismo, estábamos feliz por qué los dos nos correspondíamos. *** Jack *** Me quedé en el salón con Mariana viendo un pedacito de cielo mientras llovía, pero la realidad era que yo la miraba a ella, para mí era un ángel una muñequita de porcelana, su piel era suave por lo que sin poder resistirme le tome de la mano ella la quiso apartar era como un animalito asustado que se quería esconder si pudiera, pero yo le sujete la mano viéndola que podía confiar en mí. ― A pesar de que este lloviendo contigo haces que disfrute la lluvia ― le dije mirando hacia la ventana. ― ¿Lo dices, enserió? ― pregunto Mariana extrañada, nunca había visto que alguien disfrutara de la lluvia, vamos menos su novio que había muerto en aquel accidente. ― Totalmente, enserió Mariana ― le dije sonriendo sinceramente besando su mano. ― Quiero que me respondas con mayor sinceridad ― me conte