Me levanto mucho mejor que ayer. Hoy ya no tengo mareo y tengo ánimo de levantarme y ver a mi pequeña. Salgo de la ducha y busco un jean con una blusa de tiras.Cuando salgo de la habitación, voy directo a la de Alana, pero ella no está. Entonces bajo porque quizás la tenga Nana.- Vamos, cariño, come - veo a Dante tratando de darle la comida a Alana, pero al parecer esta se niega - Alana, no hagas enojar a papá.Mi niña, me acerco a ellos y cuando Alana me ve, comienza a gritar "mamá" y a estirar sus manitas.- Hola, mi amor - la tomo en brazos y la lleno de besos - ¿Me extrañaste? - ella coloca sus manitos en mi rostro y luego me da besos - Yo también te extrañé mucho.- ¿Cómo estás? - pregunta Dante, que me mira embobado.- Mucho mejor, gracias por todo.- No hay de qué, ven, vamos a comer. Esta pequeña me está haciendo la vida imposible con la comida.- Cariño, no le hagas la vida difícil a tu padre - la siento en la sillita de ella y le paso la cuchara con la comida - Abre la boqu
2 meses despuésLlevo dos meses internada en este centro de reposo. La verdad es que me han ayudado mucho y todos aquí son maravillosos conmigo. Mi hermana, Fede y Harry han estado pendientes de mí, visitándome y a veces hablamos por teléfono. Pero a quien en realidad quiero ver no ha vuelto. Desde hace un mes no sé nada de él. El último día que lo vi, vino con la pequeña Alana y sentí que fue como una despedida. Al parecer no me equivoqué. Ahora no sé nada de ellos y cada vez que le pregunto a mi hermana, ella me cambia de tema.- Ya hoy sales, Gaby - dice Lara, la enfermera que ha estado cuidando de mí.- Sí, lo sé, estoy muy feliz, podré volver a mi casa.- Te extrañaremos mucho - me da un abrazo y yo le correspondo. Bajamos con mis maletas y me despido de todos.- Vamos - María toma mis cosas y las monta en el auto. Me despido de todos con la mano y luego ella arranca. - ¿Contenta?- Muy contenta, quiero volver a mi vida de antes. Por eso necesito ir a ver a Dante - ella para de go
Me encuentro en el aeropuerto con el señor Coleman, esperando a que su jet esté en posición para poder viajar. La verdad es que estoy algo nerviosa porque me iré a otro país, lejos de mi familia, cosa que nunca había hecho.—¿Nerviosa, señorita Morelli? —pregunta el señor Coleman.—Un poco. Es un cambio fuerte, pero sé que será bueno.—Espero que sí —nos informan que podemos abordar, así que caminamos hasta el jet. Cuando entro, quedo deslumbrada por lo hermoso que es. Los asientos son de puro cuero y está perfectamente decorado con un color café que lo hace ver más elegante.—¿Le gusta? —la voz de mi jefe me saca de mi trance.—Sí, señor Coleman, es muy lindo —ambos tomamos asiento y el jet despega. Miro por la ventana y ahora me doy cuenta de que no solo estoy dejando a mi familia, sino también mi vida y mi corazón aquí. Una lágrima sale de mis ojos, rodando por mi mejilla, cosa que no pasa desapercibida para el señor Coleman.—¿Está bien, señorita Morelli? —Limpio mi lágrima y le so
Como el desayuno, aunque este queda a medias ya que la comida ni me pasa. Esta vez sí tomo un taxi porque no tengo deseos de caminar.Cuando llego a la oficina, la m*****a chica del piso del jefe me mira mal, pero no le presto atención. Solo llego corriendo a mi oficina, tomo mi agenda y salgo disparada a la oficina de Ethan.- Pensé que te ibas a dar el día - salto del susto al escuchar la voz de Ethan en la puerta de mi oficina.- ¡Dios, qué susto me diste!- ¿Cómo amaneces?- Con algo de pena con usted, no sé lo que pasó anoche.- Tranquila, no pasó nada. Simplemente me dijiste que no te querías quedar sola y me quedé acompañándote, eso fue todo - m****a, ¿en serio le dije eso? Ay, qué vergüenza, ahora cómo lo voy a mirar a la cara - Gabriella, no tengas vergüenza, no pasa nada.- Es que... por Dios, usted es mi jefe, ¿cómo le voy a pedir que se quede? Lo siento mucho, yo...- Gabriella, no se disculpe, para mí no fue ningún problema quedarme. Lo hice con mucho gusto - suelto el air
Estoy en camino a casa con un millón de cosas en mi cabeza, menos mal Ethan se ha mantenido callado sin preguntar nada, aunque sé que quiere saber qué pasó allí. Cuando llegamos, Ethan se baja conmigo y se queda mirándome.- Ethan, yo... - Él coloca un dedo sobre mis labios.- Tranquila, no tienes la obligación de decirme las cosas si no estás preparada, aunque es fácil deducir que él es el hombre por el que estabas sufriendo y el padre de la bebé.- Así es, pero no quiero hablar del tema. Gracias por traerme, nos vemos mañana.Entro al apartamento y me dejo caer en la cama pensando en lo ocurrido esta noche. Por un lado, me alegró verlo después de tanto tiempo, pero también sentí rabia al verlo con otra mujer después de todo lo que yo sufrí. Es tan descarado que pida que lo escuche, pero lo mejor es que todo quede así, cada quien, por su lado, aunque me muera por estar con él.Estoy lista para irme al trabajo, solo tomo mi bolso y me aplico algo de brillo en los labios.Llego a la emp
Después de la acalorada discusión con Dante, decido mejor irme a mi casa. Entonces voy y le pido permiso a Ethan, quien aceptó sin ponerme problemas, pero antes de irme, Carolina me para.—Hola, Gaby. Recuerda que hoy es la fiesta a las 8 p.m. —Justo en ese instante, Dante pasa y estoy casi segura de que escuchó lo que Caro me dijo, pero no dice nada, solo sigue derecho.—Claro, Caro, ahí estaré —salgo de la empresa y camino hasta mi apartamento, aunque me da la impresión de que todo el tiempo me siguen. Cuando llego a casa, me quito los tacones y me dejo caer en el sofá. Hoy ha sido un día de m****a, no entiendo por qué Dante me hace esto. El muy idiota se hizo inversionista solo para poder hablar conmigo, pero si piensa que voy a volver con él solo por decirme esas cosas, está muy equivocado. Así me muera por dentro por estar a su lado, me lastimó como nunca y me alejó de Alana, y eso no se lo perdonaré.Más tarde, ya estoy terminando de arreglarme para la fiesta. Aún no sé si quiero
Al escuchar la voz de Manuel al teléfono, vuelvo a sentir esa sensación de miedo y angustia que sentía cuando estaba con él. Me acordé de cuando iba a inyectarme quién sabe qué cosa en el brazo, y luego viene la imagen de Dante abandonándome de nuevo.—¿Qué quieres, imbécil?—Quiero ver sufrir al italiano. Lo peor que pudiste hacer fue volver con el italiano.—¡DÉJANOS EN PAZ! —estampo mi teléfono contra la pared mientras mi corazón va a mil por todas las sensaciones que se están acumulando en mi cuerpo. La puerta se abre de golpe, dejándome ver a un Dante que me mira preocupado y luego mira mi teléfono destruido en el suelo.—¿Qué pasó? ¿Qué fue ese grito? —se acerca a mí al verme tan alterada—. Estás pálida, ¿te sientes bien? —Niego repetidas veces mientras este me pega a su cuerpo tratando de tranquilizarme—. Tranquila, cuéntame qué pasó, así te puedo ayudar. —Dante pide un vaso de agua y en segundos me lo traen. Tomo unos tragos y luego lo dejo a un lado—. Dime, ¿qué pasó, Gaby?—E
Otro día más de trabajo, la verdad estoy muy cansada. Trabajar con Ethan es muy bueno, pero también agotador por tantas cosas que se presentan en la empresa. Lo peor de todo es que he querido pasar a ver a Alana, pero no he podido por tanto trabajo que hay.Me visto con un vestido rojo pegado al cuerpo, bastante sensual, y dejo mi cabello cobrizo suelto con unas ondas en las puntas.Tomo mis cosas y salgo de casa, llegando a la oficina en menos de 10 minutos.- Hola, Ethan - cuando este se voltea, su cara cambia completamente. Veo cómo su mirada me recorre de arriba a abajo.- Wow, Gaby, estás preciosa. Bueno, tú siempre estás preciosa, pero ese vestido te queda fenomenal.- Gracias, Ethan. Era necesario estar un poco más organizada hoy, ya que tenemos la reunión con los inversionistas de Corea - cuando este me escucha decir eso, palidece.- ¿Qué? ¡Por Dios, qué reunión?- Ethan, la que te comenté hace unos días.- Se me olvidó completamente, tengo tanto en la cabeza que se me pasó.-