Al escuchar la voz de Manuel al teléfono, vuelvo a sentir esa sensación de miedo y angustia que sentía cuando estaba con él. Me acordé de cuando iba a inyectarme quién sabe qué cosa en el brazo, y luego viene la imagen de Dante abandonándome de nuevo.—¿Qué quieres, imbécil?—Quiero ver sufrir al italiano. Lo peor que pudiste hacer fue volver con el italiano.—¡DÉJANOS EN PAZ! —estampo mi teléfono contra la pared mientras mi corazón va a mil por todas las sensaciones que se están acumulando en mi cuerpo. La puerta se abre de golpe, dejándome ver a un Dante que me mira preocupado y luego mira mi teléfono destruido en el suelo.—¿Qué pasó? ¿Qué fue ese grito? —se acerca a mí al verme tan alterada—. Estás pálida, ¿te sientes bien? —Niego repetidas veces mientras este me pega a su cuerpo tratando de tranquilizarme—. Tranquila, cuéntame qué pasó, así te puedo ayudar. —Dante pide un vaso de agua y en segundos me lo traen. Tomo unos tragos y luego lo dejo a un lado—. Dime, ¿qué pasó, Gaby?—E
Otro día más de trabajo, la verdad estoy muy cansada. Trabajar con Ethan es muy bueno, pero también agotador por tantas cosas que se presentan en la empresa. Lo peor de todo es que he querido pasar a ver a Alana, pero no he podido por tanto trabajo que hay.Me visto con un vestido rojo pegado al cuerpo, bastante sensual, y dejo mi cabello cobrizo suelto con unas ondas en las puntas.Tomo mis cosas y salgo de casa, llegando a la oficina en menos de 10 minutos.- Hola, Ethan - cuando este se voltea, su cara cambia completamente. Veo cómo su mirada me recorre de arriba a abajo.- Wow, Gaby, estás preciosa. Bueno, tú siempre estás preciosa, pero ese vestido te queda fenomenal.- Gracias, Ethan. Era necesario estar un poco más organizada hoy, ya que tenemos la reunión con los inversionistas de Corea - cuando este me escucha decir eso, palidece.- ¿Qué? ¡Por Dios, qué reunión?- Ethan, la que te comenté hace unos días.- Se me olvidó completamente, tengo tanto en la cabeza que se me pasó.-
Estoy sentada con Alana viendo televisión, pero mi cabeza está en otro lugar. No he parado de pensar en la carta que encontré ni en esa habitación llena de las cosas de su difunta esposa, o bueno, su difunta esposa. Mi cabeza es un lío en este momento.—Mi niña, te traje este café —miro a nana y le sonrío mientras recibo el café.—Gracias, nana —esta se queda mirándome y luego se sienta enfrente de mí.—¿Qué te pasa, mi niña? Te veo triste.—Ay, nana, no sé si contarte esto.—Mi niña, no le diré a nadie. Tal vez yo te pueda ayudar —tiene razón. Además, necesito hablar de esto con alguien, y María no es mi mejor opción porque aún no sabe que estoy con Dante.—Nana, vi la habitación donde estaban las cosas de Valerie —nana se queda seria cuando le digo eso.—Sabes que esa habitación está prohibida.—No sabía que él se había traído las cosas de ella aquí. La vi sin querer. Estaba recorriendo esta casa y justo entré a esa habitación.—¿Y qué te tiene así?—Leí una página de un cuaderno que
Despierto al sentir algo pinchar mi brazo. Cuando abro los ojos, veo que estoy en una habitación de hospital y al lado mío está Dante, que está dormido. Sin intentar despertarlo, acaricio su mejilla y él abre los ojos.- Gaby, ¿despertaste? ¿Cómo estás? - acaricia mi mejilla sin soltar mi mano.- Me siento algo débil. ¿Qué me pasó?- Tuviste un pico de estrés. Además, no habías consumido alimento, por eso estás tan débil.- No pensé que esto fuera a pasar.- Gaby, debes cuidarte. No quiero que te pase nada. Me diste un gran susto cuando te caíste en mis brazos. Creí morir.- Prometo que me voy a cuidar.- Ethan también está preocupado, pero se tuvo que ir por una reunión pendiente.- ¿Cuándo podré irme?- Esperemos qué dice el doctor. - Al rato llega el doctor y me revisa. Dice que todo está en orden y me da algunas indicaciones.- Te llevaré a casa. Alana te está esperando. - Me detengo en ese momento y Dante lo nota. - ¿Qué pasa?- Quiero que me lleves a mi casa.- Gaby, vas a estar
Salgo de la oficina bastante cansada por tanto trabajo y ni hablar de lo que pasó con Dante, juro que lo quiero matar. Desafortunadamente, Sofi me habló y me dijo que no podía asistir a la boda, justo como me dijo Dante. Al llegar a casa, comienzo a empacar todo lo que voy a llevar. Cuando ya está organizado todo, me pongo la pijama y luego me meto a dormir.A la mañana siguiente, me despierto por la alarma, me doy una ducha rápida y me pongo unos jeans con una blusa y chaqueta.Cuando ya tengo todo listo, salgo del apartamento, pero al llegar a la entrada del edificio, me llevo una gran sorpresa.- ¿Qué haces aquí?- Te dije que o ibas conmigo o no ibas - juro que lo voy a matar.- ¿Por qué me haces esto?- Solo quiero cuidar de ti, entiéndelo - Luke nos abre la puerta y yo, muy a regañadientes, entro. Es increíble lo que este hombre está haciendo, ¿por qué tiene que meterse en todo?- Te odio.- Sabes que no me odias, solo estás molesta - lo miro con mi cara de odio, pero al parecer
Mi hermana sale cogida de la mano con Fede, ambos lucen muy felices y me alegro por ellos. Mi hermana se merece eso y mucho más.- Mari, felicidades. - Abrazo a Mari con fuerza y luego abrazo a Fede. - Cuídala, porque si me entero de que la haces sufrir, me olvidaré de que eres mi amigo.- Tranqui, Gaby, está en buenas manos. Al que tengo que advertir que te cuide es a otro. - Dice dirigiendo su mirada a Dante.- Tranquilo, yo cuidaré de ella. No dejaré que nada le pase. - Antes de que Fede responda algo, María se mete en la conversación.- Espero que así sea. Ahora, si vamos a la fiesta. - Ellos se montan en el auto que Dante les dio, y yo me monto con Dante en la camioneta. Ambos vamos callados, pero no es un silencio incómodo, es agradable. Sin embargo, de un momento a otro, Dante me hace una pregunta que me hace atragantar con la saliva.- ¿Dónde quieres que nos casemos? - ¿Es en serio? O sea, apenas nos arreglamos y ya está pensando en boda.- ¿No crees que es muy pronto para una
DANTE Estoy desesperado, camino de un lado a otro esperando respuestas del estado de mi pequeña. Aun no puedo creer lo que ella hizo. Por segunda vez dio su vida por salvar la vida de mi hija. Pero lo que más me sorprendió fue cuando me dijo que le prometió a Valerie cuidar de nosotros... Dios me está matando la cabeza.En ese momento entra Fran, pero al ver su cara sé que no me trae buenas noticias.- ¿Qué pasó?- El imbécil se escapó otra vez - me lleno de ira y doy un golpe a la pared.- ¡Maldito infeliz! ¡Quiero matarlo!- Yo también, pero ahora tú tienes que estar calmado para Gabriella y para Alana.- ¿Cuándo se acabará esta pesadilla?- Hermano, sabes que en este negocio muy pocas veces tenemos paz.- Lo sé, pero no me gusta exponer tanto a mi familia. Esta es la segunda vez que Gabriella sale lastimada por mi culpa.- No fue tu culpa, Dante - en ese momento el médico sale con una libreta en mano.- ¿Familiares de la señorita Gabriella Morelli?- Nosotros - digo acercándome a é
Estamos en casa con Fran y Luna, celebrando nuestro compromiso y también que estaba embarazada.- ¿Ya le contaron a la pequeña Alana? – pregunta Fran mientras toma una copa de vino.- Aún no, pero sé que estará encantada con la noticia.- ¿Y cuándo será la boda? – pregunta Luna.- En dos meses – respondo feliz.- Genial, así podremos organizar bien la boda. Tiene que ser una boda maravillosa.- Primero debes concentrarte en casarte, ya es este fin de semana – digo emocionada.- Sí, estamos muy felices, ¿verdad que sí, amor? – Luna mira a Fran y este le sonríe con cara de enamorado.- Muy feliz – en ese momento se escucha a una persona, mejor dicho, a una chica, que cuando llega al salón todos se quedan sorprendidos al verla.- ¡Matilda! – grita Luna corriendo hacia ella. Veo a Dante y este parece algo sorprendido, igual que Franco.- ¿Cuándo pensaban decirme que estábamos tan cerca? Son unos malos amigos – en ese momento ambos hombres reaccionan y se acercan a ella dándole un abrazo.-