Hoy es el gran día. Hoy salimos a nuestras preciadas vacaciones en familia. Todos estamos muy emocionados, en especial Alana, que no ha parado de preguntar cuándo nos vamos. El destino que Dante eligió fue Cartagena en Colombia, así que me voy con unos shorts y una blusa que deja ver un poco mi abdomen.Termino de empacar unas cosas en mi bolso cuando siento unas manos acariciar mi cintura y luego bajar hasta mis piernas desnudas.- Te ves jodidamente sexy con esa ropa - me volteo quedando frente a él, el amor de mi vida, que me sonríe con coquetería.- Me alegra que te guste - Dante comienza a dejar besos por mi cuello y luego por mi escote, pero unos toques nos interrumpen.- M****a - dice él - adelante. Aparece Luke, que nos mira algo apenado porque debe saber lo que estábamos a punto de hacer.- Señor, todo está listo.- Perfecto, ya bajamos - Luke toma las maletas que tenía en la cama, mientras que Dante y yo salimos para ir por Alana a su habitación, donde se encuentra jugando co
Dante entra conmigo cargada al super barco pirata, le digo yo, "porque se parece al barco de piratas del caribe". Dante me deja en el suelo y luego se comienza a escuchar música lenta.- ¿Me concede este baile, señora Giordino?- Encantada, señor Giordiano. - Dante coloca su mano en mi cintura y me pega a su cuerpo, mientras yo dejo mi cabeza en su pecho disfrutando de su cercanía, mientras nuestros cuerpos se mueven al ritmo de la música.- ¿Eres feliz? - Lo miro a los ojos y acaricio su mejilla.- Muy feliz. Tú y mis hijos son mi felicidad. Sin ustedes, mi mundo sería oscuridad total.- Te juro que me encargaré de que esa felicidad nunca se vaya. No te puedo prometer que todo será color de rosa porque sabes la vida que tengo, pero sí te prometo que cuidaré de ti y de mis hijos. Ustedes son lo más valioso que tengo en esta vida y no pienso perderlos. - Cuando dice eso último, lo dice con algo de tristeza y sé que se refiere a Valerie. Ahora podría decir que ya no siento celos o rabia
Miro sin poder creer lo que estoy viendo, Valerie está viva, esto es increíble.- ¿Cómo? - es lo único que sale de mi boca.- Tú debes ser Gabriella - dice ella separándose de Dante, quien no deja de mirarme - debo darte las gracias por haber cuidado de mi hija todo este tiempo - ella toma mi mano y luego me da un abrazo fuerte, pero yo estoy tan shockeada que no soy capaz de corresponder.- Tú estás muerta.- No lo estoy, les hice pensar que estaba muerta, pero estoy muy viva, Gabriella.- Pero ¿por qué lo hiciste? Sabes cuánto sufrieron todos con tu partida... Dante quedó destrozado.- Lo sé, pero mira, encontró a alguien que lo hiciera volver a la vida y ahora le darás otro hijo - dice señalando mi vientre.- ¿Por qué? - vuelvo a preguntar.- Nuestra vida no era fácil, había muchos enemigos que querían muerto a Dante y a mí también, pero había uno que nunca pensé que me fuera a traicionar: Adam - Dante se levanta furioso.- ¡SABÍA QUE ESE IMBÉCIL NO TENÍA BUENAS INTENCIONES CONTIGO
Llevaba encerrada horas en la habitación del hotel donde me estoy quedando. Quise ir a casa de Mari, pero no quería ser una carga para ella, así que mejor decidí venir a un hotel, conseguir un empleo y luego alquilar un apartamento para que mi bebé tenga un hogar donde estar bien.Al fin, luego de tanto tiempo, decido pararme y buscar el empleo que necesito. Salgo del hotel y comienzo a caminar hasta que veo un letrero que dice que solicitan una mesera en una cafetería.- Bueno, esto puedo ser - voy a la dirección que aparece y cuando llego veo que la cafetería es grande. Me acerco a la barra y le digo a la chica que está atendiendo: "Hola, estoy aquí por el empleo de mesera". Ella me mira raro y luego mira mi vientre abultado.- No creo que te acepten, pero ya llamo al jefe - adiós a mis esperanzas de conseguir empleo. Me quedo esperando ahí unos 10 minutos hasta que aparece un hombre de unos 30 años.- Hola, yo soy Lucas, soy el dueño de la cafetería. Pasa, por favor - paso a la ofic
Desde que llegamos al hospital, no he parado de llorar solo de pensar que mi bebé puede morir. Todo esto es culpa mía, debí cuidar mejor de él. Soy una mala madre.—Nena, no llores más. El bebé estará bien —coloca una mano en mi vientre y lo acaricia.—¿Cómo lo sabes? ¿Viste toda esa sangre? —la doctora entra y me pide que levante mi blusa.—Bien, vamos a ver cómo está el bebé —sin pensarlo, tomo con fuerza la mano de Dante mientras la médica coloca el gel y comienza a pasar el aparato por mi vientre. La habitación se llena del sonido del corazón de mi bebé y siento cómo el alma me vuelve al cuerpo.—Ahí está tu bebé, fuerte y sano —comienzo a llorar de felicidad y me pego al cuerpo de Dante para abrazarlo.—Te lo dije, mi amor.—Doctora, ¿por qué tuve ese sangrado?—¿Has estado muy estresada? —Dante y yo nos miramos en ese momento y puedo ver en su cara una expresión de culpa.—Un poco, doctora.—Gaby, tienes que estar relajada. El estrés le hace mal al bebé. Procura no tener emocione
Cuando menciono el nombre de Manuel, Luna de inmediato le grita a Luke:- ¡Luke! - Luke llega corriendo y al verme pálida se preocupa.- Señora, ¿está bien?- Él está aquí. - Se escucha un fuerte disparo y veo cómo Luke cae herido al lado mío.- ¡LUKE! - Luna y yo gritamos horrorizadas mientras todos corren a un lugar seguro.- Luke, estarás bien, te lo prometo. - Veo cómo Manuel se acerca hacia nosotros y puedo ver el fin. Ahora sí, él acabará conmigo.- Hasta que te vuelvo a ver. - Luna y yo nos quedamos calladas porque estamos muertas de miedo. - Y mira nada más, estás embarazada, qué ternura. - Él estira su mano con la intención de tocar mi vientre, pero yo se lo impido apartándome de él.- ¿Qué quieres, Manuel? - No sé de dónde saqué la fuerza para que mi voz sonara tan segura.- Acabar con Giordino, y qué mejor forma que matando a su mujer y a su hijo. - Él me apunta y luego veo a Luna que está llorando.- Por favor, Manuel, no hagas esto, es solo un bebé, no merece morir.- Todo
Ya me encontraba aterrizando en Alemania, cuando bajé del avión tuve que cubrirme bien con mi abrigo porque hacía un frío del demonio y lo último que quería era resfriarme.- ¿Señorita Morelli? - Un hombre alto de unos 40 años con un buen traje me llama.- Sí, soy yo.- Vengo de parte del señor Giordino. Yo la llevaré a la casa del señor Luciano. - Solo asiento y él toma mi maleta subiéndola a un auto. El hombre maneja durante unos 20 minutos hasta que llegamos a una casa enorme pero muy hermosa con un estilo rústico.Una señora me recibe en la entrada de la puerta y unos hombres toman la maleta.- Buenos días, señorita Morelli. Mi nombre es Jenny y soy la ama de llaves.- Gracias, Jenny. Y puedes llamarme Gabriella o Gaby.- Está bien, Gaby. Bueno, el señor la espera en el despacho así que sígame. - Camino detrás de Jenny pero no dejo de observar cada detalle de la casa. Todo es demasiado hermoso. Llegamos a una puerta grande y Jenny me indica que pase.- ¿Hola? - Observo el despacho
Despierto con unas enormes ganas de comer fresas con crema y, como sé que Dante ya se debió ir, busco a Luciano, que es el que me da mis antojos.- Luciano - camino por el pasillo pero no lo veo - ¡LUCIANO! - por dios, ¿dónde se metió este hombre? En ese momento, aparecen ambos hombres con los rostros cubiertos de preocupación.- ¿Nena, estás bien? - ¿qué hace Dante aquí?- Gaby, ¿estás bien? - miro a Luciano y asiento.- Sí, es que tenía antojo de fresas con crema y te estaba buscando, pero no te encontraba - noto cómo Dante se pone tenso pero no dice nada.- Está bien, ya voy por tus fresas con crema - antes de que Luciano se vaya, Dante lo detiene.- Yo le cumpliré el antojo a mi mujer, váyanse, Gaby - miro a Luciano y este solo me regala una sonrisa. Bajo con Dante y me siento en la cocina viendo cómo saca las fresas y las lava. Veo que te llevas muy bien con Luciano.- Sí, él nos ha cuidado muy bien a los dos - todo el cuerpo de Dante está tenso pero no dice nada.- Ten, aquí está