otro día abrí los ojos y recordé mi encuentro con Julián en la cafetería. Me sentí mal por él al haber llevado a Evans pues se notó a leguas que fue un momento muy incómodo. Al decir verdad para los tres. Pero Evans me pidió que lo acompañara a hacer sus terapias y se ofreció a ir conmigo para luego irnos directo a la clínica. Al principio fue un poco raro y estuve a punto de negarme pero ahora que estamos juntos quiero ser lo más transparente posible con él y finalmente accedí. Pero las palabras de Julián pesaron sobre mi corazón pues pude ver qué muy ciertamente estaba bastante afectado. Suspiro distraída con mis pensamientos y finalmente me levanto. Voy al baño y tras cepillar mis dientes me doy una ducha fría. Ayer Evans me pidió que nos casemos en un mes. Me invitó a cenar y me sorprendió con un anillo. Algunos curiosos tomaron fotos y creemos que no hubieron reporteros. Desde el juicio y mi divorcio no dejan de sorprenderme de vez en cuando y hacerme preguntas incómodas. Es muy
Finalmente llega el día de la boda. Estoy tan nerviosa. Dayanna se decidió ahora sí a venir y me ayuda a vestirme. Finalmente observo mi figura vestida de blanco frente al espejo. Sonrío fingido mientras mi corazón está muy acelerado y las ganas de llorar amenazan con arruinar el maquillaje. —Luces muy hermosa. Pero no luces feliz. ¿ Estás segura de querer hacer esto, Laura?—pregunta y entonces lo que temía pasa. Rompo en llanto. Ella corre a buscar toallitas de papel y seca mis lágrimas. —Lo sabía, no es lo que quieres. No seas tonta, no tienes que hacer esto. Estoy segura de que Evans lo va a entender. — No digas esas cosas Dayanna. Claro que deseo hacerlo. Evans ha sido un hombre maravilloso, me ama y a los niños. Lloro porque todas estoy muy sensible, por todo lo que me ha pasado últimamente Pero no voy a plantar a Evans. No podría vivir con eso— digo. Ella suspira y asiente. …Papá me entrega en el altar a mi prometido. Entonces él me mira con ojos apasionados. Está tan co
Julián. Me levanto al día siguiente dispuesto a seguir con mi vida. Con un intenso dolor de cabeza y una opresión en mi pecho , Pero nada que unos calmantes y un arduo dia de trabajo no remedien. Así que me levanto resuelto a poner mi mente en otra cosa y continuar adelante. Voy a la empresa poco después. Caroline me trae un café cargado y le pedí un par de emparedados para desayunar. En vista de que Laura se ha casado llamo poco después a la abuela y le digo que desde hoy me quedaré unos días con ella. Eso mientras consigo una casa adecuada para mí y los niños cuando vayan a quedarse. Más tarde Caroline entra de nuevo ante mi llamado. —¿No hay juntas programadas para hoy?— Le pregunto. —No señor, ya revisé. Una está asignada para mañana y las otras dos para el viernes— pronuncio una maldición y ella me mira con cautela. Parece paralizarse ante mi mal humor. Me mira petrificada. — Ya por favor mujer que no voy a morderla. Hágame un favor, llame a los miembros del comité ejecutiv
Llego a casa de Leonor en la noche y me entero que Laura pasó por los niños en la tarde. Así que aprovecharé de hablar con Leonor y preguntarle si sabía sobre la supuesta enfermedad del esposo de Laura. Ella está en su habitación, parece tener jaqueca. — Puedo venir después abuela. No deseo contrariarte. — No para nada, más bien tu presencia me alivia mucho, ya no estaré sola en esta enorme casa, mira que Laura ha echo su vida y se llevó a mis pequeños, eso es lo que me tiene un poco triste. Pero ya sabes cómo soy, mañana estaré bien. — No te preocupes abuela. Los traeré seguido a verte. Por cierto, sobre Laura, hay algo que necesito preguntarte. — ¿Qué quieres saber?—¿ Es verdad que Evans estuvo luchando contra el cáncer?—Ah, si, es verdad, creí que estabas al tanto. Salió en los diarios algunas veces. —Sabes que evito leer cualquier cosa que me hable de ellos, abuela— digo pensativo. Entonces la observo y tras suspirar sonrío tenue. —¿Crees que ella se casó con él por lasti
— El señor Evans ha tenido una recaída muy crítica. Un nuevo tumor se ha formado con una velocidad alarmante. Haremos más estudios para descartar que sea el cáncer de nuevo— dice y tambaleo. Julián me sostiene y no puedo hablar. Solo le digo que deseo sentarme. Él me ayuda a hacerlo ya que estoy temblando y creo que mis piernas fallaran en cualquier momento. Entonces miro al doctor. —No es posible. Salió bien en los últimos estudios doctor — digo con mi mirada nublada por mis lágrimas. Mis manos están frías como hielo y mi corazón muy agitado.— Estoy tan sorprendido como usted. Se supone que no volviera a aparecer. Pero los estudios seguramente determinarán que fue lo que sucedió. Lo lamento señora — Me dice. Luego nos advierte de que debe quedarse internado un tiempo mientras le hacen estudios especiales y se va a seguir en sus rondas. Empiezo a llorar desconsolada. — No puede ser. No puede ser… Evans, Dios mío ¿Por qué?—Me lamento ante la mirada perpleja de Julián. — Lo lament
Los meses transcurren y hoy me encuentro sentada en la banqueta de la ciudad después de una ardua mañana. Intento descansar no solo físicamente sino también mentalmente. Miro en mis manos las bolsas con las muchas medicinas para Evans. Suspiro triste recordando ese horrible día donde tuve que darle la peor de las noticias. Él trató de mostrarse fuerte ante mí pero más bien se desmoronó , miré su semblante afectado y aterrado mientras él a su vez me miraba buscando una pizca de equivocación de mi parte. Hoy cinco meses después me encuentro abatida, tratando de imaginar un futuro mejor a su lado. Uno que no llegará pues el tratamiento en Houston no pudo servir para Evans. Si, el doctor Simons es una eminencia, Pero fue sincero con nosotros y no pudo ofrecernos mayor esperanza. Respiro hondo y una lágrima resbala por mi mejilla. Hace meses que no se de Julián. Decidí no tenerlo cerca y él estuvo de acuerdo. Lo extraño un montón y aunque su presencia sería para mí un consuelo enorme,
Los médicos lo estabilizan y más tarde ambos estamos acostados. Lo abrazo mientras miro o finjo mirar una serie televisiva. De repente lo oigo sollozar y corro a encender la luz. Lo miro y su semblante es muy decaído. Tomo su mano y la aprieto. — Todo va a estar bien. Te lo juro cariño. — No , Laura, no todo va a estar bien…— Me mira con gesto desolado. — No quiero dejarte — susurra y logra quebrar mi coraza. Mis lágrimas salen y tomo su mano. La beso. — Nunca me vas a dejar. Nunca porque pase lo que pase tu recuerdo siempre estará aquí — toco mi corazon. — Dándome fuerzas — Él llora un poco pero más tarde vuelve a ser el hombre animado que siempre ha sido. A mitad de la noche ninguno puede dormir. Así que vemos una película a muy bajito volumen para que las enfermeras no se den cuenta. Es una película de aventuras pero la pareja se escapan de sus respectivas casas y pasan la noche en una montaña , hacen un picnic y miran el amanecer juntos. Él sonríe. Entonces suspira mirándome
— No deseo hablar de él, no en este momento — Le digo y sonrío forzado. Él suspira, toma mi mano y la besa. Es verdad que desearía con todas mis fuerzas algún día poder darme una oportunidad con Julián. Pero ahora mismo pensar en ello me parece descabellado. Evans vive y no quiero hacer planes sobre su fallecimiento. Mucho menos planes de rehacer mi vida. Tal vez pase mucho tiempo antes de poder hacerlo. — En algún momento tenemos que hablarlo y creeme que no tengo tanto tiempo para esperar Laura— respiro hondo. Oírle decir eso me parte el alma. Aprieto su mano. —Lo haremos. Pero no hoy ¿ Sí? Hoy miremos las estrellas y disfrutemos este momento que es solo nuestro. Sonríe con calidez. — Está bien…— hace una pausa. — Pero, hay algo que quiero contarte Laura. Algo que se que te va a ayudar a decidir cuando yo no esté. —Te escucho. Puedes contarme lo que quieras— Lo miro con ojos atentos. — Hace cuatro años me iba a casar Laura— Nunca me dijo eso. Lo miro con semblante curioso.