Veo a Federico y este está hecho una furia. Este sale disparado a la puerta, pero yo corro y lo detengo.\- Por favor, no cometas una locura.\- ¡Le partiré la cara a ese imbécil! - Greg sigue gritando y pateando la puerta, haciendo que la rabia de Federico crezca, así que este abre la puerta dejando ver a un Greg colérico. Pero este no espera a que Federico diga algo, simplemente le estampa un puñetazo en la cara, haciendo que caiga al suelo.\- Por Dios - digo horrorizada.\- ¡Te dije que te partiría la cara! - Ayudo a Fede a levantarse y Greg me mira con ganas de asesinarme.\- Greg, vete, no causes problemas.\- ¡Tú, cállate! ¿Te divertiste siendo una perra? - ¡Joder, eso sí que dolió!\- ¡No le hables así! - Federico lo estampa contra la pared y le da un puño en la cara.\- ¡De tantas mujeres que hay, justo te tenías que fijar en ella!\- Primero fui yo antes que tú. Ella es mía y siempre lo fue - Greg se suelta y aprovecha ese momento para tirarse encima de Federico.\- ¡Basta ya
Despierto con un tremendo dolor de cabeza, pero al abrir mis ojos me doy cuenta de que estoy en un cuarto oscuro.\- ¿Dónde estoy? - Estoy asustada, no, yo diría horrorizada. Lo último que recuerdo es a Luciana con un hombre. La puerta se abre dejando ver a un hombre calvo y muy alto.\- Párate, el jefe quiere verte.\- ¿Dónde estoy? - Este se voltea y me sonríe.\- Pronto lo sabrás, ahora párate. - Me levanto y él agarra mi brazo con fuerza mientras soy arrastrada por unos pasillos hasta llegar a una oficina.\- Aquí la tiene, jefe. - Cuando la silla se gira, veo a un hombre gordo de unos 60 años. Este se levanta y mira mi cuerpo de una manera lujuriosa.\- Quítale la ropa.\- ¿Qué?\- No, no. - El hombre que me trajo me rompe la blusa de golpe, pero yo me niego a que me quiten los pantalones. Otro hombre viene y me sostiene.\- ¡No, déjenme! - Quedo solo en ropa interior y el hombre panzón se acerca y acaricia mi cuerpo, lo que me hace dar unas arcadas fuertes.\- Definitivamente, tu
POV OliviaUn mes después¡Un mes! Ha pasado un jodido mes en este infierno. Este lugar es horrendo. Las primeras semanas fueron las peores. Creo que perdí la cuenta de cuántos hombres me han violado. En una noche pueden abusar de mí hasta 8 personas. Me siento sucia, deshecha. Todo esto ha quitado mis ganas de vivir, pero algo muy, pero muy dentro de mí tiene la esperanza de ser encontrada por Federico.- Oli, hay que arreglarnos hoy viene un cliente muy importante - asiento y tomo el traje que me dieron hoy.- Estás muy delgada, Oli. ¿Estás comiendo bien?- Caro, no me da hambre.- Tienes que alimentarte, no queremos que enfermes - dice Leticia dándome un abrazo. La verdad es que durante este mes las chicas se han vuelto un apoyo para mí, como si fueran mis hermanas.- Lo intentaré.- ¡Al escenario! - grita el guardia y todas hacemos caso. Primero fue Leticia y luego las otras chicas. A mí me dejaron de última.- Va tu turno, hermosa - tomo aire y subo al escenario. La música comienz
Llevo aproximadamente dos semanas encerrada en una habitación con solo una ventana que da al jardín. Cuando Mariano me trajo aquí, le rogué, le supliqué que me dejara ir, pero está empecinado conmigo y no está dispuesto a soltarme. Todos los malditos días ruego para que Fede me encuentre, pero estoy consciente de que Mariano es un hombre peligroso, capaz de matar a Fede, y eso no lo podría soportar.- Niña, aquí está su comida - entra Mirian, la señora que atiende la casa desde el primer momento que llegué. Ella ha sido de gran apoyo para mí.- "No tengo hambre, Mirian.- Mi niña, tienes que comer, estás muy delgada. Al señor no le va a gustar verte así cuando llegue. -Ah, sí, se me olvidó mencionar que él se fue de viaje y dio órdenes de no dejarme salir hasta que él regresara.- No quiero que me hables de él - digo enojada.- Tranquila, no te alteres, te dejo la comida. - Mirian sale y me empiezo a sentir mal por tratarla así, pero es inevitable no sentirme enojada cuando se trata de
No puedo creer que Fede esté aquí conmigo.- Fede, llévame contigo, te lo suplico.- Lo haré, nena. Pronto estaremos juntos, pero tienes que ser paciente.- No puedo, ya he sido muy paciente. No sabes por todo lo que me ha tocado pasar. Yo... - comienzo a llorar, y él me abraza para tranquilizarme.- Nena, escucha, tienes que ser fuerte. Pronto te sacaré de aquí.- Fede, Mariano es un hombre peligroso. Te puede hacer algo.- Yo también me vuelvo una persona peligrosa cuando se meten con lo que me importa. - Me vuelve a besar mientras toma mis caderas, pegándome contra la pared, hasta que la voz de Mariano se hace presente.- ¿Olivia, estás bien?- Sí, ya salgo. - Miro a Federico y le doy un último beso.- Ven por mí, te lo suplico.- Pronto estaremos juntos. - Salgo del baño y veo que Mariano me mira con mala cara.- ¿Por qué tardaste tanto?- Me estaba retocando el maquillaje. - Digo algo molesta, pero él toma con fuerza mis brazos.- Cuida tu lengua, Olivia.- ¿Interrumpo algo? - sal
Me despierto al sentir un fuerte golpe que proviene de la parte baja de la casa. Sin pensarlo, salgo de la cama y corro escaleras abajo. Me encuentro a Mariano con la mano llena de sangre.- ¡Por Dios! ¿Qué pasó?- Nada, no pasó nada.Cuando veo el piso, me doy cuenta de que reventó la copa de vidrio con su mano. Voy al baño, saco el botiquín y le digo:- Pásame tu mano, hay que curar eso.Mariano me pasa la mano y mira cada cosa que hago.- ¿Por qué estás siendo buena conmigo?- Porque no soy una mala persona. Más bien dime, ¿por qué hiciste esto? - Mariano se tensa y me hace mirarlo a los ojos.- ¿Te divertiste con tu amorcito?¡Él vio a Fede! Dios, siento cómo la sangre abandona mi cara.- Tú... ¿qué dices?- Esta mañana, mis hombres me informaron de la entrada de ese hombre a la casa y cuando lo vi bien, me di cuenta de que era Federico. Dime, Olivia, ¿te divertiste anoche?Toma con fuerza mi brazo, haciendo que suelte un grito de dolor.- ¡Basta, me lastimas!- ¿Qué quieres? ¿Quie
Pov FedericoEstoy esperando en la sala de espera mientras camino de un lugar a otro esperando noticias de Olivia. Cuando llegamos al hospital, ella había perdido mucha sangre y tenía poco pulso.- Federico, deja de caminar de un lugar a otro, que me pones más nervioso.- No puedo, Gregorio, necesito saber que Olivia está bien - En ese momento entran Aleja y Víctor con cara de preocupación.- ¿Dime que está bien mi amiga? - dice Aleja mientras llora.- No lo sé, aún no sé nada de ella.Me siento en una silla derrotado y luego siento una mano.- Ella estará bien, la pequeña es fuerte.Le doy una media sonrisa a Víctor, pero mi celular suena y es mi amigo Max.- Fede, qué bueno que respondes. Me enteré de la captura del mafioso. ¿Todo está bien?- No, Max, Olivia está en el hospital. Ese desgraciado le disparó.- ¿En qué hospital estás?Le digo el nombre y este me cuelga.Pasan las horas y escucho que alguien grita mi nombre, así que alzo la mirada y veo a mi amigo correr hacia mí. Cuand
Llevo ya dos semanas fuera del hospital y creo que todo este tiempo ha sido difícil para mí. Los primeros síntomas del embarazo empezaron a aparecer, así que las náuseas se hacen presentes a cada rato. Mi relación con Fede se acabó por completo. Vivimos en la misma casa solo por el peligro que corro, porque de resto soy un cero a la izquierda para él. Solo cruzamos pocas palabras porque él se encierra en su despacho o sale todo el día, llegando muy tarde.Me levanto temprano y me doy una ducha. Cuando salgo, me pongo unos pantalones y una blusa.—Hola, Rosario —Rosario es la empleada que contrató Federico.—Hola, Olivia, ¿cómo amaneces?—Bien, con mucha hambre.—Ya está tu desayuno. El señor también ya baja.—¿Está aquí? Qué sorpresa.—Sí —en ese momento lo veo bajar con su perfecto traje. Se sienta al lado mío y me dice:—Buenos días, Olivia —seco como siempre.—Buenos días —Rosario nos entrega el desayuno y cuando me meto el primer bocado, siento las ganas de vomitar... ¡joder, ahora