Rose
No lo puedo creer, justo delante de mí tengo al idiota al que le tiré la cerveza. Este me mira sorprendido y con un toque de enfado.
- ¿Se conocen? - pregunta mi padre.
- No, solo nos vimos una vez - le digo, mientras observo cómo este se tensa.
- Bueno, querida, déjame presentarte a los nuevos guardias de seguridad - ambos hombres se paran y se arreglan sus trajes.
- Este es Liam, será el guardaespaldas de tu madre - sí que era lindo, extiende su mano y rápidamente yo se la recibo.
- Un placer, señorita Hilton - tiene una hermosa sonrisa y ni hablar de sus ojos.
- Dime Rose.
- Y este es James - James extiende su mano y yo se la recibo - él cuidará de ti, Rose. Cuando mi padre dice eso, aprieto sin querer la mano de James, haciendo que este suelte un gruñido.
- Lo siento - digo bajito.
- Bueno, un gusto conocerlos. Papá, tengo que ir a la universidad, así que adiós.
- Hija, James va contigo. ¡Joder, lo que faltaba!
- Ok, en 20 minutos salimos - esta vez lo miro a él y este asiente con su mirada seria.
Subo a mi habitación maldiciendo por la mala suerte que tengo, saco ropa de mi guardarropa y me la coloco rápidamente.
Bajo las escaleras viendo a James parado en la puerta.
- Vámonos - este abre la puerta del coche y después entra él. El recorrido resulta algo incómodo, así que decido romper el hielo.
- James, así te llamas, ¿verdad? - este mira por el espejo y parece como si me penetrara con la mirada.
- Sí, señorita.
- No me digas señorita, llámame Rose.
- Es mejor así, señorita - y dale con el maldito señorita.
- Oye, sé que no nos conocimos de la mejor manera, pero me gustaría que nos llevemos bien, ¿te parece?
- Señorita, yo no vine a ser su amiga, vine a protegerla - ¡Auch, eso dolió!
- ¿Ah, sí? ¿Y protegerme de qué? No veo ningún peligro.
- Su padre hablará después con usted - llegamos a la universidad y lo primero que veo es a Tom corriendo hacia donde estoy.
- Preciosa - este me carga en boladas y me da varias vueltas.
- Ya bájame, Tom - digo riendo, pero alguien lo para bruscamente.
- La señorita le acaba de decir algo - veo cómo James fulmina con la mirada a Tom, que rápidamente me suelta, pero después lo mira a él.
- ¿¡Quién te crees para decirme eso!? - Tom se acerca peligrosamente a James, entonces decido interferir.
- ¡Tom, basta! Es mi guardaespaldas - este se voltea y me mira confundido.
- ¿Guardaespaldas? ¿Es en serio?
- Sí, ven, vamos adentro - tomo su brazo y James nos sigue, pero a distancia.
- Vaya, amiga, que guardaespaldas tienes, es todo un bombón - dice Mila mientras Tom hace mala cara.
- ¿Crees que me dé bola?
- Mmm, no creo, amiga, es muy serio.
- Preciosa, ¿qué te parece si voy hoy a tu casa y vemos una película?
- Claro, a las 6 p. m.
- Ok, adiós chicas - se despide con un beso y Mila me mira con malicia.
- Así que van a ver películas - me mira con su rara cara de perversión.
- No vamos a hacer nada, por Dios, estaremos en casa de mis padres.
- ¿Y quién dijo que no se puede tener sexo en casa de tus padres? - le doy un golpe en el brazo, mientras nos reímos.
- Cállate, Mila - en eso aparece mi sexy guardaespaldas, esperen, ¿dije sexy?
- Señorita Rose, su padre la solicita en casa - miro a Mila y veo cómo esta está embobada mirando a James.
- Mila, me tengo que ir, nos vemos luego.
- Suerte con tu película - al parecer, James no entendió nada porque puso su cara de confundido.
Al llegar a casa me informan que vaya al despacho. Cuando entro, veo a mi madre con los ojos rojos.
- Mamá, ¿estás bien? - me siento a su lado, tomando su rostro.
- Hija, tenemos que hablar - cuando mi padre me dijo eso, supe que lo que tenía que decirme era grave.
- ¿Qué pasa, papá? Habla ya.
- Hija, hace unos días me enviaron una carta amenazándome con matarte.
- ¿¡Qué!? ¿Quién haría eso?
- Hace un mes vinieron unos hombres a mi hotel ofreciéndome que dejara vender droga en mis hoteles y ayudara a lavar su dinero, pero yo me negué rotundamente y ahí están las consecuencias - mi madre toma mi mano y yo le doy una leve sonrisa para que esté tranquila.
- Ahora me amenazan si no lo hago.
- Papá, no puedes permitir que ellos se salgan con la suya. No dejarás que esa porquería entre a tus hoteles.
- Y eso haré, mi pequeña, pero ahora necesito protegerlas a ambas. Por eso quiero que le hagas caso a James y procures no exponerte mucho.
- De acuerdo, papá, no te preocupes.
Salí de su despacho con la mente en blanco. Todo lo que me dijo mi padre me dejó algo afectada. La verdad, no quería que le pasara nada a ellos.
- ¿Estás bien? - levanto mi vista y veo a James parado en la puerta.
- Este sí.
- ¿Y por qué lloras? - ¿Estoy llorando? Toco mi cara y sí, es verdad, había una lágrima en mi mejilla. Dios, ¿cuándo empecé a llorar?
- No pasa nada - a él parece no convencerle mucho, pero no dice más. Subo a mi cuarto para darme un baño y verme con Tom.
Estoy acostada sobre el pecho de Tom, viendo una película de acción que la verdad ni siquiera he entendido.
- Oye, Tom, esta película me parece muy aburrida.
- Sabes algo, preciosa, a mí tampoco me gustó - ambos nos reímos, pero después Tom comienza a acercar su rostro al mío.
- Dime que pare y lo haré - su voz suena ronca y está cargada de promesa carnal.
- No lo hagas.
Este coloca sus labios sobre los míos, mientras se posiciona encima de mí, haciendo que nuestros cuerpos se rocen. Nuestras lenguas hacen una pequeña danza, mientras que sus manos me recorren cada parte de mi cuerpo. Con rapidez se retira la camisa y después me coloca encima de él.
- Eres preciosa - levanta mi camisa con cuidado, mientras pasa su mano por mi abdomen. Pero cuando sus manos están a punto de llegar a mis pechos, la puerta se abre de golpe dejándome ver a un James muy enojado.
- ¡¡LARGO DE AQUÍ, IMBÉCIL!!
James agarra a Tom del brazo y lo detiene de golpe.—Oye, imbécil, suéltalo —le digo furiosa, pero veo cómo los ojos de James pasan de mi cara a mis pechos, y en ese instante me doy cuenta de que no tengo camisa.—Mejor tápate. Y tú, imbécil, ¡largo de aquí! —Tom recoge sus cosas y le hago una cara de disculpas. Me pongo la camisa bajo la atenta mirada de James.—¿Podrías dejar de mirarme mientras me visto? —digo algo molesta.—No quiero que vuelvas a meter a ese tipo en tu cuarto.—¿Perdón? Solo llevas conmigo unas jodidas horas y ya te crees con derecho a decirme qué hacer. —Este tipo me tiene cansada. Maldito el día en que a mi padre le dio por contratarlo.—Tu padre me dio la autorización de intervenir a mi modo, así que no quiero que vuelvas a meter a ningún tipo en esta habitación.La rabia me gana, así que levanto la mano para darle un puñetazo, pero él es más rápido que yo y rápidamente me agarra de los brazos y me coloca contra la pared. Mi respiración se acelera al sentir su
Estoy preparando mi maleta para salir mañana de viaje. Al parecer, me voy a Los Ángeles a la casa de recreo que mi padre compró. Dijo que desde allí podría presentar mis exámenes y ver las clases que me pierda en la universidad, pero la verdad es que eso no me importa. Lo que me importa es que me alejarán de las personas que quiero y tendré que compartir con James un mes entero, pero solos, y si la cosa no se soluciona, tendré que quedarme más tiempo.- Hola, Mila - ahora estoy hablando con Mila por videochat.- No puedo creer que te vas a ir y me vas a dejar - dice ella llorando.- Lo siento, Mila. Yo no me quiero ir, pero es necesario - trato de no llorar, pero me es imposible. Mila y yo nos conocemos desde que tenemos 10 años; yo la considero como una hermana, y ella a mí.- Prometo ir a visitarte con Tom.- Por favor, no me dejes morir con el loco cascarrabias - se ríe desganadamente, igual que yo.- ¿Si piensas hacer lo que te dije? - La idea me resulta tentadora. Tal vez, si lo s
Después de que James se fuera al baño por como media hora, me quedé profundamente dormida hasta que sentí como alguien tocaba mi mejilla. Al abrir mis ojos, vi que era James.- Ya llegamos - dijo, como siempre con su mirada fría y poco expresiva.- Ok, gracias - respondí. Bajamos del avión y de inmediato sentí el calor de Los Ángeles.- ¡Qué calor hace!- No debiste venir con esa ropa - respondió James. Miré mi ropa y tenía razón.- Bueno, eso sí no te lo discuto. Mejor vamos rápido a la casa para cambiarme, o mejor dicho, meterme a la piscina - comenté.Nos subimos al carro y durante todo el trayecto ninguno de los dos habló. Al llegar a la casa, nos recibió una señora y una muchacha joven que no paraba de ver con descaro a James.- Señorita Rose, bienvenida. Mi nombre es Nora y esta es mi hija Luciana - dijo la señora. La chica me saludó de mala gana, mientras que a James le dio un sonoro beso en la mejilla.- ¿Puede enseñarme mi habitación, señora Nora? - pedí. Ella asintió y me lle
Han pasado una semana desde el accidente que tuve en la alberca. Afortunadamente, la herida sanó rápido y pude comenzar a caminar con tranquilidad. Todo este tiempo, James estuvo conmigo acompañándome. La verdad, no sabía si lo hacía por trabajo o porque en realidad le nacía ayudarme.Tomo una ducha y me coloco unos shorts y un crop top. Bajo a desayunar y, como de costumbre, está la perra de Luciana.- Buenos días, me gustaría desayunar.- Puedes hacerlo perfectamente - responde Luciana de forma tajante.- Pues quiero hacerlo sola.- Pues fíjate que no me quiero ir - doy un golpe a la mesa y me paro enojada, fulminándola con la mirada.- ¡Pero ¡quién m****a te crees para hablarme así! Me debes respeto - ella se ríe y niega con la cabeza.- No, eso jamás pasará. Tú solo eres un maldito estorbo.- Mira, estúpida, te recuerdo que estás en MI casa y, si no fuera porque le tengo aprecio a tu madre, ya te hubiera corrido de aquí.- ¿Crees que te tengo miedo? Eso jamás, y ¿sabes algo? Vete d
Me levanto temprano para ir a la universidad que me va a recibir mientras esté aquí en Los Ángeles. Me doy un baño y me coloco algo fresco, ya que hoy hace un calor del demonio.Bajo a desayunar y doy las gracias por no encontrarme con Luciana, pero me parece raro porque James no está. Tomo mi desayuno con tranquilidad, pero cuando termino, veo que se me hace tarde. Subo a su habitación, pero no hay nadie; es más, la cama está tendida como si no hubiera dormido en ella. Salgo de la habitación y comienzo a buscarlo por todas partes hasta que decido llamarlo. El teléfono empieza a sonar, pero me llevo una gran sorpresa al escuchar su celular en la habitación de Luciana. Rápidamente, sin preguntar, abro la puerta y lo que veo me deja en shock: la perra de Luciana está desnuda junto con James, dormidos en la cama.—¡James! —Este abre los ojos de golpe, pero parece desorientado. Primero me mira a mí y luego a Luciana, quien le sonríe, pero él se levanta de golpe.—¡¿Qué m****a pasó?! —Ella
James vuelve a besarme de una manera salvaje, como si estuviera ansioso. Yo intento separarme, pero algo dentro de mí no me lo permite. Así que, sin pensarlo, rodeo su cuello con mis brazos y lo pego más a mí. Él toma mis piernas y hace que rodee su cintura con ellas, y oh, por Dios, en esta postura puedo sentir su enorme erección. ¿Qué se sentirá tenerla adentro?- ¿Qué me estás haciendo, Rose? - pregunta James con la respiración agitada.- Lo mismo digo - respondo.Subimos a mi habitación y él me tumba en la cama, comenzando a dar besos por todo mi cuerpo, desde mi boca hasta mi abdomen, haciendo que de mi boca salgan varios gemidos. Pero, de repente, me acuerdo de lo sucedido con Luciana, así que lo paro de golpe.- ¡Déjame! – exclamo. Él me mira confundido y con la respiración agitada.- ¿Qué pasa? - pregunta, genuinamente confundido.- Pasa que te acostaste con la perra de Luciana - le digo, y él se tapa la cara con las manos como si estuviera frustrado.- Ya te dije que entre ell
Después de que Carol me dijera que Thom escondía algo, no pude dejar de pensar en eso. ¿Qué esconderá Thom? No creo que sea algo grave, ¿o sí? La puerta se abre, dejando ver a James.- ¿Puedo pasar?- Ya estás adentro. - Este cierra la puerta y después se sienta en la cama.- Te noto pensativa. ¿Pasa algo? - Sí, me pasa de todo. Me pasa tú, me pasa Thom y me pasa la amenaza.- No, todo está bien.- ¿Segura? - Este me mira como si no estuviera lo bastante convencido.- Sí, claro.- Ahora sí te mostraré las pruebas que tengo. - Este saca un mini computador, lo prende y después aparece una página con las cámaras de seguridad de la casa - Aquí está. - Da clic en un video y se ve a Luciana tomando un vaso de whisky al que le agrega una sustancia que no alcanzo a ver. En ese momento, aparece James por la cocina.- Te noto tenso, James. No debe ser fácil tratar con la princesita.- Tiene su carácter, pero me las apañaré. - ¿quieres un whisky? sé que te gusta.- Estoy en guardia.- Vamos, es
JamesHace 5 minutos no veo a Rose. Me di la vuelta para observar algo y, cuando me di cuenta, ella ya no estaba. Veo de lejos a su amiga Carol, así que voy hacia ella.— Carol, ¿sabes dónde está Rose?— Ella se fue con Thom, pero deberías ir a buscarla.— ¿Por dónde se fue?— Por el bosque — me señala el lugar, así que rápidamente corro hacia el bosque, pero como está tan oscuro, no logro ver nada.— ¡Rose! — grito, pero no recibo respuesta.— ¡Rose! —vuelvo a gritar, pero nada. Ahora sí me empiezo a preocupar; no sé por qué, pero siento que algo malo ha pasado. Prendo la linterna de mi celular y comienzo a buscar hasta que veo un cuerpo tirado en el suelo. Al mirar bien, me doy cuenta de que es el vestido que llevaba Rose, así que corro hacia donde se encuentra esa persona. Cuando la volteo, veo a mi pequeña Rose inconsciente, con múltiples golpes en el rostro y una herida en la cabeza.— Rose — la muevo, pero no responde. Con temblor en las manos tomo su pulso y veo que sigue ahí,