Estoy dándome una ducha rápida, ya que hoy volvemos a Londres. La verdad, estoy muy contenta y agradecida porque, por fin, todo terminó y ahora sí podré regresar a mi antigua vida, solo que con algunos cambios. Me coloco la ropa y salgo de la habitación.— Hermosa como siempre —le doy un beso apasionado a James y él me sonríe - Qué cariñosa estamos hoy.— Lo sé, solo estoy feliz de que por fin todo se haya acabado.— Sí, amor, hoy regresamos a Londres para empezar una nueva vida juntos. Por eso, te tengo una sorpresa, pero te la daré cuando estemos en Londres —hago un puchero y él se ríe.— Amor, quería preguntarte por la chica... ¿cómo se llama? Ah, sí, Mia —cuando James menciona a Mia, mi cuerpo se tensa y pienso en qué habrá pasado después de lo de ayer.— Paolo le pegó —él se coloca tenso.— Es un maldito, pobre chica.— Y no es solo eso, Paolo la compró. No sabes lo mal que me sentí por no poder ayudarla —él me abraza al verme algo triste.— Amor, por más que yo también quisiera,
Estoy bastante contenta en mi nueva casa. Hoy, James me levantó temprano para que viéramos juntos algunos detalles de la casa y, además, porque hoy invitamos a algunos amigos para que la conozcan y para anunciar nuestro compromiso. Me visto rápido y me peino un poco.—¡Amor, baja ya! —James, como siempre, con su voz autoritaria. Me imagino cuando tengamos hijos, ¿será que él querrá tener hijos? Después de la pérdida de mi otro bebé, nunca se lo he preguntado. Bajo las escaleras y lo veo con su teléfono.—Al fin, ¿qué tanto hacías?—Pues arreglándome, tonto —me da un beso y luego mira el anillo en mi dedo.—Vamos —subimos al carro y vamos al centro comercial para comprar lo que necesitamos para esta noche.Después de estar un largo rato, escucho una voz bastante conocida que me llama.—¡Rose! ¿Eres tú? —volteo y grito emocionada al ver a mi amiga.—¡Maia! —corro hacia ella y ambas nos fundimos en un abrazo.—¡Por Dios, tanto tiempo sin saber de ti! —dice ella con lágrimas en los ojos.—
Han pasado dos meses desde el anuncio de nuestro compromiso. Todo ha sido un caos buscando el lugar perfecto para la boda, pero afortunadamente lo encontramos. Ahora mi dilema es encontrar un vestido, así que hoy voy a ir a una casa de modas con Maia y Carol para elegir mi vestido y el de las damas de honor. Me termino de arreglar y salgo.Estoy en la casa de modas con Carol y Maia. Ellas están solo mirando vestidos a su gusto, pero la verdad es que mi gusto es muy básico, no tan extravagante.—Chicas, estos vestidos definitivamente no son de mi agrado, y la que se casa soy yo —digo. Ellas me miran y luego suspiran.—Lo siento, amiga, tienes razón. Hay que ver qué diseños te gustan a ti —caminamos más por toda la tienda hasta que veo un vestido que llama completamente mi atención.—Este es —ellas se detienen y miran lo que yo veo.—Es muy hermoso, amiga. Es sencillo, pero muy lindo, perfecto para ti —le decimos a la señora de la tienda que si nos colabora con el vestido. Ella me lleva
Me despierto al escuchar una máquina hacer ruido. Abro mis ojos lentamente y me doy cuenta de que estoy en una habitación de hospital. Intento moverme un poco hasta que escucho la voz de mi amado.—¡Rose! Cariño, qué bueno que estás despierta —besa mi frente y, cuando se separa, veo sus ojos rojos.—¿Estás bien? —digo, acariciando su rostro.—Sí, amor. Lo importante ahora eres tú.—¿Qué me pasó? —Cuando James va a hablar, la puerta se abre, dejando ver a un médico.—Buenos días, señorita Rose. Me alegra que esté despierta. Le haré una revisión para ver cómo se encuentra.—Ok —Este me revisa bajo la atenta mirada de James, pero aún no sé qué me pasó.—Doctor, quisiera saber, ¿qué me pasó?—Bueno, como le comenté al señor, usted está embarazada y tuvo una amenaza de aborto —mis ojos se abren como platos e instantáneamente pongo mi mano en mi vientre, que aún está plano.—¿El bebé está bien? —hablo con la voz rota.—Sí, señorita. Solo necesita que guarde mucho reposo, por lo menos un mes
El gran díaMe levanto con mucho ánimo, ya que hoy me caso. Va a ser una boda sencilla, pero no me importa; lo importante es que hoy seré la esposa de James, y eso me pone muy feliz. Al darme la vuelta, veo un hermoso ramo de rosas blancas con una nota que tomo rápidamente.Para mi futura esposa, espero que te gusten. Te amo, te veo en unas horas, ya ansío verte con tu vestido de novia. James.—Definitivamente te casas con un buen hombre —dice Carol, parada en la puerta con una sonrisa.—Tú no te quedas atrás, tienes a Liam, que te ama con locura.—¡Llegué yo! La chica más guapa —Carol y yo nos reímos por el comentario de Maia.—¿Lista para todo lo que hay que hacer? —dice Maia.—Más que lista —me meto a la ducha para darme un baño relajante y, luego de media hora, salgo.—¡Al fin! Pensaba que te ibas a arrugar ahí dentro —dice Carol.—Quería darme un baño relajante.—Bueno, ahora sí, vamos a peinarte y maquillarte —me coloco una bata y ellas comienzan a hacer su magia con mi cabel
Me despierto al sentir unas manos pequeñas tocar mi cara y sonrío porque sé quién es.- Papi, mami no se levanta - habla mi pequeña Analia.- Creo que sé cómo hacerlo - siento varios besos en mi cara y luego en mis labios, así que, sin poder evitarlo, correspondo al beso. James se separa y me sonríe.- ¡Mami! - chilla mi pequeña de 4 años, quien se tira encima mío.- Analia, pequeña, cuidado con mami - dice James acariciando mi vientre de 5 meses.- Hola, mi bebé - le doy besos en la cabecita.- Hola, mami, ¿puedo saludar al bebé? - dice mi niña observando mi pancita, así que, con cuidado, levanto mi camisa y dejo expuesto mi vientre mientras mi pequeña lo toca con sus manos y comienza a dar besitos.- Hola, hermanito, te quiero mucho, ya quiero conocerte - James y yo sonreímos al ver a nuestra pequeña interactuando con su hermanito.- Papi, habla con el bebé para que se mueva - dice Analia, entonces James se acerca y toca mi vientre.- Hola, campeón, soy papá, te quería decir que todo
Hoy es un día hermoso. Me levanto y me doy una ducha rápida para bajar a desayunar con mi familia.—Hola, buenos días —ambos me dan un beso en la mejilla, invitándome a sentarme con ellos.—¿Cómo estás, princesa?—Bien, papá, amanecí con mucha energía —digo emocionada, mientras ambos me sonríen.—Querida, ¿qué tal si ahora me acompañas a comprar unas cosas? —dice mi madre terminando su café.—Claro —mi padre se retira para ir a trabajar y yo me dispongo a hacer algunos trabajos pendientes de la universidad.Bueno, les contaré algo de mí. Tengo 19 años y estudio Administración de Empresas, ya que mi padre maneja una cadena de hoteles y quiere que, más adelante, tome yo el control de todo.Si me preguntan por mi físico, soy bajita, mido 1.62, tengo cabello castaño y mis ojos son color miel. No me puedo quejar de mi cuerpo, puesto que mi madre hace que lo mantenga en forma, así que mi cuerpo, como dice ella, es perfecto.—Hola, amiga —Mila me saluda por la cámara de la videollamada.—Mila
JamesMe levanto con un fuerte dolor de cabeza; la fiesta de ayer fue tremenda. A pesar de la niñita que se atrevió a tirarme el trago en la cara, juro que en ese momento quise estrangularla, pero me controlé por dos razones: primero, no le pego a las damas, y segundo, la niñata no estaba nada mal, al contrario, era muy hermosa.Antes que nada, me presento. Soy James Adam, tengo 29 años y soy excombatiente de las fuerzas especiales del ejército. Sin embargo, debido a un accidente que no quiero recordar, salí del ejército y ahora me dedico a ser el guardaespaldas de las familias más adineradas de Londres.Mi teléfono suena, así que lo tomo para contestar la llamada.—Hola, Liam.Liam es mi mejor amigo y también compañero en el trabajo. Nos conocimos hace algunos años cuando inicié en el trabajo como guardaespaldas, hasta que ambos decidimos crear una empresa de seguridad.—James, tenemos trabajo. Te quiero en media hora en el hotel Hilton.—Ok.Cuelgo la llamada y me levanto para darme