Estoy preparando mi maleta para salir mañana de viaje. Al parecer, me voy a Los Ángeles a la casa de recreo que mi padre compró. Dijo que desde allí podría presentar mis exámenes y ver las clases que me pierda en la universidad, pero la verdad es que eso no me importa. Lo que me importa es que me alejarán de las personas que quiero y tendré que compartir con James un mes entero, pero solos, y si la cosa no se soluciona, tendré que quedarme más tiempo.
- Hola, Mila - ahora estoy hablando con Mila por videochat.
- No puedo creer que te vas a ir y me vas a dejar - dice ella llorando.
- Lo siento, Mila. Yo no me quiero ir, pero es necesario - trato de no llorar, pero me es imposible. Mila y yo nos conocemos desde que tenemos 10 años; yo la considero como una hermana, y ella a mí.
- Prometo ir a visitarte con Tom.
- Por favor, no me dejes morir con el loco cascarrabias - se ríe desganadamente, igual que yo.
- ¿Si piensas hacer lo que te dije? - La idea me resulta tentadora. Tal vez, si lo seduzco y me vuelvo algo rebelde, lograré que él se vaya.
- Sabes, amiga, creo que sí lo voy a hacer. Vamos a seducir a mi querido James.
- ¡Esa es mi chica! - Mila y yo hablamos por dos horas más y, cuando dejamos de hablar, no pude evitar soltar varias lágrimas, pero entonces alguien entra y rápidamente las limpio.
- ¿Que no te enseñaron a tocar? - James aparece en mi campo de visión, pero al ver su cara percibo un toque de preocupación.
- ¿Estás bien? - se sienta a mi lado.
- ¿Quién te dio permiso de sentarte? - digo algo enojada.
- Rose, solo quiero ayudar, no te estoy atacando - él tenía razón, solo quería saber cómo estaba. Pero ¿quieren saber cómo estaba? Me sentía como una m****a, solo quería llorar y que me consolaran, así que mis ojos se empezaron a cristalizar. Sin que él se lo esperara, me lancé sobre él y me abracé a su cuerpo como si mi vida dependiera de él mientras varias lágrimas salían. Al principio él se tensa, pero después siento cómo sus brazos rodean mi cintura, haciendo pequeñas caricias.
- Todo esto me supera, James. Odio sentirme así de débil - James me separa un poco y hace que lo mire a los ojos.
- Rose, es normal que te sientas así; todo esto es mucho para una persona que llevaba una vida normal - acaricia mi mejilla y ahí está otra vez esa corriente eléctrica. No sé por qué, pero mi vista va a sus labios, y él hace lo mismo. Así que, poco a poco, nos vamos acercando, pero James, al notar lo que vamos a hacer, se para como un resorte.
- Descansa, Rose. Mañana salimos temprano - y sale sin siquiera decirme buenas noches. Jodido idiota.
Siento cómo alguien me mueve y me llaman de lejos.
- Rose, hija, levántate - abro mis ojos y veo a mamá. Ella me está sonriendo, pero tiene sus ojos apagados.
- Hola, mamá - le doy un beso y un abrazo.
- Levántate y báñate, hija. Salen en media hora - asiento y me meto a la ducha. Salgo, me echo crema de manos y luego me coloco algo sencillo. Bueno, no tan sencillo. La verdad es que soy amante de la moda, así que siempre quiero verme genial.
- Qué hermosa estás, mi niña - mi padre me saluda con un gran abrazo y veo a Liam y James parados en la puerta.
- Señores, buenos días - les regalo una sonrisa y, de inmediato, Liam me la devuelve, pero el témpano de James no.
- Buenos días, señorita Rose - es chistoso porque ambos lo dicen a la misma vez. Así que ambos se miran e intentan no reírse.
Estamos en el aeropuerto, a punto de abordar el jet privado de mi padre. Me despido de ellos con un gran abrazo, y cuando veo a Liam, también lo hago, pero le digo al oído:
- Cuida bien a mi madre porque si le pasa algo, te corto los huevos - le doy una mirada amenazante, pero él, como siempre, me lanza una sonrisa de “moja bragas”.
- Con mi vida, Rose - veo cómo James fulmina a Liam con la mirada y después a mí, así que decido mejor subir al jet y no prestarle atención. Este se sienta al frente mío y el avión despega. Miro por la ventana y doy un largo suspiro pensando en mi familia y amigos.
- ¿Qué tienes con Liam? - James y su bocota.
- Nada - le digo seca.
- Recuerda, Rose, él es un empleado y no es correcto que tengan ese tipo de relación. Además, él no es el hombre para ti - Ok, Rose, es el momento. Haz lo tuyo. Me quito el cinturón y, de un rápido movimiento, me coloco encima de él.
- ¿Qué... qué haces, Rose?
- Entonces, ¿quién es el hombre para mí? ¿Alguien como tú? - Este se coloca tenso y siento que traga duro.
- ¿Qué... qué dices? ¡Rose, bájate! - intenta bajarme, pero yo me pego a su cuello, haciendo que mi sexo quede justo sobre su miembro, que, por lo que noto, está cobrando vida.
- ¿Y si no quiero, James? - hablo lo más inocente posible.
- Rose, no estoy para tus juegos. Bájate ahora
veo sus ojos y parece como si tuviera un conflicto interno, como si se debatiera entre tocarme o no. Así que le doy un pequeño empujoncito, haciendo un leve movimiento de cadera. Este toma mis caderas automáticamente.
- Quédate quieta, no hagas eso - vuelvo a hacer lo mismo.
- ¿Por qué no? - sonrío maliciosa y esta vez sí me muevo como debe ser, haciendo que ambos soltemos un gemido. Pero cuando él lo hace, se sorprende y rápidamente me quita de encima y sale disparado al baño. Sonrío por lo que acabo de hacer, pero la verdad es que quedé con ganas de más. Rose, solo acuérdate de que lo odias y que todo esto es solo para provocarlo, nada más.
Después de que James se fuera al baño por como media hora, me quedé profundamente dormida hasta que sentí como alguien tocaba mi mejilla. Al abrir mis ojos, vi que era James.- Ya llegamos - dijo, como siempre con su mirada fría y poco expresiva.- Ok, gracias - respondí. Bajamos del avión y de inmediato sentí el calor de Los Ángeles.- ¡Qué calor hace!- No debiste venir con esa ropa - respondió James. Miré mi ropa y tenía razón.- Bueno, eso sí no te lo discuto. Mejor vamos rápido a la casa para cambiarme, o mejor dicho, meterme a la piscina - comenté.Nos subimos al carro y durante todo el trayecto ninguno de los dos habló. Al llegar a la casa, nos recibió una señora y una muchacha joven que no paraba de ver con descaro a James.- Señorita Rose, bienvenida. Mi nombre es Nora y esta es mi hija Luciana - dijo la señora. La chica me saludó de mala gana, mientras que a James le dio un sonoro beso en la mejilla.- ¿Puede enseñarme mi habitación, señora Nora? - pedí. Ella asintió y me lle
Han pasado una semana desde el accidente que tuve en la alberca. Afortunadamente, la herida sanó rápido y pude comenzar a caminar con tranquilidad. Todo este tiempo, James estuvo conmigo acompañándome. La verdad, no sabía si lo hacía por trabajo o porque en realidad le nacía ayudarme.Tomo una ducha y me coloco unos shorts y un crop top. Bajo a desayunar y, como de costumbre, está la perra de Luciana.- Buenos días, me gustaría desayunar.- Puedes hacerlo perfectamente - responde Luciana de forma tajante.- Pues quiero hacerlo sola.- Pues fíjate que no me quiero ir - doy un golpe a la mesa y me paro enojada, fulminándola con la mirada.- ¡Pero ¡quién m****a te crees para hablarme así! Me debes respeto - ella se ríe y niega con la cabeza.- No, eso jamás pasará. Tú solo eres un maldito estorbo.- Mira, estúpida, te recuerdo que estás en MI casa y, si no fuera porque le tengo aprecio a tu madre, ya te hubiera corrido de aquí.- ¿Crees que te tengo miedo? Eso jamás, y ¿sabes algo? Vete d
Me levanto temprano para ir a la universidad que me va a recibir mientras esté aquí en Los Ángeles. Me doy un baño y me coloco algo fresco, ya que hoy hace un calor del demonio.Bajo a desayunar y doy las gracias por no encontrarme con Luciana, pero me parece raro porque James no está. Tomo mi desayuno con tranquilidad, pero cuando termino, veo que se me hace tarde. Subo a su habitación, pero no hay nadie; es más, la cama está tendida como si no hubiera dormido en ella. Salgo de la habitación y comienzo a buscarlo por todas partes hasta que decido llamarlo. El teléfono empieza a sonar, pero me llevo una gran sorpresa al escuchar su celular en la habitación de Luciana. Rápidamente, sin preguntar, abro la puerta y lo que veo me deja en shock: la perra de Luciana está desnuda junto con James, dormidos en la cama.—¡James! —Este abre los ojos de golpe, pero parece desorientado. Primero me mira a mí y luego a Luciana, quien le sonríe, pero él se levanta de golpe.—¡¿Qué m****a pasó?! —Ella
James vuelve a besarme de una manera salvaje, como si estuviera ansioso. Yo intento separarme, pero algo dentro de mí no me lo permite. Así que, sin pensarlo, rodeo su cuello con mis brazos y lo pego más a mí. Él toma mis piernas y hace que rodee su cintura con ellas, y oh, por Dios, en esta postura puedo sentir su enorme erección. ¿Qué se sentirá tenerla adentro?- ¿Qué me estás haciendo, Rose? - pregunta James con la respiración agitada.- Lo mismo digo - respondo.Subimos a mi habitación y él me tumba en la cama, comenzando a dar besos por todo mi cuerpo, desde mi boca hasta mi abdomen, haciendo que de mi boca salgan varios gemidos. Pero, de repente, me acuerdo de lo sucedido con Luciana, así que lo paro de golpe.- ¡Déjame! – exclamo. Él me mira confundido y con la respiración agitada.- ¿Qué pasa? - pregunta, genuinamente confundido.- Pasa que te acostaste con la perra de Luciana - le digo, y él se tapa la cara con las manos como si estuviera frustrado.- Ya te dije que entre ell
Después de que Carol me dijera que Thom escondía algo, no pude dejar de pensar en eso. ¿Qué esconderá Thom? No creo que sea algo grave, ¿o sí? La puerta se abre, dejando ver a James.- ¿Puedo pasar?- Ya estás adentro. - Este cierra la puerta y después se sienta en la cama.- Te noto pensativa. ¿Pasa algo? - Sí, me pasa de todo. Me pasa tú, me pasa Thom y me pasa la amenaza.- No, todo está bien.- ¿Segura? - Este me mira como si no estuviera lo bastante convencido.- Sí, claro.- Ahora sí te mostraré las pruebas que tengo. - Este saca un mini computador, lo prende y después aparece una página con las cámaras de seguridad de la casa - Aquí está. - Da clic en un video y se ve a Luciana tomando un vaso de whisky al que le agrega una sustancia que no alcanzo a ver. En ese momento, aparece James por la cocina.- Te noto tenso, James. No debe ser fácil tratar con la princesita.- Tiene su carácter, pero me las apañaré. - ¿quieres un whisky? sé que te gusta.- Estoy en guardia.- Vamos, es
JamesHace 5 minutos no veo a Rose. Me di la vuelta para observar algo y, cuando me di cuenta, ella ya no estaba. Veo de lejos a su amiga Carol, así que voy hacia ella.— Carol, ¿sabes dónde está Rose?— Ella se fue con Thom, pero deberías ir a buscarla.— ¿Por dónde se fue?— Por el bosque — me señala el lugar, así que rápidamente corro hacia el bosque, pero como está tan oscuro, no logro ver nada.— ¡Rose! — grito, pero no recibo respuesta.— ¡Rose! —vuelvo a gritar, pero nada. Ahora sí me empiezo a preocupar; no sé por qué, pero siento que algo malo ha pasado. Prendo la linterna de mi celular y comienzo a buscar hasta que veo un cuerpo tirado en el suelo. Al mirar bien, me doy cuenta de que es el vestido que llevaba Rose, así que corro hacia donde se encuentra esa persona. Cuando la volteo, veo a mi pequeña Rose inconsciente, con múltiples golpes en el rostro y una herida en la cabeza.— Rose — la muevo, pero no responde. Con temblor en las manos tomo su pulso y veo que sigue ahí,
RoseMe levanto por un horrible pitido que produce una maquina que no se que es, abro lentamente mis ojos y puedo observar que estoy en un hospital , cuando intento moverme siento un gran dolor en la parte de mis costilla haciendo que pegue un pequeño grito- ahh - en ese momento mi madre aparece en mi campo de vision- hija !! Dios quedate quieta , me alegro que ya estes despierta llamare al medico - yo aciento y me vuelvo a acostar pero llega el medico y me empieza a revisar pero no fue nada agradable porque todaca los sectores de mi cuerpo que mas me dolian- tiene que hacer mucho reposo por lo menos por dos semanas y tomar estos medicamentos para el dolor- gracias doctor asi sera - dice mi madre , en ese momento entra mi padre y al verme despierta este corre y me abraza pero con cuidado- mi princesa ya despertaste , que susto me dist
JamesCuando escuché ruidos provenientes del cuarto de Rose, no dudé ni un instante en entrar; tal vez estaba en peligro. Pero al abrir la puerta y ver esa escena, sentí como mi corazón se estrujaba porque odiaba verla llorar. Ahora la tengo en mis brazos, dejando que llore y libere toda la tensión. Ella está en ropa interior, pero ni siquiera siento morbo al verla así; mi morbo desaparece.—¿Me quieres contar qué pasó? —Miro su celular hecho un desastre.—Él me envió un mensaje, diciendo que iba a volver, pero para matarme. No quiero que lo haga, James —se pega más a mi pecho y yo la abrazo, sintiendo su piel desnuda.—Tranquila, Rose, yo no lo dejaré. Te protegeré con mi vida. —La tomo en brazos y la coloco en la cama para que descanse, pero cuando me voy a ir, ella me detiene.—No te vayas, quédate mientras me duermo. —Al ver su carita de ángel, no puedo negarme.—Está bien. —Me tumbo a su lado y comienzo a acariciar su espalda casi desnuda para que se relaje.—No hagas eso, James —