capitulo 38
Mis manos tiemblan y mi corazón parece querer salir cuando veo ese traje de bebé en esa cajita con la nota. Veo a James, y él mira la caja con rabia, así que rápidamente me la arrebata y rompe la ropita con ira.

— ¡Maldito infeliz! —grita James, enojado, mientras yo no paro de llorar al verlo en ese estado.

— ¡James! Oye, cálmate, la estás asustando —Paolo lo toma del hombro, haciendo que este reaccione.

— ¡Sácala de aquí! —dice James, mientras se apoya en la mesa. Pero yo no quiero dejarlo; solo quiero estar con él. Sé que para él también es muy difícil todo esto.

— James, no...

— ¡Largo de aquí, carajo! —grita furioso, haciéndome asustar un poco. Entonces, Paolo toma mi brazo y me saca de la oficina mientras sigo llorando.

— Dios, ¿cuándo acabará esta pesadilla? —llegamos a la oficina de Paolo, y este me sienta en un sillón mientras me trae un poco de agua.

— Hey, tranquila. Sé que debe ser difícil esta situación, pero tienes que estar segura de que ni James ni yo dejaremos que algo
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP