Capítulo 46
Voy corriendo por todo el bosque sin importar los raspones y heridas que tengo en mi cuerpo. Lo único que quiero es llegar a una población y conseguir un teléfono para hablar con James. Después de dos horas de caminar, encuentro un pueblito, pero parece estar desolado.

—¿Hay alguien que pueda ayudarme? —grito, esperando una respuesta, pero nadie responde - ¡Por favor, necesito ayuda! —Me siento en una silla y comienzo a llorar como una niña pequeña al pensar que estoy sola, sin nadie que pueda ayudarme.

—Hola —me sobresalto al escuchar la voz de un joven.

—Dios mío, pensaba que estaba sola. —Cuando intento pararme, el peso de estar dos horas corriendo me afecta, y me mareo.

—Oye, tranquila —el joven me sostiene de la cintura, impidiendo que me caiga.

—Ven, vamos a mi casa; hay que curar esas heridas y debes comer algo. —Yo asiento, algo dudosa por miedo a que sea alguien malo, pero no aparenta serlo. Llegamos a su casita humilde y él comienza a curar las heridas que tengo en el cuerpo
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