Salgo a los brazos de Paolo, muy contenta de verlo. Él no duda ni un segundo en corresponderme el abrazo.- ¡Hasta que por fin te veo, Bella Rose!- Tú sabes cómo son las cosas, Paolo.- Lo sé, por eso te ayudaré para que estés con el maldito de James. Te sacaré de aquí. - Un brillo de esperanza se asoma por mis ojos al pensar que pronto seré libre - Hoy no podrá ser, pero será pronto.- Paolo, me caso en una semana, así que tiene que ser rápido. - En medio de tanta euforia y emoción me olvido que cerca esta Jack- Paolo. - Me volteo y veo a la misma chica que estaba en el baile con él, a la cual Jack le disparó.- Hola, Rose. ¿Te acuerdas de mí?- Claro, tú eres Mia. ¿Cómo no acordarme si casi te matan por mi culpa? - Ella me envuelve en un cálido abrazo.- No tuviste la culpa. - Ella me suelta y va hacia Paolo.- Se ven bien juntos - digo en tono divertido.- Lo sé, ella me complementa - dice Paolo mirándola a los ojos. Me sorprende, porque es una mirada que jamás había visto en él.
JamesMe levanto sintiendo un fuerte dolor en el costado izquierdo de mi abdomen. Intento levantarme, pero alguien me detiene.—Calma, amigo. Te puedes abrir la herida —la voz de Liam retumbó en sus oídos, haciendo que abriera los ojos.—¿Dónde estoy? —pregunto algo confundido.—Estás en el hospital, te dispararon. —En ese momento, recuerdo lo sucedido en la boda de Rose con Jack. Él me disparó y luego...—¡Rose! ¿Dónde está Rose? —digo, algo preocupado.—Amigo, tranquilo. Primero te deben revisar. —En ese instante entra un médico.—Qué bueno que despierta, señor James. Lo revisaré para saber que todo está en orden. —El doctor se demora casi una hora revisándome, y yo lo único que quiero saber es cómo está mi Rose.—Debe estar en reposo por lo menos 15 días. Nada de movimientos bruscos y debe desinfectar la herida cada 4 horas. —Yo asiento, y el doctor sale dejándome solo con Liam.—Liam, ¿ahora sí dime dónde está Rose? —trato de estar calmado.—Amigo, debes descansar.—¡Y una m****a,
Escuché unas voces masculinas gritando como si estuvieran discutiendo. Aunque los escuchaba de lejos, comencé a sentir dolor en mi abdomen y a distinguir mejor quiénes eran las voces. Eran James y Paolo. Intenté abrir mis ojos lentamente y, efectivamente, ambos estaban a punto de darse puños. Así que, como pude, logré articular una palabra:— James...James soltó a Paolo y vino corriendo hacia mí.— Cariño, oh, gracias a Dios que estás despierta — dijo mientras me daba varios besos en la cabeza y me decía lo mucho que me amaba.— Me alegro de que hayas despertado, bella Rose — Paolo tomó mi mano, pero James lo miró como advirtiéndole algo, lo que hizo que Paolo sonriera.— Los dejo para que hablen. Adiós, preciosa — le sonreí y vi cómo Paolo salía por la puerta dejándome sola con James.— ¿Por qué estaban discutiendo?— ¿Nos escuchaste?— Más o menos, pero no logré escuchar lo que hablaban - James tomó mi mano y la besó.— No importa lo que hablamos; lo importante es que estás bien, am
Me levanto al sentir unos besos húmedos por toda mi espalda desnuda. Abro mis ojos y sonrío al ver al hombre de mi vida sonriéndome.- Buenos días, preciosa. - Me besa los labios y yo le correspondo gustosa.- Buen día, mi amor.- Te traje el desayuno. - Me muestra una bandeja llena de comida, lo que hace que se me haga agua la boca.- Te he dicho que eres el mejor novio de todos.- Mmm, no lo sé. - Habla en tono divertido.- Pues lo eres, por eso te amo. - Desayunamos con tranquilidad y después nos bañamos. Fue un baño bastante largo. Me coloco una ropa y me miro al espejo, sonriendo por el resultado.Mi teléfono suena y veo que es Paolo.- Hola, Paolo.- Hola, bella Rose, ¿cómo estás?- Bien, ¿y tú? - En eso entra James.- Bien, Paolo. ¿A qué debo tu llamada? - James frunce el ceño.- Quería invitarte a un evento de beneficencia que haré esta noche. Si quieres, puedes ir con el imbécil de James. - Ruedo los ojos cuando dice así.- No le digas imbécil, y claro que iré.- Perfecto, aqu
Estoy dándome una ducha rápida, ya que hoy volvemos a Londres. La verdad, estoy muy contenta y agradecida porque, por fin, todo terminó y ahora sí podré regresar a mi antigua vida, solo que con algunos cambios. Me coloco la ropa y salgo de la habitación.— Hermosa como siempre —le doy un beso apasionado a James y él me sonríe - Qué cariñosa estamos hoy.— Lo sé, solo estoy feliz de que por fin todo se haya acabado.— Sí, amor, hoy regresamos a Londres para empezar una nueva vida juntos. Por eso, te tengo una sorpresa, pero te la daré cuando estemos en Londres —hago un puchero y él se ríe.— Amor, quería preguntarte por la chica... ¿cómo se llama? Ah, sí, Mia —cuando James menciona a Mia, mi cuerpo se tensa y pienso en qué habrá pasado después de lo de ayer.— Paolo le pegó —él se coloca tenso.— Es un maldito, pobre chica.— Y no es solo eso, Paolo la compró. No sabes lo mal que me sentí por no poder ayudarla —él me abraza al verme algo triste.— Amor, por más que yo también quisiera,
Estoy bastante contenta en mi nueva casa. Hoy, James me levantó temprano para que viéramos juntos algunos detalles de la casa y, además, porque hoy invitamos a algunos amigos para que la conozcan y para anunciar nuestro compromiso. Me visto rápido y me peino un poco.—¡Amor, baja ya! —James, como siempre, con su voz autoritaria. Me imagino cuando tengamos hijos, ¿será que él querrá tener hijos? Después de la pérdida de mi otro bebé, nunca se lo he preguntado. Bajo las escaleras y lo veo con su teléfono.—Al fin, ¿qué tanto hacías?—Pues arreglándome, tonto —me da un beso y luego mira el anillo en mi dedo.—Vamos —subimos al carro y vamos al centro comercial para comprar lo que necesitamos para esta noche.Después de estar un largo rato, escucho una voz bastante conocida que me llama.—¡Rose! ¿Eres tú? —volteo y grito emocionada al ver a mi amiga.—¡Maia! —corro hacia ella y ambas nos fundimos en un abrazo.—¡Por Dios, tanto tiempo sin saber de ti! —dice ella con lágrimas en los ojos.—
Han pasado dos meses desde el anuncio de nuestro compromiso. Todo ha sido un caos buscando el lugar perfecto para la boda, pero afortunadamente lo encontramos. Ahora mi dilema es encontrar un vestido, así que hoy voy a ir a una casa de modas con Maia y Carol para elegir mi vestido y el de las damas de honor. Me termino de arreglar y salgo.Estoy en la casa de modas con Carol y Maia. Ellas están solo mirando vestidos a su gusto, pero la verdad es que mi gusto es muy básico, no tan extravagante.—Chicas, estos vestidos definitivamente no son de mi agrado, y la que se casa soy yo —digo. Ellas me miran y luego suspiran.—Lo siento, amiga, tienes razón. Hay que ver qué diseños te gustan a ti —caminamos más por toda la tienda hasta que veo un vestido que llama completamente mi atención.—Este es —ellas se detienen y miran lo que yo veo.—Es muy hermoso, amiga. Es sencillo, pero muy lindo, perfecto para ti —le decimos a la señora de la tienda que si nos colabora con el vestido. Ella me lleva
Me despierto al escuchar una máquina hacer ruido. Abro mis ojos lentamente y me doy cuenta de que estoy en una habitación de hospital. Intento moverme un poco hasta que escucho la voz de mi amado.—¡Rose! Cariño, qué bueno que estás despierta —besa mi frente y, cuando se separa, veo sus ojos rojos.—¿Estás bien? —digo, acariciando su rostro.—Sí, amor. Lo importante ahora eres tú.—¿Qué me pasó? —Cuando James va a hablar, la puerta se abre, dejando ver a un médico.—Buenos días, señorita Rose. Me alegra que esté despierta. Le haré una revisión para ver cómo se encuentra.—Ok —Este me revisa bajo la atenta mirada de James, pero aún no sé qué me pasó.—Doctor, quisiera saber, ¿qué me pasó?—Bueno, como le comenté al señor, usted está embarazada y tuvo una amenaza de aborto —mis ojos se abren como platos e instantáneamente pongo mi mano en mi vientre, que aún está plano.—¿El bebé está bien? —hablo con la voz rota.—Sí, señorita. Solo necesita que guarde mucho reposo, por lo menos un mes