| Arman |Observo a mi mate. Ella está inspeccionando la carne. No se mueve, a pesar de la saliva que gotea de su hocico. Verla en ese estado me provoca un nudo en la garganta. Ver cuánto desea comer y cómo se limita por miedo me parte el alma.— Solo es carne, de la mejor calidad — le aseguro.Ella me mira solo por un segundo para luego seguir enfocando su atención en la carne. Comprendo su desconfianza. Si está viva a pesar de ser una hembra omega sin manada, es porque aprendió que en la vida hay seres crueles que solo buscan lastimar. Las cicatrices en su piel lo demuestran. Tuvo que aprender muchas lecciones y supongo que muchas de ellas le costaron sangre y lágrimas.Sonrío cuando comienza a dar pequeños pasos hacia el plato. Su tierno hocico toca la carne. Le da una pequeña lamida y de la nada abre su hocico para, de un solo mordisco, atrapar la mitad de la carne que hay en el plato. No fue una cantidad pequeña la que le serví. Al contrario, son casi tres kilos de carne. Sin emb
| Anakin |Respiro profundamente, tratando de aparentar serenidad y seguridad. Nuestro padre, Garald, siempre ha sido comprensivo y una persona con la que podemos negociar, pero no sabe ocultar secretos a nuestra madre. Ninguno de ellos lo hace.Al salir de la casa, lo visualizo caminando relajado, con esa expresión de seriedad que muchos confundirían con enojo. Sin embargo, llevo toda mi vida conociendo a ese macho, sé identificar a la perfección cuando está enojado.No dejo que siga caminando más, entre más lejos esté de mi casa, mejor.— Buenos días, padr... — ni siquiera me deja terminar la frase.— ¿Quién es la hembra que está en tu casa? — pregunta a través de nuestro enlace mental. Es obvio que no desea que nadie ajeno a nosotros nos escuche.— No quiero sonar grosero, pero eso no es de tu incumbencia, padre — respondí cortante al ver que quiere ir al grano.La conversación la sigo a través de nuestro enlace mental. Él me mira para nada feliz. Odia con todo su ser no someter a
| Arman |Miro de reojo cómo mi hermano queda inmóvil en la puerta; yo estoy en una esquina de la habitación, lejos de ella. Nuestra mate aún no ha notado nuestra presencia; yo estaba aquí antes de que ella despertara. Su pequeño cuerpo estaba cubierto por la manta, así que no me había percatado de que estaba en su forma humana. Seguramente está débil; cambiar de forma consume demasiada energía y ella solo ha comido una vez.Le hago una seña a Antosha para que cierre la puerta. No deseo que se vuelva a escapar por su culpa. El imbécil cierra la puerta muy rápido, haciendo ruido. Nuestra compañera de inmediato se encoge en su lugar. Ella todo este tiempo ha estado mirando hacia la pared, de espaldas a nosotros. Cuando despertó, solo empezó a oler las sábanas y a tocar sutilmente la pared. Después, simplemente se quedó mirando hacia la pared por un buen rato, hasta que el idiota que tengo por hermano delató nuestra presencia. Deseaba seguir apreciando más su comportamiento mientras ella
| Anakin |Entro en la casa de Arman notando que no hay nadie en la cocina ni en la sala, lo cual me parece raro. Me dejo llevar por mi olfato, quedando en frente de la puerta de la habitación de nuestra mate. Por desgracia, estuve ocupado arreglando un poco el desastre que hizo Anakin con la búsqueda de nuestra compañera, además de entrevistar a unos posibles candidatos para que sean los doctores de nuestra mate. Debemos elegirlos con cuidado. Es mejor tenerlos y no necesitarlos que necesitarlos y no tenerlos. Cuando se presente la ocasión en que necesitemos a un doctor especializado en una área, ya debemos haberlo elegido con anticipación. Así evitaremos posibles traiciones e incompetencias. Abro la puerta con cuidado, preparado por si ella intenta escapar, pero el que no estaba preparado era yo al encontrarme con tal escena.Ella está dormida en su forma humana, su larga melena cubre su rostro y cuello, su espalda está desnuda y descubierta. Por suerte, la manta cubre su cadera para
Estoy en medio de un bosque desconocido, no sé a dónde voy, pero sí sé que mi lobo es quien tiene el control. Después de un largo tiempo corriendo, los árboles desaparecen y entramos en el centro de una manada. El lugar me resulta conocido, pero no logro recordar. Mi lobo se adentra más, paseamos por medio de las cabañas y la gente nos mira; no huyen, al contrario, algunos hacen reverencias, muestran respeto y admiración, casi adoración. Mi lobo deja de caminar y quedamos frente de una pequeña loba. Su pelaje es esponjoso, rizado y marrón. Ahora es ella quien camina hacia nosotros y se empieza a frotar su pequeña cabeza contra nuestro pecho. De repente, ella se acuesta boca arriba y gracias a la posición logro notar su vientre abultado. Llevo mi hocico hasta su abdomen y logro escuchar el latido de más de un corazón, pero eso no es lo más importante; ella desprende un olor afrodisíaco. De repente, todo se vuelve negro. Mi lobo empieza a aullar de manera desgarradora, en forma de súplic
| Anakin |Salgo de la habitación de inmediato, no puedo creer que ya esté aquí, gruño cuando casi me estampa la puerta de la entrada principal de la casa en la cara. Mi madre pasa ignorando mi existencia. En otro momento tendría miedo, a pesar de ser una pequeña mujer delgada, sigue siendo una fiera que te engaña con su frágil apariencia. Toda esa fachada sería perfecta si no tuviera los tatuajes en sus brazos y piernas que te dan una pista de lo que en verdad es.— ¡Dónde está! — sus ojos están celestes.— Madre, por favor permíteme explicar la si... — obviamente soy interrumpido.— Tiene días aquí, tuvieron suficiente tiempo para explicar. No me voy a esperar por chismes de terceros para saber qué pasa con mi familia. Te preguntaré una sola vez más, ¿Dónde está?Tomo algo de valor y me paro frente a ella. No voy a dejar que nuestro trabajo se arruine por su paranoia.— Está aquí, eso es lo que importa. Y ahora no está en condiciones para recibir visitas. Te amo madre, pero te orden
Observo cómo las tres hembras me miran. Ahora tengo extrañas, pero suaves telas que utilizan los humanos cubriendo mi torso y parte de mis glúteos y piernas. La mamá de los tres machos también me ayudó a utilizar sus aparatos extraños para darme un baño.La única razón por la que acepté que me bañaran es porque me sentía extraña. Al parecer, todos aquí están siempre limpios. Simplemente me sentía rara. Mi loba quiere encajar, pero viendo a las mujeres frente a mí, me parece difícil. Son blancas. Las dos más viejas tienen el cabello castaño y la madre de ellos negro, una melena larga y lisa, muy hermosa.Toqué mi cabello y ni siquiera pude pasar mis dedos por medio de este. Mientras ella me bañaba, pude tocar las puntas de su cabello y era muy suave, tan diferente al mío.— No tiene remedio, sería una pérdida de tiempo. Además, dudo que quiera pasar las próximas dos horas soportando jalones de cabello inútiles —dice la hembra mayor.— No vamos a dejarla pelona —gruñe la madre de ellos.
| Anakin |Sin importar que siga en el suelo, sigo observando a la hermosa mujer en la cama. Hay un cambio abismal. En este exacto momento, quiero besar a mi madre por resaltar la belleza de nuestra mate. Toda esa espera valió la pena.Con cuidado, soy el primero en ponerme en pie. Ella deja de sonreír al ver que tengo intenciones de acercarme a ella.—Sé que mis hijos fueron unos brutos contigo, pero te prometo que no lo hicieron con intenciones de lastimarte o privarte de tu libertad. Tienen miedo de perderte, están aterrados. Te esperaron por mucho tiempo y no quieren que nada les arrebate a su mate —interviene mi madre y, para mi sorpresa, se sienta en su cama a centímetros de ella—. ¿Comprendes lo que digo?Ella mira a mi madre por varios segundos. Por un momento pienso que no va a contestar, pero lo hace. Murmura un pequeño "sí", para después volver a abrazar a nuestra madre. De inmediato, los brazos de ella rodean el pequeño y delgado cuerpo de nuestra mate. Mi madre no es una h