“Te pueden desheredar de tierras y dinero, pero no te quitarán el deseo de salir adelante”

Mi pensar.

Saíd ordenó hablar con los abogados en Dubai para desheredar a su hijo de los derechos de sucesión, eso sorprendió a todos.

—¿Desea quitarle a su único hijo vivo, sus derechos?

—Pronto sangre nueva tomará las riendas del clan Fadel—dijo orgulloso.

El asesor financiero hizo una reverencia y cerró la comunicación y Aisha, que había presenciado todo, le dijo complacida:

—El primer paso ya está dado.

—Zeink se molestará, pero debe entender que primero debe obedecerme a mí.

Aisa sonrió, ahora solo faltaba la mujer en cuestión y la envió a investigar, necesitaba saber sobre su vida y obra como se dice y por qué Zeink estaba embobado por ella, es que no lo concebía de esa forma.

Zeink siempre fue serio y frío y con ella sonreía, de paso esa mujer le había dado un hijo y ahora él estaba loco por ella y hablaba de formar una familia, no podía permitirlo.

Cuando el investigador le traj