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La PlumaEsta papucho regresa, pero con él también el mismo diablo para destrozarlo.
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Cap. 27 La culebra del desierto
Aisha iba hacia el correo y allí tenía un casillero, con su llave abrió la puerta y sacó una caja de cuero grande y la metió entre sus cosas. Sonrió y ahora iba a poner en práctica la otra parte del plan, para eso tenía que quitarse el velo y todo modismo de su patria, se fue al departamento y se cortó el cabello, eso era señal de rebeldía. Se quitó toda ropa de su tierra y vistió con ropa extranjera, se pintó el rostro y se acomodó el cabello corto y ya vestida como una persona normal salió a buscar lo que necesitaba. Presentimiento Noah jugaba con su gato azul y fue a mostrárselo a su abuelo que estaba en silla de ruedas. —Este es Blue, mi gato azul ruso. El anciano sonrió y el chico lo ayudó a acariciarlo. —Es suavecito… El anciano lo miró con amor y le dijo: —Gha—di… —Abuelo, anoche tuve un sueño, tenía la arena del desierto conmigo, creo que fue el desierto el que me lo dio. —Di—me… —Soñé que una serpiente se deslizaba por entre la arena y nos miraba a mi hermano y a mí
Cap. 28 La boda
“Si un hombre entrega totalmente el corazón a una mujer, entonces, en verdad, la ama” Zeink entró en esos momentos y se acercó a su mujer y vio a su padre: —Estamos en alerta… Nadie puede entrar o salir sin escolta, además se revisará paquetes, sobres… Todo. Para tranquilizar a su mujer le comentó: —Minerva está siendo atendida, afortunadamente pudieron sacarle el veneno a tiempo y estará bien. Él se acercó a su padre y le dijo: —Encontraremos al responsable… —Te… quie…ren dañar a…—lo señaló. Entonces el secretario le entregó la nota y él leyó. —Cuando lo encuentre también le daré una sorpresa. Estaban en la mira de alguien, Valkiria revisaba la habitación de los niños y Zeink se le acercó: —Tengo todo listo para nuestra boda. —¿Una boda con todo esto? —No van a detenerme, seremos felices, les guste o no. Ella se le acercó y puso sus brazos en jarra: —¿Y si hay otro incidente? —Lo afrontamos como lo que somos, una familia. —Los medios ahora hacen conjeturas. —¡Qué las
Cap. 29 Después de la boda
“Como sonido de cascabeles tiene en la cola la cobra, pero es un sonido que hiela la sangre” Aisha miraba entrar gente y salir y ni señas de un sitio al que pudieran ir, había seguido a varios autos y ninguno la llevaba al sitio de la boda. Esa mañana fue a visitar a Saíd, esperaba que soltaran una información y cuando vio a Valkiria y su panza no evitó comentar: —Aunque ese hijo es de Zeink Fadel, es una vergüenza que haya sido engendrado fuera del matrimonio. Valkiria entonces le respondió: —No me avergüenza ese hecho, si lo hubiera planeado tal vez; sin embargo, no lo planeé… —Es pecado acostarse con un hombre sin compromiso, Alá, te, perdone. Siguió rumbo a la habitación de Saíd y vio a los chicos jugando con sus mascotas: —Tu gato no hace nada. —Es pacífico… —Es vago… Mi perro trae cosas. Ella los escuchaba fastidiada, cómo odiaba a esos chicos. —Niños, barak allah fik. (Dios los bendiga) —Hola—dijeron ellos. —¿Están emocionados con la boda? —Sí—dijo Noah. —Claro y
Cap. 30 Acechados
“Si tocan a un hijo nuestro, nuestro furor se enciende para protegerlo” Noah veía a su hermano llorando y a su perro lobo lamiéndolo, Saíd se acercó en la silla de ruedas. —No debes… Estar triste… —Mi mamá… Me vendió… ¿Cómo abordar ese asunto? El anciano se colocó junto al niño y le dijo: —¿Crees a tu madre capaz de algo como eso? El niño se alzó de hombros… —Debes saber que cuando uno es poderoso harán de todo para derribarte. Noah estaba sentado con ellos. —¿Por qué abuelo? —Porque la gente mediocre es así, solo los mediocres quieren destruir a los que están arriba de ellos. —Dicen cosas feas de mi madre, dicen que ella me vendió a mi padre…—lloraba. —Vamos, la gente es mala y cruel… Nadie vendería a un hijo como tú, no habría dinero, ni oro que pagase lo valioso que eres. Entonces Noah dijo con presunción: —Si fuese así, deberían pagar por mí en diamantes… Soy más bonito. A Adrián esas palabras lo hicieron reír entre lágrimas y entonces le respondió a su hermano: —No
Cap. 31 La visita de Gael
“No tientes la justicia de un joven” Volvieron a la mansión y trataron de hacer su vida normal, aunque Valkiria no le gustaba ir escoltada con sujetos armados, se sentía bastante ansiosa por ese lado. Los niños lo tomaron a bien, al menos en la escuela siempre estaban juntos y en sitios visibles, mantenían un perfil bajo. Saíd estaba evolucionando bien y cada vez hablaba mejor y daba órdenes: —Tráiganme carne, quiero cordero asado. —La dieta… —No me hablen de dieta, me quieren matar, ¿es eso? Zeink le hacía enviar una porción de cordero asado y él la miraba con suma atención: —Cordero asado, como ordenó. El anciano molesto empujó el plato y le dijo a su enfermero: —Yo dije cordero asado, no miseria de cordero asado. —Es lo que debe comer… —Quiero cordero, quiero cordero… ¡¡QUIERO CORDERO, VALKIRIA!! Ella debía de mediar en ese asunto y le daba más porción, entonces le decía al enfermero en tono recomendador: —Solo denle lo que quiere, así nos evitamos todo esto. —Está bi
Cap. 32 Últimos días felices
Por la noche… A pesar de su estómago, el deseo sexual en ellos era pleno, Zeink acariciaba a su bella esposa y le decía lleno de pasión: —Como ansiaba tenerte… —Ya me tienes…—lo besaba ella. —Eres la única mujer que he amado en mi vida… —Y tu eres el hombre de la mía… Sintió su boca en su pesón sensible por el embarazo y gimió de placer, solo Zeink podía transportarla al placer, cada caricia que se daban, cada beso y roce de sus labios la llevaban a esa habitación de la universidad donde fue por primera vez su mujer, eran uno y siempre lo serían. Los planes de Aisha. Divide y vencerás, ella debía tomar a los chicos Fadel y separarlos de su padre, entonces se puso en contacto con un hombre de orígenes de oriente: —Así que comercias con chicos… —Mis clientes gustan de los niños. —Si te doy tres preciosos chicos, ¿cuánto me darías? —Eso depende… Son bonitos. —Hermosos, sanos y fuertes. —Bien, cuando me los des los evaluaré y te diré el precio… —Perfecto, entonces te diré cu
Cap. 33 Últimos días felices p. 2
“Disfruta mientras dure” Cuando todo acabó los chicos se fueron a sus camas y encontraron una nota de su abuelo: “Mañana viviremos una gran aventura, no le digan a nadie” Los chicos sonrieron, pues como todo niño deseaban vivir aventuras y emociones. Zeink sabía que los chicos iban a salir con su abuelo, no le pareció mal si iban con escoltas, se relajó y entonces los vio llegar a despedirse: —Papá ya nos vamos—dijo Adrián. —Diviértanse mucho, además obedezcan al abuelo. —Claro… Noah se acercó y abrazó a su padre, esto le pareció raro: —Hijo eres muy dulce. —Te amo, siempre soñé con un padre como tú y cuando supe que lo eras… Me sentí en niño más afortunado. Eso era hermoso, que un hijo le dijera a un padre que era afortunado de tenerlo era un privilegio: —Cuando te vi supe que debías ser algo mío. El niño sonrió y lo abrazó de nuevo. Su padre esperaba en la sala y al ver a su hijo salir con los chicos sonrió: —¿Ya están listos? —Sí. Valkiria salió y vio a sus hijos l
Cap. 34 El veneno de la cobra
“El veneno circula por entre tus venas, comienza a tomar el control y cuando te das cuenta estás agonizando” Aisha la vio en el suelo sangrando y se subió al carro y dio la orden de seguir. El conductor se bajó a ayudarla y cuando vio que estaba embarazada se asustó mucho y llamó a una ambulancia. Zeink estaba localizando a sus hijos, Memet llegó pálido como una lápida: —Señor… Señor… —¿Y ahora qué Memet? —Es la señora Valkiria, un auto la atropelló, está mal. Zeink corrió junto con Dalila, el sino de la tragedia se había ensañado contra él, cuando llegó el doctor le informo que el estado de ella era delicado y que la niña estaba delicada bebe, su dolor era tan grande, su esposa estaba delicada. Memet se acercó con el móvil y le dio una buena noticia: —Señor los chicos están bien, están con el clan, su padre los envió a Dubai. Sintió que el alma se aquietaba por ese lado, vio un video de sus hijos enviándoles saludos. —¡Papá estamos bien! —¡Saludos a mamá y al abuelo! Verl