“Las personas no son valiosas por el tiempo que están a tu lado, sino por las huellas que dejan”

Mi pensar

Gael terminaba su clase de inglés y su madre lo fue a ver a su habitación:

—¿Todo bien?

—Excelente, el profesor dice que tengo un buen acento y que estoy listo para viajar al exterior, el tío se pondrá muy contento, ansío conocer los Estados Unidos.

Ella sonrió, fue una promesa de Zeink llevarlos, entonces el niño le dijo:

—¿Has llamado a mi tío?

Entonces ella le explicó:

—Hay malas noticias, hijo…—vio su asombro—tu abuelo está muy enfermo y tu tío fue desheredado del clan.

—¿Hal´ant jadi?

(Hablas en serio)

—Lamentablemente es cierto…

Gael preguntó apenado:

—¿Entonces nunca conoceré a mi abuelo?

Su madre se acercó a él para decirle:

—Hijo, tampoco es seguro que si lo conocieras él te amaría.

Gael bajó la mirada y sintió pesar, eso de mantenerse en la clandestinidad comenzaba a pesarle, solo deseaba ser parte de una familia y poder decirles a todos que era un Fadel.