Al regresar a la mansión, se reunieron en el salón principal todos ya que querían recibir la noticia de parte de Elizabeth del rompimiento con Estefan. Al no recibir lo que esperaban, tal y como Samira pensó, el duque dio un grito al cielo. —Elizabeth ¿Cómo se te ocurre aceptar?—Padre —debía intentar calmarlo —debes entenderme. —¿Qué voy a entender? — dijo el duque levantándose. —dijiste que no querías casarte con él. Sabes que cuentas con nosotros.—Samira puede entender lo que yo siento. No podré romper con él ya que siempre sentiré que algo me falta. La parte que me faltará será él. —miro a los ojos a su padre y sus ojos se cristalizaron —Mi corazón se romperá en dos y… en realidad —tras decir esto bajó su cabeza —, no quiero perderlo. “En realidad no quiero que los asesine”Siente una presión en su pecho al tener que dejar a quienes son su familia tan pronto. Creía que podría disfrutar con ellos más tiempo pero Estefan no se lo permitirá.—Hija…—El debe salir en 5 días de la c
El duque al enterarse se molestó, no podía entender cuál era el apuro de Estefan por el matrimonio y la necesidad de irse en solo 5 días. Tener que despedirse de esa forma de su hija era deprimente.El duque aunque quería golpear a Estefan, no quería un espectáculo bochornoso fuera de la mansión. Ordenó a sus guardias que al llegar Estefan lo dejarán entrar.Fuera de la mansión se aglomeraba gran cantidad de personas, aunque era normal después del debut las propuestas de matrimonio tardaban algunos días en llegar.Tiempo después llegó un carruaje a la mansión, todos pudieron reconocerlo pero ver el porte y elegancia que emano Estefan al bajar, hizo que muchas de las mujeres que estaban allí sintieran calor y comenzaron a abanicarse con sus manos.—¡Dios, es hermoso!—¡Quien fuera ella!.—Qué envidia siento en este momentoAl escuchar estos murmullos sonrió, miró a los lados y entró a la mansión siendo seguido por sus hombres quienes cargaban los baúles.Dentro de la mansión el duque y
Tras la salida de Estefan, Elisabeth caminó hacia su padre parándose delante de él y le tomó ambas manos con las suyas. Le hizo una promesa que espera no romper. A pesar de todo confía en Estefan, pese a su arrogancia ve algo en el que la hace confiar.—Vendré a visitarte, lo prometo, siempre que pueda lo haré. —el duque la miró, intentando entenderla.—Hija. No debes temer.—Padre, quiero que entiendas que todo está bien, Estefan no me está obligando a nada. Ayúdame a organizar el matrimonio y deja de preocuparte.—Bien, pero no quiero ver a ese hombre hasta el día del matrimonio.—No te preocupes, no creo que aparezca en unos días.Tras acordar esto Elizabeth se dedicó junto a su madre a elegir el vestido. Enviaron en buscar a la modista quien llegó al poco tiempo, sabían que 5 días era muy poco por eso no deberían ir a dormir sin encargarlo.Elizabeth escogió uno sencillo ya que sería prácticamente una reunión familiar y la duquesa sin estar de acuerdo, aceptó.Era el único vestido
A la mansión del marquéz Maxwell ubicada en el norte del imperio llega un guardia de la emperatriz en su forma de lobo. El Márquez es también un lobo del clan al que pertenece Nuvia.Este recibe a su visitante en el salón principal, quien mantiene su forma animal y se comunica con él a través del enlace mental.“Señor, el emperador me envió en busca de su hija. Sabe que ella desea una unión con el duque Wolf y quiere concederles matrimonio”“¿Es una broma? ¿Cuándo mi hija pidió tal cosa?” —el Márquez frunció el ceño, no entendía de lo que se trataba.“Según lo dicho por el emperador, su hija enviaba cada año a uno de sus hombres para saber si el duque Wolf asistía, aunque esté año fue la excepción, él se encuentra en el palacio. Así que ella debe presentarse ante el emperador y la emperatriz”¡Yesenia! —dio un grito potente que la chica en su habitación se sobresaltó al escucharlo—¿Qué pasaría? Sentada frente a un tocador, Yesenia una hermosa chica de 22 años arreglaba su cabello.E
Al día siguiente tras despertar como de costumbre Elizabeth se levantó, se dio un baño y tras arreglarse bajó al comedor donde su familia la esperaba.Entró con una amplia sonrisa ya que lo menos que quería era un ambiente deprimente. Su padre al verla trató de no mostrar lo que sentía y sonrió al igual que ella.—Buenos días —dijo e hizo una reverencia. —Buenos días —respondieron al unísono.Ella caminó a su lugar y se sentó, dieron inicio al desayuno que fue silencio, Elizabeth miraba a cada uno y volvía la vista a la comida; esperaba algún chisme fresquito pero al parecer no había ninguno.Después del desayuno el Duque quien quería desahogarse un poco invitó a sus hijos y yernos al área de entrenamiento, sería la mejor forma de soltar lo que sentía y estar de mejor humor los siguientes días.Las mujeres se quedaron en la mansión disfrutando un rato agradable en el jardín, mientras esperaban. Ya habían enviado en busca de quie
Elizabeth tras la visita de Mery regreso con su madre y hermanas, le avisaron de la llegada de las personas a las que enviaron a buscar para organizar el matrimonio.El resto del día Elizabeth se dedicó a su familia. Cuando su padre llegó en compañía de sus hermanos y cuñados compartieron en el jardín, por lo que el duque se sintió un poco mejor. Era bueno que Estefan tal y como ella deseó, no hubiera aparecido ese día.Estefan se la pasó toda la mañana en su habitación, la inacción del emperador era algo que lo tenía pensativo ya que ni el príncipe había regresado a molestarlo. Tanta calma lo perturba. Luego de almorzar salió del palacio junto a sus guardias, se preocupó por su tía en el ducado así que debía averiguar si algo pasaba.Salió de la ciudad alejándose un poco. Se adentro en el bosque tomando su forma de lobo alejándose mucho más, de esa forma a través de su conexión mental se comunicó con Paul, solo para enterarse que todo está bien en ese lugar. Hubo solo un intento de
Estefan en su habitación está acostado en la cama mirando al techo y sus manos bajo su cabeza, frunció el ceño y en su rostro se reflejó molestia. —¿Qué hace esa mujer aquí?Se levantó quedando sentado en la cama, sabía muy bien a quién pertenecía el olor que percibió y esto le molesta.—¡Qué mujer tan irritante! —esperó unos minutos mirando hacia la puerta y luego se levantó caminando hacia ella. Al abrirla su enojo empeoró —¿Qué quieres?—Vine a verte —dijo Yesenia sonriendo, intentó acercarse y él dio dos pasos hacia atrás —te extrañaba.—Yo a ti no, así que regresa por donde viniste —iba a cerrar la puerta cuando ella volvió a hablar.—Serás mi esposo, así que… —le guiño un ojos y sonrió —no puedo irme sin ti.—¡Imposible! yo me casare en 3 días así que ¡Largo! —tras gritar esto último le lanzó las puertas en la cara a Yesenia, a él no le agradaba esa chica molesta.—¡No tienes elección, tú serás mío! —tras gritar esto pateó el suelo y se dio la vuelta volviendo.—La mataré si i
La emperatriz esperaba a Estefan mientras miraba hacia la entrada.—Déjenlo pasar —dijo al percibir su presencia.—¿Qué le dijeron? ¿Sabe de Elizabeth? —preguntó Estefan al entrar sin saludar.—No sabe nada, pero no tardará en encontrarla y eso será por tu culpa —dijo sin más la emperatriz.—Lo sé, adiós —se dio la vuelta ya que sabía que la emperatriz tenía razón, ella tenía su olor el cual salía de casa poro de su piel —¡maldición! Estaba lleno de ira, todo estaba bien y transcurría de maravilla hasta la llegada de Yesenia. Aunque esa chica era una molestia nunca pensó en matarla.Yesenia al salir del despacho siguió hacia la salida del palacio. Quería encontrar a aquella mujer destinada del hombre a quien deseaba y desaparecerla.—No podré encontrarla —se quedó pensativa —No creo que Estefan hubiera dejado su marca en ella. Pero ¿y si lo hizo? —sonrió ya que sabía muy bien quien se acercaba y siguió su camino.Estefan tras ella daba pasos largos, ella continuaba caminando tratando