Verónica mira arrogantemente a Enzo, sabe que lo tiene controlado siempre y cuando tenga al bebé con ella.

—Ni siquiera pienses en escapar Verónica con mi hijo.

Fue en ese momento que Katherine conmociona por todo lo que estaba pasando, cae al suelo, casi desvaneciéndose, pero gracias a ello Verónica se distrajo y Enzo tuvo la oportunidad de quitarle al niño.

Verónica mira conmocionada a Enzo, realmente no esperaba eso y antes de que pudiera hacer algo los hombres de Enzo la sujetaron con fuerza, esta vez no escaparía.

—¡Son unos desgraciados!

Ponto la policía llega y se lleva a Verónica, esta vez Enzo se asegurará que esa malvada mujer no vuelva a escapar.

Enzo se hace cargo del bebé con cuidado y lo coloca al lado de Diana de forma segura.

—Diana ya no llores, nuestro hijo está a salvo... mira ya está a salvo.

Diana, que no puede sostener a su bebé en sus brazos, lo besa suavemente y lo calma con palabras dulces.

—¡Lo siento, bebé! ¡Todo es mi culpa! ¡No te protegí bien! ¡Lo siento