Justo cuando Diana siente una pequeña picadura en su brazo, se despierta.

Abre los ojos somnolientos y ve una figura de pie. Ella piensa que es Enzo y dice en voz baja — Enzo has vuelto.

De repente, al escuchar la voz de Diana, Verónica se asusta.

Cuando mira a los ojos limpios e inocentes de Diana, Verónica de alguna manera se siente nerviosa, Ella no sabe por qué está sintiéndose así, De repente se retractó de su plan y lo ocultó.

Lo que quiere hacer es inyectarle el líquido a Diana en secreto, sin que nadie la viera, si no sería un problema de escapar.

De esta manera, la muerte de Diana no involucrará a Verónica.

Después de adaptarse a la luz de la habitación, Diana reconoce a Verónica parada frente a ella. Nunca pensó verla, Diana entra en pánico, pero Verónica le cubre la boca, y amenazantemente apunta la inyección a su cuello.

Verónica sonríe maliciosamente y sin llamar mucho la atención le susurra al oído a Diana —Diana, ¿Si no guardas silencio algo malo puede pasarte?, Enzo no