Aunque inicialmente parecía una simple sesión de preguntas, todo tomó una noche entera.

Caballo Blanco le hizo a Harvey varias preguntas importantes de muchas maneras, todo el tiempo con una simple sonrisa.

Las preguntas parecían absolutamente simples y de procedimiento, pero de alguna manera, Harvey sintió que algo andaba mal.

La forma en que Caballo Blanco interrogó a Harvey parecía como si estuviera tratando de incriminar a Harvey.

Si fuera cualquier otra persona, habrían caído directamente en la trampa.

Cuando se hizo la misma pregunta por treinta veces, ya era mediodía del día siguiente.

Sin embargo, los tres miembros del Palacio Dragón permanecieron inexpresivos, como si ya estuvieran acostumbrados a esto.

Harvey terminó su décima taza de café y finalmente se levantó para irse.

“Está bien, Caballo Blanco. Ha sido la treinta veces que haces esta pregunta. Te respondí con la verdad todas las veces”, dijo Harvey con calma.

"No puedo molestarme en responderte de nuevo".

"Si