Harvey se mantuvo en silencio, con el rostro inexpresivo y sin mostrar ninguna emoción.

Ya había hecho arreglos antes de entrar a la rama del Palacio Dragón.

Se dio cuenta de que la serie de eventos tal vez era el plan de Vince, a quien ni siquiera había conocido antes...

Ya que ese era el caso, a Harvey no le importaría lidiar con este hombre ignorante.

Pronto, los miembros del Palacio Dragón llevaron a Harvey a una habitación más grande.

La sala se parecía a un tribunal de la antigüedad, con un podio en el frente. Junto a él había dos hombres uniformados con armas de fuego en la mano.

En las paredes junto a Harvey colgaban pinturas y caligrafías antiguas.

“¡Por ​​el país y su gente!”.

“¡Espíritu incorruptible!”.

“¡Grabar la historia con el propio nombre de uno!”.

Espera…

Harvey ocasionalmente hacía fuertes exclamaciones de alegría mientras admiraba las pinturas. Sus acciones harían que otros lo confundieran con un visitante o un supervisor.

Cuando casi había terminado de