Capítulo 18
Raúl está esperando, impaciente en la cafetería donde tienen su cita. Está tremendamente emocionado desde que aquella pequeña compañera de trabajo se dirigió a él para pedirle salir. No la conoce bien, porque en la empresa pasaba el tiempo solo dedicado a sus tareas. Era la primera vez que se integraba en el ambiente laboral y además con alguien cercano y no quería quedar mal, ni dejar mal a su hermana frente a Ran. Casi llegó a ser su cuñado, si no fuera por los avatares de la vida, que los separaron, y a pesar de que su hermana Alexa ya estaba casada con otro y Ran comprometido con Aiko, el chico seguía teniéndole aprecio y considerándolo familia.Miró su reloj una vez más. La chica se retrasaba un poco. Empezó a temer que todo fura una broma y que en realidad no llegara. En esos pensamientos andaba y casi estaba por levantarse e irse cuando la vio aparecer. Pequeña y bonita, con esa piel de alabastro de las asiáticas y con ese cuerpo de muñeca, que nCapítulo 19Aiko regresó al apartamento después de un día agotador en la universidad. Estaba intentando retomar sus rutinas y no dejarse amedrentar por los sucesos de la semana anterior. Ran no estaba nada contento con eso y pretendía que se fueran de vuelta a Japón de inmediato, pero una vez más contó con el apoyo de sus suegros, especialmente del señor Masaharu que convenció a su hijo para que aceptara pasar el tiempo que le quedaba a la chica de clases. Al fin y al cabo, ya casi acababa ese año. Ran aceptó a regañadientes. Mientras ella iba a la universidad, su novio aprovechaba para arreglar algunos asuntos de la corporación Masaharu. Al acercarse a la puerta, tuvo una extraña sensación, como si alguien la estuviera observando. Se volvió y vio a un hombre parado a cierta distancia. Era atractivo, con una mirada misteriosa. Aiko se sintió incómoda por su presencia y se apresuró a meter la llave en la cerradura. Estando a punto de entrar, escuchó su voz.
Capítulo 20Ran subió al avión seguido de todo su séquito. Se le veía hermoso y poderoso con su abrigo y sus gafas de sol, mientras el viento despeinaba su larga cabellera negra. El sol de la tarde caía. Todo había salido a pedir de boca y en este momento su prioridad era retornar al país del sol naciente. Con su linda cerecita, desde luego.................Aiko despertó en un ambiente extraño para ella. Ya no estaba atada y aunque se sentía desorientada, notaba que el ambiente no era hostil, como sería de esperar. De hecho, estaba tumbada en una cama, abrigada, con una camisa larga y cómoda de seda. Si había sido secuestrada, era el rapto más delicado de la historia, pensó en medio de su neblina mental. Intentó no moverse mucho por si alguien la observaba. No quería delatarse antes de tiempo y hacerles saber a sus captores que estaba despierta y dispuesta a la lucha o la huida en cuanto tuviera oportunidad. Sin embargo, allí no había nadie. Abr
Capítulo 21Ran sintió un nudo en la garganta mientras escuchaba la voz enfadada de su hermano. No sabía como decirle que temía haber metido la pata esta vez hasta el fondo y más allá. Le contó todo sin guardarse nada. Como ideó lo que creyó, el plan perfecto para salvaguardar a Aiko y ponerla fuera del alcance de sus enemigos, fueran quienes fueran. Por supuesto, no le dijo nada a ella, en parte para que todo fuera más real y en parte para que ella no se negara a colaborar. Era la manera perfecta de cumplir con sus intenciones. Protegerla, traerla a Japón y casarse de una vez. Jugada redonda, pensó y le planteó el plan a su jefe de seguridad que dudó un poco al decirle que Aiko no debía saber nada. Pero al fin y al cabo era la novia de su jefe y él sabría lo que hacía con ella. Así que los guardaespaldas empezaron a vigilarla desde lejos, permitiendo que todos creyeran que no estaba protegida. Por eso el tal Katsume se le pudo acercar impunemente. Luego
Capítulo 22—Makoto ¿Qué sabes de Ran y Aiko? ¿Tienes todo listo para el viaje? —la que hablaba era la señora Margarita, la mamá de Alexa, Rous y Raúl. Estaban todos expectantes y nerviosos, y también emocionados con lo de la boda de los chicos. ¿Y para qué negarlo? Siempre era un placer viajar con la familia Masaharu en su jet privado.Ya tenían casi todo listo para marchar a Japón, otra vez. La señora Margarita decía que nunca antes había viajado en todos sus años de juventud, y ahora de mayor no paraba la pata, yendo y viniendo a la isla del sol naciente, como la que va al supermercado del barrio. Se reían todos oyendo tal exageración. La madre de Ran, apreciaba que su amiga la acompañara con toda la tropa en este viaje. No se sentía bien del todo con esto, no estaba cómoda. En la boda de su otro retoño, Azaki, y la hija de su amiga, la bella Rous, todo fue alegría y participación. Estuvieron en el proceso desde el inicio y sabían que era una pareja qu
Capítulo 23El asistente de Ran tocó a la puerta del despacho y entró a la voz del CEO mostrando respeto. —Señor director, está aquí el señor Watanabe y pide verlo de inmediato ¿Le hago pasar? —Obviamente todos sabían quién era el futuro suegro del empresario, así que daban por sentado que tenía pase libre para hablar con él.Ran hizo una seña de asentimiento y se puso en pie para recibirlo. En los últimos tiempos no había tenido mucho contacto con los padres de Aiko, en parte por sus obligaciones profesionales y en parte porque la distancia con Aiko también hacía que la situación con sus progenitores fuera ligeramente incómoda. Ran evitaba verlos con frecuencia. —Suegro, me alegra verlo. Supongo que está aquí por la invitación de boda que le envié —le dijo apenas entró el hombre mayor en la sala.—Sí, si la recibimos. Mi esposa y yo estamos satisfechos con eso. No es el tema que quiero tratar hoy contigo. Necesito contarte algo y es im
Capítulo 24El hombre que se acercaba entre una niebla de polvo y escombros se agachó frente a ella y puso una mano en su hombro.—¿Estás bien, Aiko chan? —le dijo.—Kaito… —susurró la chica.—Sí, soy yo. Hemos tardado bastante en dar contigo, pero aquí estamos —y sonrió como si fuera el reencuentro feliz de dos amigos que hace largo tiempo que no se ven. Solo que este no era el caso.—Siempre fuiste tú —afirmó Aiko.—No lo puedo negar. Tenía algunos planes para ti, pero tu querido prometido es más listo de lo que yo pensaba y se dio cuenta de que algo se estaba tramando. —El hombre, enfundado en un traje militar negro, parecía ofuscado al decir esto.—¿Por qué esto? ¿Qué te ha hecho Ran a ti? —preguntó con cansancio. De verdad que no entendía que tanto pudiera haber ofendido su novio a su profesor, como para llegar a semejantes extremos. Por dios, si esto parecía un ataque terrorista, pensó la mujer.—¿Tu novio
Capítulo 25—Hija, esto que te estamos contando es la verdad. Queremos que tomes tus propias decisiones y te vamos a respetar, pero debes de ser consciente de todo lo que sucede. Después decides.En casa de los Watanabe se llevaba a cabo una importante reunión. Los padres de Aiko, Ran y la chica, se sentaban a solas en uno de los salones. Ran se mantenía apoyado en una de las puertas, un poco alejado. La pequeña Watanabe no le había mirado bien al entrar y eso lo hizo mantenerse ligeramente apartado. Ella preguntó a su padre el motivo de su presencia allí y no lo dijo de forma bonita. Aun así se sentó a pedido de su madre, que le pidió calma y entonces su papá empezó a contarle.El día anterior a eso, Ran y su futuro suegro habían acudido a un local donde el jefe de seguridad del CEO mantenía cautivo al hombre que se presentó antes como Katsume. No estaba en buen estado. Aparecía magullado y maltrecho. No había querido soltar prenda hasta ese momento y eso
Capítulo 26La novia entraba por el pasillo, hermosa y con un aura de dignidad que la hacía ver grandiosa. Quienes la conocían bien, como Rous, sabían que caminaba hacia el altar, no con alegría, sino con mucha tristeza, aunque no quedaba claro el porqué. Si quisiera negarse al matrimonio, todos la apoyarían, visto el trato del novio hacia ella. Pero Aiko aguantaba todo sin quejarse y no dijo lo que pasaba a nadie. Tampoco pidió ayuda.Rous la visitó unos días antes, pues toda la familia se trasladó para estar presente en la celebración. Ran había anunciado la fecha del matrimonio y después de eso todo se había precipitado. Ella quiso verla y hablar con la pequeña en persona. Algo no iba bien y toda la familia era consciente.—Aiko. Pero si no estás segura, ¿por qué sigues adelante? No lo hagas, amiga. No te condenes a una vida que sería una cárcel para ti. Este es el mejor consejo que te puedo dar.La pequeña Watanabe Aiko la miró apenada. Era la