No podía dormir. Deacon no dijo nada al respecto, pero tampoco lo negó. Me dio a entender que acerté. Muy seguro esté enfermo, por eso el padre me sugirió aceptar. Era imposible dormir, no dejaba de pensar en lo desencajado que se veía a su regreso cuando pidió un permiso. ¿Blanca lo sabrá? ¿O se lo ha ocultado? Salí de la cama, tomé el acordeón.Cada vez que sufría de insomnio salía al balcón con el puto frío de la noche capitalina colombiana. Comencé a tocar las notas, las imágenes de mi vida surgieron; la soledad de la selva, las imágenes de mi familia, los domingos en Bucaramanga con mis padres en mi juventud, mi hermanita… mis momentos alegres con mis amigos en la universidad. Los muchos momentos compartidos a escondidas con Brisa.Las notas salían y mi mente solo vagaba en los recuerdos del exhumar el cuerpo de mi hermana en esa selva olvidada, la noticia de un sobrino perdido, la muerte repentina de mi padre al saber que Martha estaba muerta. Papá no lo resistió y fue fulminant
En estos últimos cinco días Deacon solo la pasó con David para arriba y para abajo, no era que me disgustara, lo hacía para ponerlo al tanto de las personalidades de su familia, sus tíos, primos y sobre todo de su desagradable hermano. Recordé esa vez que, si no hubiese sido por el chofer nuestro, y que luego ese trabajador se vendió, el muy desgraciado me hubiera violado.Hasta ese día intenté tener una cercanía con la familia de mi esposo. Esa ha sido la única vez que peleamos, hasta entonces él creía en el afecto de su familia. En primera instancia no me creyó; acudí a una de las empleadas de la casa de los tíos, ella logró sacar el video. Como todos había sido comprados o amenazados.Él muy confiado, no se tomó la molestia de borrarlo y agradezco a Dios por ello, de lo contrario ya me habría divorciado de Deacon. La empleada ahora es nuestra ama de llaves en la casa de Grecia y ella fue varias veces violada por Athan. Esa tarde le dejé en su despacho la cinta y una carta donde le
El hombre se me quedó mirando y no tuve más remedio que soltar una carcajada. Toda mi vida la había pasado solo, me preparaba mi propia comida, lavaba la ropa, la planchaba de ser necesario, entre mi sobrino y yo hacíamos el aseo de la casa en donde vivimos. Nunca había tenido una empleada, me dio picazón en el cuello, no estaba acostumbrado a que me atendieran. Volví a afirmar y al ser más consciente de lo que pasaba entre dientes comenté.—Bien —debo aparentar poderío, me dije.—Mañana a primera hora te estaré esperando en las instalaciones principales de las empresas Katsaros. Asiste con ropa impecable, —alcé la ceja—. Keelan podrá llevarte a los almacenes para que compres ropa exclusiva a la medida, no puedes presentarte en jean.—Lo sé, en un rato salgo.—Esto te lo envía el señor Katsaros.Me entregó un maletín. Al abrirlo había; llaves de un Audi R8, una serie de tarjetas débitos y créditos, una chequera y en un papel el monto exorbitante de los límites para gastar en las membr
Me sentía ridículo con traje de maniquí. Me he vestido de traje para los matrimonios de mis amigos, pero mucho más sencillos, sin el chaleco y mucho más anchos, nada de a la medida. Espero que no sea por mucho tiempo, solo debía investigar a la gente de la compañía y determinar quiénes eran las personas de confianza, reunir pruebas contra el tal Athan.De ese modo Deacon podrá desenmascararlo y yo podré regresar a mis botas, mi jean, mis camisetas y camisas de cuadros, mi casco, aparte de gritar como demente en la constructora. Salimos del ascensor, las mujeres me reparaban. ¿Interés cuánto vales? Pasamos por varios cubículos.—¿Todo el edificio es de las empresas?—No, solo los pisos trece, catorce y quince, pero el edificio es de Deacon. —Ya lo sabía—. El ascensor podría llevarnos hasta el último piso, pero quería que conocieras las dependencias, tu secretaria luego te dará el recorrido minucioso; aquí encontrarás el departamento contable que se subdivide por cada empresa.» Tenemos
Desde la llamada que recibió de su hermano ayer en la noche noté a Deacon temeroso e intranquilo. Hoy se levantó muy temprano.—Buenos días, mi Torbellino Latino. —Mi marido ingresó con el desayuno para mí.—Vaya y, ¿qué celebramos? —Me dio un delicioso beso en la boca.—Yo todos los días celebro el despertarme con vida al lado de la mujer que me trajo la verdadera felicidad y desde entonces soy un hombre completo. —Se regocijó mi alma al escucharlo.—Te amo.—Y yo la adoro. Los niños ya están en el baño cada uno, los llevaré a la escuela y tú los recoges. Es viernes y quiero invitarlos a cine.—¡Perfecto! —llevé una cucharada de alimento a la boca. También tenía un plato lleno de frutas—. ¿Tú lo hiciste? —soltó una carcajada.—Mmm con la ayuda de Margot. ¿Qué vas a hacer hoy?—Vamos a estar de espías. —arrugó la frente—. Recuerda, te comenté que Maju estaba avergonzada por el chicle que le consiguió a David. Parece que él le pidió se la quitara de encima. Dicha mujer, no quiere, por
Todas mis amigas se quedaron en silencio, por la hora siguiente a la desenmascarada de Julieta, escucharon mi relato, mi noviazgo oculto ante ellos por petición de David, lo que pasó, las decisiones tomadas, el tiempo que lo esperé, y el volverlo a ver cuando supe del secuestro de Maju.Me había tomado toda el agua solicitada, más la botella de agua de Patricia. No me gustaba hablar del pasado, no quería pensar en nada, me había obligado a decirme mil veces que era una mujer con feliz matrimonio, no tenía por qué pensar en otro hombre.—Voy a bombardearte a preguntas. —dijo Fernanda—. Pide otra botella con agua.—Primero, —miré a Maju, había intervenido en la conversación—. Perdóname, amiga, cuando hablamos te dije la verdad, no fue como tal un beso, pero en el ángulo de donde nos vistes muy seguro daba a pensar eso. Como lo pensó César en su momento. De haber sabido que tú tenías algo con David, jamás se lo hubiera propuesto. Lo lamento.—Lo supe con el tiempo. Aunque, Virginia me ac
El día de ayer fue extenuante, después de la reunión con los gerentes, la señorita Sanna me presentó uno a uno a los empleados, en la tarde regresé al apartamento para escoger al personal de trabajo doméstico y en la noche me encerré a trabajar con los nombres y personas recién conocidas de la empresa. Los primeros en investigar fueron a los gerentes. Ya tenía una lista extraña de muchos lujos para tan pocos ingresos. Por eso necesitaba hablar a primera hora con el gerente financiero. El señor Magus.Terminé de hacer mis ejercicios, la señora Calantha Pachis; una mujer de cabello corto, rostro redondo, ojos verdes y de cincuenta y tres años, era viuda con dos hijos adultos y tres nietos, era ahora el ama de llaves. Me bañé, al salir de la habitación la señora ya me tenía el café, el desayuno y el periódico en inglés en la mesa. Era la única mujer que dormirá en el apartamento.La otra chica al igual que el chef vendrían a diario. Para el cocinero solo se acordaron horas, en donde deja
Habían pasado dos semanas, mañana viajaba con todo el informe de lo realizado en este tiempo en la compañía. El tal Athan debía odiarme, le quité el chorro de dinero con el que se pavoneaba la gran vida, ya el señor Magalo estaba recopilando toda la información de los pagos que no tenían justificación e iban a la cuenta del hermano de Deacon. Vaya modo de robo y se pavoneaba en toda la sociedad como un hombre correcto.Algo debía de agradecerles a las amantes de dicho personaje era que dejaron todos los movimientos registrados. Asumo que al saber que no era correcto, guardaron las pruebas por si las culpaban y mira que ahora eran nuestra mejor prueba. No obstante, yo seguía insistiendo en que esto lo hubiera hecho el mismo Deacon.Las dos mujeres eran las amantes y no sabían, aparte que las dejó en un lío judicial las engañó, y los celos de una mujer suelen jugar un papel importante. En mi caso fue favorable, hablaron, ya teníamos sus testimonios. Adicional a esto, también tenía compr