Después de tomar la sopa, Sara estaba recogiendo en la cocina, y la señora Eloise estaba sentada en el sofá, tomándole la mano a Alina con cariño, sonriendo mientras la observaba bajo la luz de la lámpara, asintiendo satisfecha mientras la miraba.

"Alina es tan limpia y bonita, no tiene ningún encanto, es muy pura, y su piel parece tan suave y tersa que casi se puede exprimir agua de ella", pensó la señora Eloise mientras desviaba la mirada hacia su nieto, que estaba apoyado en el armario, fingiéndose absorto en la lectura de un libro.

En su rostro lleno de arrugas, su sonrisa se hizo aún más profunda.

Luego, volvió a mirar a Alina, evaluándola según sus estándares.

"Hmm, muy bien, su rostro es inusualmente refinado, no tiene la típica cara redonda, tiene una cara ovalada muy elegante, y sus ojos son muy bonitos, brillantes y limpios. Adem&