Este año en la casa de Karina fue difícil. La fábrica se incendió y acumuló una gran deuda externa. Además, su hija quedó embarazada antes de casarse. Karina y Daniel no podían dormir por la noche, estaban llenos de preocupaciones y la casa estaba sumida en la tristeza.

Hasta que se fijó el compromiso de su hija, finalmente hubo un poco de alegría. Aunque su hija ya no podía ocultar su embarazo, al menos estaba comprometida, así que si los parientes notaban algo, Karina tenía una excusa para evadir el tema.

En un pueblo pequeño, no era raro que una estudiante universitaria quedara embarazada. Después de todo, Alina tenía veintitrés años, y aunque aún estaba estudiando, estaba en la edad adecuada para casarse. 

La única vergüenza era el embarazo antes del matrimonio, pero gracias a que estudiaba en una gran ciudad y