Aunque Alina no mostraba signos de fatiga, su expresión era tranquila. Vestía una blusa ajustada arriba y suelta abajo, y aunque su figura seguía delgada y no parecía una mujer embarazada de casi cuatro meses, Aurora sabía que su vientre ya era evidente.

Al ver a Aurora, Alina simplemente apretó su mano y le dijo suavemente ——Tú eres mi mejor amiga, por favor, deséame felicidad——.

Viendo el resplandor de su anillo en la mano, Aurora no pudo evitar derramar lágrimas en secreto. 

——Aunque las cosas sean difíciles, no puedes traicionarte a ti misma. Esto es para toda la vida, no puedes hacer esto, ¿cómo puedes hacerlo?

La sonrisa tenue en el rostro de Alina se desvaneció por un momento. ——No, nunca me he traicionado a mí misma. Seré feliz——, dijo.

¿Feliz? Pensó Aurora, c