No podía explicar lo que había sucedió hasta para mí aún era confuso se podría decir que todo esto solo podría pasar en historias pero lo que hacían las personas con dinero era algo ridículo pero esto era capaz de hacer una persona en busca de venganza..
Gastar millones para fingir una muerte y poder cubrirlo todo y nuevamente sin mi consentimiento había amanecido en una habitación sin saber que había sucedió ¡Tan solo era una simple chica que debería de estar muerta por haber recibido una bala!.
Una bala que yo misma puse en mi cuerpo y es que, ¿Que más daba morir?.
Estaba atrapada nuevamente está terrible pesadilla ¿Acaso nunca terminaría?
Pesadilla ojalá tan solo fuese eso, ese hombre tan insensible desde mi llegada no me había hecho daño o me había encerrado en algún sótano se podría decir que había estado siendo amable conmigo y me había dado una mínima esperanza en volver a ser feliz provocando incluso que mi propia vida pareciera tener poco significado para mí si era cierto lo que me decía, ¿que más daba que me usara para su absurda venganza?.
Aún que no me gustaba la idea de que lo dañará, no quería eso.
Pero aquel hombre tan solo decía que era era algo necesario, que tenía que pagar por todo el daño que hizo recordándome todo lo que sufrí y aún que eso sería placentero para cualquier persona que sufrió atrocidades para mí no.
Esto es confuso, no quería que dañaran a demian pero estaba atada de manos.
Era el o ella.
Y claro que la eligiría a ella.
UN AÑO DESPUÉS.Aquel hombre de traje caro iba caminando por el cementerio se había aprendido el camino hacia su amada, era un recorrido doloroso, vaya que lo era.—Buenas tardes Demian — Saludó el guardia con aspecto cansado, cabello blanca, arrugas en su rostro por su avanzada edad.—Buenas tardes Javier- Detuvo su caminata para regresarle el saludó.—Tengo que admitir que pensé que ya no vendría más muchacho.- Dijo el guardia.—Mientras siga vivo vendré a verla, si no pude estos tres meses fueron por trabajo pero ya estoy aquí.- Respondió.—Me alegra oír eso las personas hoy en día olvidan a sus fallecidos, pero ya no te entretengo más, anda ve.-Se despiden.Había
había pasado una semana más, donde solo dedicaba a leer y de vez en cuando cocinar era tan desesperante vivir así.—Kiara— Escucho ser llamada. y la puerta ser abierta.—¿Que necesitas?— Preguntó al ver qué solo se quedó en el marco de la puerta.—Recuerdas lo que hablamos hace una semana?— Pregunto sin moverse.Lo miro sin entender —Hablamos de varios temas, así que no.— Respondió.—Que despistada, ve por tu abrigo hace frío y no quiero que te enfermes, saldremos.— Aviso dejando el lugar sin dar más explicaciones.—¿Que está tramando— Susurro levantando sé para ir hasta su habitación.
DÍAS DESPUÉS.Demián.*Videollamada*—Demián, por favor…— Suplicó.—Basta… Ya lo discutiremos luego.— Habló. —¿Ya tienes el boleto listo? ¿A qué hora llegarás a casa?— Continuó Demián, cambiando de tema.—No puedes seguir retrasando esto, sabes que falta poco para que llegue esa fecha.——Lo sé, hablaremos de eso cuando estés aquí.——Bien hermano, iré la próxima semana, la hora de aterrizaje es a las ocho de la noche.——¿Quier
Kiara.Dejo el libro aún lado, la frustración recorría su cuerpo al no poder prestar atención a su lectura había tenido que releer varias veces el mismo párrafo. Su cabeza dolía.Miro el reloj. Eran las seis de la tarde la hora perfecta para hacer la comida.Se puso un suéter holgado y unos tenis cómodos, bajo a paso lento, la casa era demasiado silenciosa bastante abrumador para ser sincera pero con el paso del tiempo se acostumbró.La puerta principal fue abierta dejando ver al hombre quitándole su grueso abrigó.—¿Te encuentras mejor?— Preguntó.No contestó, tan solo asintió con la cabeza.—Haré algo para
Días después.—Estoy agotada— Dejo caer su cabeza en la fría mesa.—Lo se, pero es necesario si quieres estar al corriente con tus compañeros de universidad.— Acarició su cabeza, despeinadandola. —Aun no me dices que es lo que quieres de regalo por tu certificado de preparatoria.——Sabes que es lo que quiero.— Murmuró, incorporándose nuevamente.—Por el momento no es posible kiara— La miro con cansancio.Hace una semana había logrado sacar su certificado, tan solo había tenido tres días para estudiar, todo un reto pero a pesar de todo lo había logrado.—¿Quieres ir a comer a algún lado? ¿Ir al cine?— Propuso.—Tal vez...Una llamad
DEMIÁN.—¡Hermano, la carne!——Voy— Camino hasta el asador —¿Donde esta Patrick? Según el se encargaría——Aca estoy. Una disculpa tuve que ir por más carbón.— Deja la bolsa de carbón a un lado. —Hazte a un lado, hoy yo soy el chef.——Si fueras chef y tuvieras tu restaurante en estos momentos estarías en bancarrota amigo.— Bromeó Demián al ver como se le estaba quemando la comida.Todos en el lugar rieron.—¿Necesitas nuestra ayuda?— Preguntó Duncan, acercándose junto con Kendra.—Estos muchachos de hoy en día, fuera, fuera. Vayan a sentarse yo me encargaré.——¡Nana!— Grito
DÍAS DESPUÉS.KIARA.—Ultimamente a estado raro ¿por que? ¿qué está pasando?— Preguntó.—Para ser sincero el plan de la venganza se ha puesto en marcha.— Tomo un poco de su taza de café.Kiara miro su plato el hambre se había esfumado por completo.—No comprendo bien sobre su plan ¿Que es lo que hará? ¿qué me pasará?——Tu seguirás estudiando y yéndo a la universidad hasta que el se entere que estás viva, después de eso estudiarás en casa. No dejaré que te lleve.— Aseguró.<
KIARA.—He llegado.— Avisó cuando entró a la casa.—¿Como te fue? ¿Estuvo divertido tu día?— pregunto el hombre desde la sala.—Me fue bien.— Mintió. Dejo su mochila a un lado de la entrada.Más al rato la subiría a su habitación.—¿Estás segura? ¿No hay algo que quieras contarme?— Interrogó.—Al hacer esa pregunta creo que sabes bien la respuesta ¿no es así?— Se sentó en el sofá individual. —No fue coincidencia que él estuviera ahí ¿verdad?— No podía despejar sus temores, su voz temblorosa la delataba.&nbs