Estimadas lectoras y lectores ¿Qué futuro le esperara a Ana y Dominik juntos? Sera posible que la familia Müller no los pueda separar, se ve que la de Ana lo ha aceptado, ¿Sera que Ana algún día será aceptada?
--- Ana Teyssier --- - ¡Ana, por favor, debes ser fuerte! ¡Puja Ana, puja! Ya falta poco corazón, ¡Tú puedes, tú puedes, mi vida, anda…! – Dice el hombre que está a mi lado, lo miro y no puedo evitar sentir un hueco en el corazón. - ¡No puedo! ¡No puedo! – Digo entre lágrimas… Mientras un fuerte dolor invade todo mi cuerpo. - ¡Anda, corazón, tú puedes! Recuerda, ya has pasado por tantas cosas, esto solo es algo pequeñito… ¡Hazlo por ella! ¡Hazlo por tu hija! ¡Anda mi vida, tú puedes…! Yo solo sentía cómo me faltaban fuerzas, mi cadera se abría y, por más que pujaba, no lograba escucharla, no lograba hacer nada bien, ¿Por qué? ¿Por qué demonios no logro hacer nada bien? Mi maldita vida era un infierno, yo fui quien debió morir… No se supone que, yo debería traer vida a este horrible mundo de m****a… - ¡Puja Ana! ¡Mi vida, tú puedes…! – Vuelve a repetir el hombre a mi lado. - ¡No puedo, Héctor! ¡No puedo…! – Digo entre lágrimas y dientes apretados. - Mi vida… ¡Tú puedes! Tú siempr
Tomo III--- Ana Teyssier ---Estoy parada junto a la Teresa, ella apenas tiene 15 años. Su embarazo ha sido complicado, sus padres la corrieron de casa luego de saber que ella estaba embarazada.La miro y puedo notar el miedo en sus ojos. Tomó su mano y la aprieto, la miró y le sonrió.- ¡Todo va a estar bien, Tere! Ya verás que él bebe viene bien y que todo saldrá como deba salir, eres una chica muy fuerte y, sé que tú puedes con esto y más… - Digo muy segura, porque si yo pude, ella también puede.Hoy día, trabajaba en una organización que se dedica a cuidar de chicas que por alguna razón no tienen el apoyo familiar o monetario, cuando se embarazan a temprana edad.Aunque ese es el fin, no solo atendemos a chicas jóvenes, atendemos a todas las mujeres que llegan por diferentes causas, violencia doméstica, abandono, rechazo de la familia o chicas que no desean tener a sus bebes.Todo esto cortesía de Héctor Plourde, mi eterno compañero y amigo, luego de casi morir en el parto de mi P
--- Dominik Müller ---Luego de llegar al lugar donde el investigador me dijo que encontró el último rastro de Ana, al darme cuenta de que era la única pista y que solo me llevaba a un callejón sin salida. Comencé a sentir que mi corazón latía con rapidez, comencé a tener dificultad para respirar, sentí cómo mi cuerpo se debilitaba, mi pecho dolía, como si algo lo oprimiera.Supongo que debí haber asustado a la dueña de la última casa donde sé que vivió Ana hace ya 5 años. Ahora, luego de aquel ataque de pánico, me veo en un rudimentario hospital, no lo critico, pero es obvio que nunca había estado en un lugar así.Imaginar que Ana vivió en aquel cuarto descuidado, imaginar cómo pasó su embarazo ahí, me parte el corazón. Imaginar que ella pudo haber traído al mundo a nuestro hijo o hija en un lugar como este, solo hace que la opresión en mi pecho sea mayor.- Tú, ¿Qué tienes? – Se escuchó una vocecita al otro lado de la cortina que divide mi camilla de otra camilla.Aquello me sacó de
--- Héctor Plourde ---Después de la última crisis emocional de Ana, preferí mudarme con ella. El lugar donde actualmente vivimos está bastante alejado de la ciudad, incluso no vivimos en el mismo estado, ahora vivimos cerca de la costa del Pacífico en México.Ana había intentado vivir sola, pero yo sé bien que eso era una pésima idea, más con una bebe en brazos. Por lo que ahora llevamos ya casi 5 años juntos.Compre una casita pequeña que se adaptó a nuestra pequeña familia, el lugar es encantador y Ana le ha puesto su toque. Cada vez que ella se siente triste, arregla el jardín y las niñas le ayudan. Suena raro, pero mis hijas disfrutan del lugar, tiene el espacio correcto para correr y juguetear por todo el lugar.Sé que por más años que pasen, el dolor de la pérdida nunca se va, menos cuando de un momento a otro, tu vida cambia totalmente.- ¿En qué piensas? – Dice Ana al salir con un par de cervezas en mano. – Hazme un huequito. – Dice cuando me ve recostado en el camastro.Me h
--- Dominik Müller ---Luego de más de 6 horas, por fin vamos camino a la ciudad. Una vez que Bruno llegó por mí, el hospital accedió a darme de alta. Debido a la crisis que presentaba, el hospital se negaba a dejarme ir solo, Bruno tuvo que conducir por 6 horas, me dijo que había un accidente y demoro más tiempo de lo habitual. Si las miradas mataran, ya estaría enterrado en este preciso momento.- Dominik… Dom…- Dime…- Ya debes de dejar de hacer este tipo de cosas… ¡No puedes seguir así…! Si ella no quiere que la encuentres, es por algo, ¿No lo crees?- Necesito hablar con Ana... No puedo dejar que las cosas terminen así y menos cuando sé que tuvo un hijo o hija mío… - Digo recordando cómo fue que me enteré.- Dominik, solo te voy a poner en perspectiva las cosas tal como las veo, no quiero que creas que te estoy atacando, pero solo contesta lo siguiente:¿Qué le vas a decir? ¿Qué vas a hacer con Elena? ¿Para qué quieres encontrar a Ana?- Únicamente quiero hablar con ella, quiero
--- Ana Teyssier ---Sentir el calor del abrazo de Héctor calma un poco mis pensamientos, esos que llevó 5 años luchando para apaciguar y que no salgan.En ocasiones, miro al hombre que está a mi lado y me pregunto, ¿Por qué? ¿Por qué demonios no me quedé? Al final, ahora estamos juntos, pero separados.Él tiene a Ella y, en definitiva, es una buena mujer y se ha adaptado perfectamente al ritmo de vida de Héctor. Aunque no puedo evitar sentirme culpable, ya que, en ocasiones, imagino cómo hubiera sido mi vida si no hubiera tomado ese vuelo hace 8 años.Tal vez mi vida hubiera sido diferente, tal vez mi familia seguiría viva, tal vez Paz realmente sería hija de Héctor, tal vez se llamaría diferente, tal vez no lucharía cada día con lo que siento, tal vez no me sentiría culpable por seguir viva.Admito que el enterarme de que estaba embarazada, cambió varias cosas en mí, pero el embarazo llegó en el momento en que había decidido que ya había tenido suficiente, que ya no podía más, que m
--- Héctor Plourde ---Miro a la mujer que tengo a mi lado, Ana se ha quedado dormida, con sumo cuidado, me levanto, la cargo y me la llevo a su habitación.En noches como esta, me duele verla así, me duele recordar todo lo que sucedió, me duele pensar en cómo fue que su familia se nos fue. Si para mí fue doloroso, para Ana fue peor, yo fui a quien le tocó esa darle esa dolorosa noticia.Sé que de haber ido tanto Jude como yo estaríamos muertos, pero ese día tuve una reunión de emergencia y tuve que cancelar mi salida, había prometido que llegaríamos al día siguiente.Recuerdo que Marlene me dijo que le habían avisado a Ana, pero que ella les había dicho que confirmaría con Dominik. De acuerdo con lo que me dijo, Ana nunca había confirmado eso, me sonó raro, aunque supuse que estaba ocupada con otros temas y no puse más atención.Después, Marlene me dijo que se había comunicado con Dominik y este, le había prometido que nos alcanzarían en dos días.Fue obvio que ellos tampoco los alcan
--- Héctor Plourde ---Tan pronto como cuelgo, llamo a la única persona que sé que es capaz de mover las cosas y no tener que rendir cuentas por ello, además de que, ya había pensado en él para el tema de la familia de Ana. Entro a mi móvil y busco su contacto, finalmente lo encuentro y le marco.- ¿A qué debo tu llamada? – Responde la voz al otro lado de la línea.- Necesito dos favores… - Digo sin rodeos.- ¿Cuáles? Si me hablas tan temprano, debe ser urgente…- Necesito que traigas a Ana de Nueva York y el otro, necesito averiguar dónde está la familia de Ana. Todos iban en una camioneta rumbo a Acapulco, hubo un derrumbe y varios autos quedaron atrapados… - Digo sin darle tiempo a decir que no.- ¡Maldita sea! – Dice cómo primera respuesta y sé que podría ser que se niegue.Una vez, él y yo hablamos sobre Ana y ambos llegamos al punto de que él prefería no saber de ella. Era un capítulo en su vida que deseaba cerrar, y para mí era más que obvio que, era incómodo.- ¿Qué? ¿Puedes o