Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia...
--- Diego Sánchez ---Conduje por largo rato, si hay algo que me saca el mal humor, aparte del sexo, es correr en mi auto, luego de un momento, reacciono y veo el lugar donde estoy aparcado. Ahí es cuando me doy cuenta de que, solo hay un lugar al que venía cuando estaba así de encabronado, y ese sitio era la casa de Isa, ella siempre sabía cómo sacarme una sonrisa.Veo que hay luz en su apartamento, sin pensarlo dos veces, salgo de mi auto, subo las escaleras, no sé qué demonios le voy a decir, pero está claro que no voy a perder esta oportunidad para hablar con ella.Sé que las cosas no terminaron bien, sé que lo que hice en casa de mis padres fue excesivo, sé que jamás debí haberla expuesto así y también sé que, por mi maldita culpa, ella ahora está metida en más problemas, pero trabajo en ello para poder retirar los cargos.Estoy por tocar a la puerta, para mí des fortunio, tiene puestas las cortinas casi transparentes, sé que ella me podrá ver cuando venga a abrir la puerta, espe
Me despierto y la veo, Ana duerme profundamente a mi lado, se ve preciosa, aún no puedo creer que aceptara, sí, ella aceptó una relación sin compromiso conmigo. Sé que no debería emocionarme tanto, pero es la primera vez que me siento tan a gusto con alguien.Mientras la admiro, siento que aún no me puedo quitar esa extraña sensación que tuve todo el día, esa sensación que me tiene aquí hoy.Sé que me vi como un hombre obsesivo, quedé expuesto ante ella, pero sé que lo vale, sé que no quiero perder ni un día sin ella, sé que durara lo que deba durar por ello, vine y la convencí, sí, yo mismo la busqué, yo fui quien la convenció.--- Lunes por la mañana ---- Ana, tenemos aún 15 minutos antes de que debas entrar al trabajo, piensa en lo que te dije, durante el día, Mateo se comunicará contigo para lo que había quedado de entregarte.- Alexis… Por favor, no me pongas las cosas así de difíciles… - Responde Ana con evidente consternación.- Ana, no te estoy poniendo nada difícil, la verda
Luego de ello salí de la oficina y me dirigí a R.H., aún faltaban algunas horas para salir de la empresa cuando Mateo Díaz, me llamó.- Señorita Teyssier, estoy fuera de su trabajo, el señor Betancourt me pidió que le trajera unos documentos, ¿Podrá salir unos minutos? Solo serán unos 10 o 15 minutos a lo mucho.- ¿Mateo te envió Alexis?- Efectivamente, no va a aceptar un no como respuesta, así que facilíteme las cosas y salga un momento, por favor.- Bien, espérame unos minutos, por favor.- ¡Claro!Luego de unos minutos, salgo a la recepción y veo a Mateo, como siempre, con ese porte imponente que siempre luce.- Señorita Teyssier…- ¡Hola, Mateo!- Hola, señorita Teyssier… Bien, no le quiero quitar más su tiempo, necesito que firme estos documentos…- ¿Qué son, Mateo?- Usted sabe que son, el señor Betancourt me dijo que ya le había hecho mención de esto.- Pero no había aceptado…- El señor Betancourt no aceptará un no como respuesta y usted lo sabe…Muevo la cabeza en señal de d
Diego y yo nos conocimos en el último semestre de preparatoria, éramos de colegios distintos, mientras él estudiaba en un colegio privado, yo asistía a un colegio de gobierno.Todo surgió como una extraña amistad, nos conocimos en una fiesta por conocidos en común, ese día él me pidió mi número telefónico y se lo proporcioné, al principio no tuve interés en ello, en ese momento, no estaba interesada en encontrar novio o algo por el estilo.Grande fue mi sorpresa cuando él comenzó a escribirme casi a diario, él hacía lo posible para que nos encontráramos en la parada de autobús, casi siempre a la salida, nuestras charlas eran amenas, en ocasiones me dolía la panza de tanto reír.Diego, poco a poco, se fue metiendo en mi vida, su plática, su sonrisa, sus detalles hicieron que, sin querer, me fuera atrayendo hasta que un día cualquiera, entre nuestras muchas escapadas después del colegio, me besó y ese beso fue el comienzo de mi propio fin.Fueron dos años, llenos de momentos buenos y ma
Todos en esta vida, en algún momento, necesitamos pagar para que alguien escuche nuestra historia, le dicen “Ir al psicólogo”, después de muchas conversaciones con mi familia, finalmente acepte ir. Llegue 10 minutos antes, me siento nerviosa, estoy inquieta, jamás había pisado un lugar así, seguramente mi familia me cree una desequilibrada y no es para menos, luego del último arranque que tuve. En mi defensa, solo puedo decir que es lo último, ya no pude aguantar más.Aún recuerdo ese día como si fuera ayer, ese día sufrí la más grande humillación de todas, si en el pasado había sido humillada por Diego, esta ocasión la situación rebaso todo lo que había vivido con él, además de que teníamos público. Lo peor de todo fue ver los ojos de mi madre, ella realmente estaba asustada y vi decepción en su mirada, en ese momento lo supe, había tocado fondo.Pensando en ello, me levante, cogí la mano de mi madre y decidí que, desde ese día haría todo lo que estuviera a mi alcance para olvidarme
Han pasado ya unos días desde que comencé las terapias, la doctora Enedina no ha resultado una loca, al contrario, parece ser una persona de confianza, aunque siendo sincera, en las siguientes sesiones no he vuelto a hablar de Diego. Debido a ello, hemos preferido mejor hablar un poco de mi infancia y adolescencia, hay cosas en las que trabajar, pero no son trascendentales.La doctora no me ha presionado con el tema de Diego, ella me escucha y luego me da algunas actividades a trabajar hasta la siguiente sesión.Si soy totalmente honesta, no he querido hablar sobre él, no porque no quiera, sino porque me da pena aceptar todo lo que viví a su lado. Diego fue todo un caballero para reconquistarme, pero ese caballero desapareció y se convirtió en el peor de los demonios.Un simple perdón, una larga charla, un café y unas flores bastaron para perdonarle. Su mirada realmente mostraba arrepentimiento, su nerviosismo y la sinceridad con la que hablo, fueron todo lo que necesitaba para desarm
--- Ana Teyssier ---August Dominik Müller era considerado un adonis, un hombre casi, casi hecho a mano, se decía en los pasillos, el hombre seguro no pasaba de los cuarenta y tantos años, su rostro era muy característico, contaba con unos rasgos muy bien definidos. Poseía ojos verdes claros, unos labios gruesos y llamativos, su cabello era corto, quebrado, rubio y bien peinado, a pesar de los años, el hombre poseía una figura atlética y tonificada, la cual resaltaba en sus trajes hechos por diseñadores exclusivos seguramente.Se dice que el hombre tiene un carácter difícil, incluso dicen que su carácter ahora es más complicado debido a su divorcio. Profesionalmente, he tenido oportunidad de revisar algunos temas de trabajo y a mí, personalmente, me ha dado la impresión de ser un hombre amable, estricto pero amable.Dominik como le dice mi jefe y la mayoría en la compañía, he de ser sincera, sí, efectivamente, se me hace un hombre atractivo, aunque frío como un témpano de hielo, su mi
--- Dominik Müller---Finalmente, tómo el folder que Ana me entrega, lo leo con detenimiento tal como con todas las candidatas, me sorprendo al ver que varios conceptos que manejo todos los días. Vaya, esta niña los conoce al derecho y al revés, resulta que Ana tenía más experiencia que todas las candidatas juntas, eso era excelente, aunque dudaba por su edad, tuve que tragarme los pensamientos antes expuestos en mi mente.Luego de leer el archivo, cambio mi gesto y dirijo mi mirada a la de aquella niña.— ¡Hola, Ana! ¿Cómo estás? – Digo usando un tono de voz no tan intimidante.— ¡Hola, señor Müller! Estoy bien y ¿usted? – Me responde ella con mucha seguridad y genuino interés.— Bien, visitando México… — Respondo con naturalidad.He de reconocer que he trabajado con Ana, desde que Mauro la contrato, se me ha hecho una chica jovial y amable; además de responsable, todo lo que le he pedido, siempre lo ha tenido listo, sé que es una chica con carácter y mucha determinación, lo que no c