Estimadas lectoras y lectores Héctor si tiene claro que si Ana se lo permite, el se quedara toda su vida a su lado.
--- Ana Teyssier --- Miro al hombre que acaba de decir todas aquellas hermosas palabras y no puedo creerlo. Él ha estado conmigo por años, él ha estado siempre conmigo, ¿cómo pude ser tan idiota? ¿Cómo pude ser tan ciega? ¿Cómo permití tantos años lejos de él? - Ana… ¿Has escuchado todo lo que te dije? – me pregunta esperando a que yo le dé una respuesta. ¿Cuál es la mejor respuesta a todo lo que acaba de decirme? Lo único que hago es levantarme de la silla e ir hacia él y besarlo, sí, besarlo. Lo beso como si fuera una chiquilla, la misma adolescente de hace 14 años, me duele, claro que me duele, pero no importa. Estoy frente al único hombre del que nunca debí separarme. Montones de imágenes cruzan mi mente, montones de recuerdos llegan en forma de cascada. Recuerdos desde cómo fue que nos conocimos, recuerdos de cómo fue mi primer beso con él, lo que sucedió ese día, recuerdos de cómo fue que tome ese maldito avión y lo deje aquí. - ¡Oye…! ¡Oye! ¡Tranquila! Te me vas a abrir
--- Héctor Plourde --- Luego de una rica comida al lado de Ana, ella luce un poco más relajada, al final terminamos comiendo a la orilla de la alberca. Ella mantuvo todo el tiempo sus pies colgados de la orilla. La miro y puedo ver que ella está más tranquila con relación a lo que sucedió ayer, es más, podría decir que no lo quiere ni mencionar. Estas son las cosas que no me agradan de ella. Normalmente, lo que le pasa se lo guarda y luego, aquello termina saliendo y afectándola más de lo que debería. Aunque solo por hoy, quiero fingir que no pasó nada, quiero fingir que Dominik no está presente y que no hay un montón de cosas que resolver. Tras una larga sobremesa, recogemos la basura, ella la lleva a la cocina y yo me recuesto en el camastro. El sol está por ocultarse y, a Dios, doy gracias por otro día más, doy gracias por tenerla cerca, porque no permitió que le pasara nada a lado de Dominik. - ¿En qué piensas? – dice ella mientras se acerca con una copa de vino tinto. - Tú
- Ana… Esta vez quiero que hagamos las cosas de otra manera, tu y yo, ya vivimos juntos, ¿No? - Sí… Pero… ¿Qué sucede? - dice ella intrigada. - Bien, Ana Isabela Teyssier Martínez, ¿Te casarías conmigo? – hago la pregunta que debí haber hecho desde que ella tenía 19 años. Hago la pregunta que tuvo que esperar 14 años para ser pronunciada. Solo puedo ver cómo Ana se me queda viendo y pone ojos llenos de sorpresa. - ¿Perdón…? ¡Creo que no escuché bien…! - dice ella, aun incrédula de mis palabras. - Sí, Ana. ¿Te quieres casar conmigo? Llevamos 5 años siendo unos excelentes padres y antes de que algo más suceda, quiero que me digas lo que piensas. – digo aquello y es claro que las circunstancias no son perfectas. Luego de 14 años, ahora que lo analizo, esta es la mejor manera de pedirle matrimonio a la mujer de mi vida. - Héctor… - dice y toma mi mano. Es evidente que sus ojos están llenos de lágrimas, creo que no esperaba que hiciera esto, digo, le estoy proponiendo matrimonio a l
--- Héctor Plourde --- Luego, en un rápido movimiento, me retiré la ropa y zapatos que llevo puestos, me costó un poco, porque obviamente no piensas en que vas a terminar teniendo intimidad con el amor de tu vida cuando te cambias de ropa. Ana sigue recostada, mira hacia arriba y luego se incorpora al sentir que no continúo besándole el cuerpo. - Espera… Unos problemas técnicos… - digo cuando ella me mira y ve cómo intento quitarme los zapatos con agujetas. - ¡Oh! – dice y vuelve a dejar caer su cuerpo en el suave colchón. Ahora que estoy libre de mi ropa, es evidente mi erección, aun así, me tomo el tiempo necesario, así que, tomo sus pies y la jalo hacia la orilla de la cama. Ella solo emite un gritito ante la sorpresa. Beso, sus dedos, me detengo en aquel tobillo que tiene, como dice ella, “una bella cicatriz”, la miro y sé que conozco su historia. Continuó trazando un camino de besos y caricias hasta llegar a aquella zona que solo le pertenece a ella. Acaricio sus muslos y
--- Ana Teyssier --- Despierto con los primeros rayos de sol, me muevo y siento un extraño dolor por todo mi cuerpo. Intento moverme para acomodarme, ya que me doy cuenta de que estoy boca abajo y es aquí cuando siento como un brazo rodea mi cintura, me aprieta al sentir mi movimiento. Caigo en la cuenta de lo que ocurrió hace apenas unas horas, de solo recordarlo, siento como mis mejillas se sonrojan y se calientan. No puedo mentir, llevaba más de 5 años sin tener intimidad con alguien y esta, sí, esta vez, es la primera vez en la que, debo reconocer que me he dejado llevar por el universo de emociones y sensaciones que sentía. Giro mi cabeza y lo miro, él está ahí, todo parece como un sueño, uno del que no quiero despertar. Tal como si sintiera mi mirada, Héctor abre los ojos, al verme sonríe, se acerca un poco más a mí y besa mi espalda desnuda. Al acercarse, lo puedo oler, todo mi cuerpo huele a él y eso, de cierto modo, me prende, pero a la vez, me hace sentir tranquila. D
--- Soila Salgado ---No sé por qué, pero presiento que mi tiempo está llegando, siento como si alguien me pisara los talones y no sé quién demonios es, pero en México ya no estoy segura.¡Mil veces maldita seas Ana Teyssier! ¡Maldita escuincla! Mi vida cambió por esa malnacida; yo debí estar en su lugar.Dominik debía estar casado conmigo, no con esa estúpida zorra de Elena, pero todo fue por la idiota de Ana, esa maldita escuincla. ¡Maldigo la hora en la que me hice amiga de ella! ¡Maldigo mil veces! El momento en que la dejé entrar en mi grupo de amigas.Esa estúpida llegó aquí con la cara de mosca muerta, según ella, muy enamorada de ese tal Diego Sánchez. Si supiera la muy idiota que ahora trabaja aquí y que todas las mujeres babean por él…Incluso yo, yo me he visto tentada a invitarlo a salir, pero a todas nos ha rechazado. Al parecer, el idiota vive y respira para su maldita chamaca, una escuincla de 6 años.Sé que mi tiempo está llegando, lo siento cerca, Diego no ha quitado e
--- Diego Sánchez ---- Diego, necesitamos apresurar toda la investigación, ya necesito ver los resultados de todo lo que llevas siguiendo desde hace dos años… - Dice Bruno y se escucha preocupado.- ¡Lo sé, Bruno! ¡Lo sé! Es solo que, no quiero mover algo que le dé aviso a ese tal Mauro… Estoy seguro de que Soila tiene metidas las narices en ese fraude y el flujo de capital se estaba yendo por ahí.De verdad, no entiendo cómo la señora Annalena, nombró a Soila directora de finanzas, esa mujer no tiene nada de madera de finanzas.- Esos nombramientos no los hizo ella por cuenta propia, los hizo porque Mauro se los recomendaba, pero se le va a caer la cara de vergüenza cuando todo salga a la luz. – Dice Bruno molesto.- Bien, déjame ver que puedo avanzar… Pero me gustaría que aguantaran más tiempo…- Tiempo es lo que no tenemos, mi querido amigo ha cometido un fuerte delito y la persona que lo denuncio lo va a refundir en la cárcel.Por esa razón queremos buscar los antecedentes de su e
--- Alexander Müller ---Llevamos 3 días a la espera de noticias de Dominik, pero debo reconocer que el delito que cometió es grave y ese tal Alexis Betancourt, ha hecho uso de todos sus recursos para no dejarlo salir.Algo que creía que sería fácil, ha terminado siendo una larga travesía de burocracia. Sé que Alexis está detrás de todo, pero hasta donde pueden llegar el poder e influencias de este hombre con el gobierno.Ahora mismo, estoy tratando de buscar todas las atenuantes para declarar a mi hermano mentalmente inestable o incapacitado. Nuestros mejores abogados en México nos están apoyando, pero por cada paso que damos, los abogados de Betancourt dan dos o tres. A estas alturas no sé qué más hacer.Si declaran culpable a mi hermano, me dicen que se lo llevarán arrestado por un buen tiempo a una cárcel en Libres, la cual, según me comenta el abogado, es uno de los peores lugares en cuestión de la protección de los derechos humanos.Mi hermano no puede ir a parar a una cárcel as