Estimadas lectoras y lectores Héctor es un misterio en la vida de Ana, se ve que quiere hablar, quiere arreglar las cosas. Tal vez solo quiere disculparse, por que algo esta claro, el tiene a alguien llamado Jude.
--- Ana Teyssier ---Luego de aquella incómoda reunión, caminé hasta mi apartamento, mientras lo hacía, mi mente se llenó de recuerdos, incómodos recuerdos. Héctor y yo habíamos tenido una buena relación, al menos eso es lo que yo recuerdo, todo iba bien, al menos hasta que se marchó sin decir una palabra.Cuando llego al apartamento, me topo con Alexis, la verdad era que no esperaba encontrarlo esperándome, no me sentía con ganas de ver a alguien, han sido dos días un poco abrumadores, tal vez necesito un poco de espacio, pero no sé cómo decírselo.- ¡Hola, linda! ¿Cómo estás? – Dice él, dándome un beso en los labios.- Hola, Alexis… Estoy bien… No era necesario que dejaras la oficina temprano. – Digo tratando de sonar calmada.- Me preocupaste y no quise dejarte sola, vamos entremos a tu casa. – Dice mientras ve como saco las llaves para abrir.Definitivamente, hoy mi cabeza se encuentra en otro lado, la repentina aparición de Héctor vino a remover cosas que creía enterradas.- La ve
--- Alexis Betancourt ---Mientras espero que el juez Alfonso Bríos llegue al lugar, me pido un trago, sé que este hombre es considerado una lacra, mis contactos en la política me lo dijeron, así que, si no hablo con él antes del juicio, las cosas podrían complicarse más de lo necesario.Veo como un hombre regordete, vestido de traje y con rostro sudoroso, se acerca a mi mesa y toma asiento.- Señor Betancourt, buena tarde… - Dice el hombre con amabilidad.- Hola, juez Bríos, un gusto verle. – Digo mientras extiendo mi mano para saludarle.- ¿Qué puedo hacer por usted? – Dice yéndose directo al grano.- Vaya… Veo que no se anda con rodeos… - Digo con ironía.- Señor Betancourt, en mi profesión, si no me equivoco, a menos que requiera un favor, no me estaría buscando, ¿Es eso correcto?- Bien… Está usted en lo cierto, solo que en esta ocasión el favor no es para mí, es para usted.- ¿Cómo? – Pregunta intrigado.- Sé que la próxima semana se llevará a cabo un juicio contra una chica llam
--- Héctor Sánchez ---Era viernes por la mañana, estaba tomando una taza de mi delicioso café, normalmente trato de tomar una taza por la mañana, trato de despertarme luego de pasar la noche al lado de Jude, donde casi no duermo.Miro hacia por el enorme ventanal que está en mi oficina, aún tengo bastante sueño, ayer fue una noche de locos, Jude tenía bastante energía y no me dejó dormir hasta que casi fue hora de levantarme.Aún no sé de dónde saca tanta energía, pero la tiene, no sé qué hace en todo el día, pero desde que llegamos a México, las noches han sido largas, creo que es su manera de decirme que no le agrada estar todo el día en el apartamento.Mis pensamientos se ven interrumpidos por mi secretaria que entra con suma cautela, eso en ocasiones me molesta. Todo el mundo aquí cree que soy un ogro, no es que me hayan tratado, solo se dejan llevar por los rumores que hay sobre mí, en fin, con el tiempo tal vez cambien de opinión, mientras tanto no voy a perder el poco sueño por
--- Diego Sánchez ---Fue humillante ir a la oficina de Héctor, pero hasta ayer, era lo único que se me ocurría para ayudar a Isa, obviamente sé que no fue correcto lo que hice, no sé por qué perdí el control con ella, Cesar tiene razón, ella no es Jazmín.Todos mis malditos problemas radican en ella, Jazmín hace años que se fue, hace años que me dejo, soy sincero, todo fue mi m*****a culpa, ella debió creer que era lo mejor para ambos, si tan solo pudiera regresar el tiempo, habría unas cuantas cosas que haría mejor, una de ellas sería no cruzar palabra con Isabela.Aún recuerdo nuestra primera plática, ella estaba un poco callada y tímida, pero luego de unos minutos de plática, se tornaba agradablemente directa, nunca supe cómo, pero mientras ella y yo comenzábamos una relación, ella poco a poco se fue apagando. Al principio me agradaba que era como una biblioteca andante, siempre curiosa, siempre tenía temas de qué hablar, tenía una fuerte convicción, si lo pienso bien, sé perfecto
--- Héctor Sánchez ---Es fin de semana y tal parece que Jude lo sabe, quería ir a la oficina, pero finalmente terminé quedándome en casa. Quiero llevar a mi hija al parque, ella aún no camina y apenas comienza a distinguir las cosas, no sé cómo lo sé, pero puedo verlo, a ella le gusta el parque.Es medio día y ya tengo todo listo para irnos, reviso nuevamente todo y compruebo que nada falte, voy conduciendo mi auto cuando una llamada de un número desconocido pero local entra. Estaba tentado a rechazarla, pero algo dentro me dijo: “Contesta”.- Héctor Plourde… - Respondo desde él alta voz del auto.- Héctor… Escucho una voz familiar al otro lado de la línea, no necesito más para saber quién es la que está al otro lado de la línea.- Sí, Isa… - Respondo sin rodeos.- Yo solo… Solo encontré tu tarjeta en mi bolso y quería ver si este era tu número… Dijo ella nerviosa.Algo que me sorprendió de Isa es que antes era un poco más directa, si algo no le parecía, lo decía; si algo no le gustab
- ¿Por qué te fuiste? – Decide responder cambiando el tema.Entiendo que el tema de Diego y Alexis debe ser complicado, por lo que no insisto.- ¿Ahora si quieres saber? – Digo con duda.- Sí, por favor… - Responde ella con algo en su mirada que no sé cómo descifrar.- Por mi madre… - Digo mientras comienzo a traer a mi mente cosas que no me gustan. – El último día que nos vimos, luego de irte a dejar a casa de Lucia, llegue a mi apartamento y en la puerta ya se encontraba mi padre y mi madre.- Pero tú me habías dicho que habías perdido contacto con ellos…- Eso era lo que creía. Mis padres aparecieron, me contaron que mi madre estaba muy enferma y que necesitaba un trasplante de corazón.Yo amaba a mi madre, sea como sea, amaba a mi madre y escuchar que ella podría morir, me dio pánico, mi padre me pinto un escenario catastrófico, no supe cómo, pero en ese momento termine aceptando ir con ella.Ellos me buscaron, debido a que el hospital donde la tratarían sería en Houston, Texas. Mi
--- Alexis Betancourt --- Veo a la mujer que se encuentra debajo de mí, lo cierto es que Camila es una mujer exquisita, por algo había tratado de no buscarla, al menos no desde hace un par de semanas que conocí a Ana; sin embargo, esta mañana fue inevitable. Había pensado en traer a Ana al desayuno con la gente del gobierno, pero Camila me llamó, recordándome sutilmente que, gracias a ella, esta gente me conocía. Para mantenerla tranquila, acepté ir juntos, aunque bien sabía que esto terminaría en otro lugar, no lo puedo negar, tal como se lo dije a Ana, mientras ella esté conmigo, nada le faltará, pero lo único que no puedo prometerle es un compromiso y esto, esto es parte de lo que no puedo comprometer. - Cariño, te noto ausente… - Me dice Camila mientras me acaricia. - Tengo mucho trabajo… Estoy pensando cómo le haré para cumplir con los compromisos pactados hace unas horas. - Mmm… Ya veo, yo sé que tú puedes hacer esto y más, no por nada te recomendé con mis contactos del gobi
--- Ana Teyssier ---Debo reconocer que ver a Héctor con un bebé me movió, algo en mi pecho se sintió raro, era como si me clavaran un cuchillo de con dientes y con muy poco filo, dolía, ardía y desgarraba, ¿por qué siento esto? ¡No lo sé! Pero lo sentí, eso me impulsó a llamarlo, cuando lo volví a ver, al principio me sentía molesta, pero luego de unos días en analizarlo, suena ridículo que yo esté molesta con él solo por irse sin decir palabra.Al menos él solo se fue, en el caso de Diego, se iba y volvía, cada que sentía que estaba libre de él, cada que estaba feliz y sentía que podía continuar con mi vida, él muy desdichado, regresaba, me hablaba bonito y yo caía.Héctor, por el contrario, solo se marchó sin decir palabra, con él no hubo drama, no hubo sentimientos de confusión, no hubo infidelidades, golpes o… Él únicamente se marchó y ya…El día que lo volví a ver mientras caminaba de regreso a casa, al sacar mi teléfono, una tarjeta pequeña color negro con letras doradas cayó al