CAPÍTULO 144: LA SEÑORA DE OJOS NEGROSHazelErik y yo seguimos a Rodrigo fuera de la fábrica. No sabemos qué nos espera, pero mi instinto grita que algo no está bien. Una presión helada se instala en mi pecho, dificultándome la respiración.Al cruzar la puerta, nos encontramos con una escena que me paraliza.Harik está en el suelo, acurrucado en cuclillas. Su pequeño cuerpo tiembla incontrolablemente, como si el frío lo atravesara hasta los huesos. Sus ojos están abiertos de par en par, vidriosos, fijos en un punto invisible. Rosie está a su lado, sujetándolo por los hombros con desesperación.—¿Qué pasó? —Erik ruge con autoridad y preocupación.Rosie alza la mirada con el rostro lívido de terror. Abre la boca, pero las palabras se le ahogan en la garganta.—Él… él…Harik solloza, sus hombros se sacuden con cada inhalación entrecortada. Un instinto primario me empuja hacia él. Lo tomo entre mis brazos con rapidez, rodeándolo con mi calor, intentando calmar su angustia.—Cariño, estoy
CAPÍTULO 145: SIN RASTROErikRecorro los alrededores de la fábrica, con los sentidos extendidos al máximo, cada músculo de mi cuerpo se siente tenso por la frustración. Me atrevo a ir más allá, al centro de la ciudad, buscando cualquier rastro de lo que Harik vio, cualquier aroma que no pertenezca a los lobos conocidos.Pero no hay nada.Nada más que los olores habituales de la ciudad: humo de cigarro, sudor, gasolina… y la marcada presencia de los lobos de Hazel esparcida por las calles. No hay ninguna presencia ajena, ningún indicio de algo fuera de lo común.—No puede ser… —gruño con rabia, pasando una mano por mi cabello—. ¡Ah! Cuánta falta me hace Kael ahora mismo.Detengo mi andar frente al último bar donde estuvimos juntos. Aún puedo recordar muy bien aquella noche y el sabor de la sangre de aquella bruja en mis colmillos.Peleé con la fiereza de un lobo dispuesto a acabar con todas si eso significaba salvar a Hazel. Pero jamás imaginé que sería Kael quien tomaría su lugar… qu
CAPÍTULO 146: EL REGRESOErikEs demasiada información para él. Demasiadas personas que creía muertas, ahora regresando a su realidad.—¿Qué? Pero… ¿cómo?... ¡ah! ¿Sabes qué? Ya ni siquiera importa. —Se pasa una mano por el rostro, como si tratara de ordenar sus pensamientos—. El punto es que cuando supe que no habías muerto, decidí salir a buscarte. —Sus siguientes palabras salen cargadas de frustración—. Erik, tienes que volver.Aprieto la mandíbula, pero no le digo nada, él sigue hablando.»La manada bajo el mando de Axel es un maldito caos. Ha destruido todo lo que alguna vez los Stone construyeron. Ha matado a demasiados de nosotros por no hacer lo que dice, o simplemente porque no le gusta algo. —David me sostiene la mirada con un fuego que no le había visto antes—. Es un maldit0 loco. Un tirano.El odio en su voz se puede sentir. Y sé que no miente. Aun así, me mantengo en guardia.—¿Cómo sé que esto no es una trampa de tu parte? —pregunto con frialdad.David podría haber sido
CAPÍTULO 147: ALGO MALO ME OCURREHazelEl inesperado regreso de David no es solo una coincidencia. Es una señal. Es momento de recuperar lo que nos pertenece. Erik tiene razón.La mañana llega más rápido de lo que esperaba. Abro los ojos y, de inmediato, noto la ausencia de calor a mi lado. Paso la mano por la sábana fría, la tela sin rastro del cuerpo de Erik. Se levantó hace horas.Suspiro y me obligo a ponerme de pie. No hay tiempo para preguntas innecesarias. Nos espera una guerra.Me visto con rapidez y me aseguro de que Harik esté listo para partir. El pequeño lobo se mueve inquieto a mi alrededor, como si sintiera la tensión en el aire. Cuando salgo de la fábrica, los encuentro a ambos. Erik y David están de pie, conversando en susurros, pero en cuanto perciben mi presencia, se callan de inmediato.Frunzo el ceño mientras me acerco.—Erik —digo, deteniéndome frente a él—, te levantaste antes que yo.—No podía dormir —responde en voz baja—. Necesitaba pensar en el plan para ent
CAPÍTULO 148: ATRAPADAHazelAbro los ojos de golpe, jadeando, con la respiración errática y el corazón martilleando en mi pecho. Instintivamente, llevo una mano a mi vientre buscando el dolor, el pánico que me desgarraba antes de que la oscuridad me envolviera. Pero ya no siento nada.Frunzo el ceño. Algo está mal.El aire es frío, cargado con el inconfundible olor a humedad y moho. Esta no es la fábrica. Tampoco el departamento. De hecho, no tengo la menor idea de dónde estoy… hasta que mis ojos recorren la habitación.El chirrido de los viejos resortes debajo de mí me hace saltar de la cama, como si el contacto con el colchón destartalado me quemara la piel. No… No puede ser.La pintura verde mohoso descascarada en las paredes. El suelo helado y resquebrajado. La ventana empañada por la lluvia con goteras filtrándose por los bordes. Un trueno sacude el cielo, y un relámpago ilumina por un instante el cuarto, permitiéndome verlo en su totalidad.El orfanato. El lugar donde pasé diec
CAPÍTULO 149: NO SABEMOS QUE LE PASAErikCamino de un lado a otro sin detenerme. Estoy a punto de hacerle una zanja al piso, pero no me importa. Hazel debería haber despertado hace días. Estábamos a punto de irnos cuando de repente se puso mal. Tres días han pasado desde entonces y su cuerpo permanece inmóvil. Respira con normalidad, pero su piel está demasiado pálida, su frente arde y la fiebre no deja de subir y bajar en ciclos interminables. No es normal. Un lobo con fiebre es absurdo; eso solo ocurre si se ha envenenado con acónito. Pero Hazel no es un lobo cualquiera, su resistencia es parte de su don, algo que parece imposible, sin embargo el acónito nunca le ha afectado. Nada de esto tiene sentido.—Hermano, cálmate, el doctor Wolf llegará dentro de poco.—¡Se demora demasiado! —rujo con furia, sintiendo el impulso de destrozar algo con mis propias manos.—Sé que Hazel está mal, pero no puedes alterarte así. Harik aún necesita de ti.Cierro los ojos con fuerza, intentando cont
CAPÍTULO 150: EL DIAGNÓSTICO DE LA BRUJAErikEl silencio en la habitación es insoportable. Solo se escucha la respiración pausada de Hazel y el retumbar furioso de mi propio corazón. Camino hasta la ventana y apoyo las manos en el marco, tratando de contener la furia que amenaza con consumirlo todo. Afuera, la noche se extiende hasta el horizonte, pero no encuentro alivio en la oscuridad.Las brujas. Si Rosie tiene razón, si ellas tienen algo que ver con esto, entonces las haré pagar.—No puedes ir solo —dice Rosie a mi espalda con tono firme, adivinando mis intenciones antes de que las diga en voz alta.Me giro hacia ella con los ojos aún rojos por la ira.—No tengo tiempo para formar un maldit0 comité, Rosie. Hazel lleva tres días en este estado y ahora su piel es impenetrable. Dime tú si eso es normal.Rosie aprieta los labios, pero no se echa atrás.—No, no lo es, pero eso solo significa que hay más razones para pensar antes de actuar. Si esto es cosa de brujas, necesitas un plan
CAPÍTULO 151: PERSEGUIDAHazelLa puerta de la pequeña caja donde me encuentro se abre de golpe y una luz enceguecedora me golpea con brutalidad. Parpadeo con fuerza, sintiendo cómo las pupilas me arden al intentar adaptarse. Me cubro el rostro con las manos, aturdida por el cambio repentino. El aire frío me envuelve en cuanto doy un paso fuera del espacio metálico, mis pies descalzos tocan el suelo helado.Levanto la vista con precaución. Aparentemente, la habitación está vacía. Todo es lúgubre y carente de vida. Mi respiración se vuelve errática, pero sé que esto no es real.De repente la voz que más odio en este mundo se escucha detrás de mí otra vez, helándome la sangre.—¿Te sirvió tu tiempo en la caja para reflexionar, Hazel?El sonido de mi propio nombre me sacude. Me giro con brusquedad, con el corazón latiéndome en la garganta. Y ahí está ella. Noire con la postura altiva, su sonrisa cruel y unos ojos rebosantes de un desprecio tan afilado como una navaja.Pero no es su rostr