Esmeray Lie.

Observo mi vientre en el espejo de la sala y entro a la cocina a prepararme algo de comer, al estar embarazada de trillizos, mi vientre cada vez crece más haciéndose notar más y el hambre crece igual triplicando las porciones.

— ¿Qué piensa hacer, señorita Esmeray? — me detengo cuando saco una caja de cereal del cajón al escuchar al ama de casa, la miro tímida y se ríe un poco — Sabes que puedes pedirme que le haga lo que quiera comer, ¿no? — asiento.

Me siento en la silla de la isla y veo como doña Angy comienza a prepararme una merienda después de haber desayunado hace dos horas, aunque parece ya una mujer mayor, podría tener más siglos de lo que me podría imaginar.

— Me recuerdas a la antigua Luna, solía escabullirse a la cocina y comer demasiado — la miro confundida — La madre de Luan… una humana que se había enamorado del antiguo alfa de la manada, hasta que supo que era un hombre lobo después de dar a luz dos hijos… nadie sabe porque los abandonó — cuenta en un susu