Bueno, buenoooooooo que aquí les dejo el primero del día!! ayer solo les dejé uno, lo sé, hoy trataré de darles 3 jejee Besoooooos!
DamianTal como me lo esperaba, el balance de la empresa Blackthorne se desploma a pasos agigantados gracias al escrutinio mediático; las noticias sobre el escándalo Blackthorne han dado el golpe definitivo. Mientras finjo estar concentrado buscando ua solución que nos lleve al alza de las acciones, me esfuerzo por mantener una expresión neutral mientras reviso cada detalle del daño que ha causado. Debo fingir que no me alegra ver cómo el imperio que todos creían imbatible se desmorona, como mi golpe ha dado de lleno en el corazón podrido de esta familia, pero el gusto de ver a Jhon, su padre y Victoria caer es un placer difícil de disimular.Sin embargo, por un segundo pienso que estoy solo en la oficina debido al silencio que hay en la misma, es ahí cuando levanto la mirada y veo a Emma sentada frente a su escritorio, con la vista perdida en el monitor y una expresión ausente. Esa misma que ha tenido desde hace horas y la verdad empieza a inquietarme.Desde que llegamos a la ofici
EmmaLa tarde ha pasado rápido, demasiado si me lo pongo a pensar, en especial teniendo en cuenta el sube y baja emocional que ha sido desde muy temprano.Ahora estoy de regreso en el apartamento que comparto con Melissa, con la adrenalina y la emoción haciéndome vibrar después de la jornada de hoy. Es que literalmente me han pasado tantas cosas que no se ni en que enfocarme primero, sin embargo ya podré preocuparme por ello cuando esté encerrada en mi habitación.Damian, quién se encuentra a mi lado, acaba de dejarme en la entrada del edificio. Todavía no puedo creer que haya aceptado tener una relación con él, que me haya lanzado al vacío de un hombre que es puro misterio. Antes de bajarme del auto, lo miro y, con una sonrisa tímida, le digo:—Gracias por traerme, y también… gracias por haberme rescatado esta mañana. No sé qué habría hecho si no hubieras aparecido.Damian sonríe, esa media sonrisa que siempre parece esconder algo, y responde con ese tono seguro que hace que mis ner
Emma“Te estoy vigilando” Miro a mi alrededor tratando de buscar a quién sea que haya podido dejar la carta, me muevo a las escaleras, pero no se ve a nadie y el elevador se marca en el lobby. ¿Entonces cómo llegó allí?Niego con la cabeza y tomo un respiro profundo tomando una decisión.Mis manos doblan la hoja y la guardo en mi bolso. No voy a permitir que quien sea que esté detrás de estas amenazas controle mi vida o arruine mi noche. Me repito que hoy nada ni nadie va a quitarme esta alegría, mucho menos el miedo. Esta noche es solo mía, ya encontraré la manera de descubrir quién está detrás de estas amenazas cuando regrese a casa.Aunque tengo una idea de lo que puede ser.He notado que en redes sociales me han atacado llamándome cazafortunas y trepadora, y muchos apoyan a Jhon sin siquiera conocer la verdad. Podría ser cualquiera de esos desubicados. Sí, esta noche dejaré a un lado esos pensamientos y disfrutaré.Al llegar a la recepción, veo al vigilante, el señor Juan, y de
DamianEsta ha sido una de las mejores ideas que he tenido, pues no hay mejor manera de ver el lado vulnerable de alguien, que haciendo que sus demonios salgan.Con una media sonrisa observa a Emma, quien sigue golpeando todo lo que tiene delante con una intensidad que casi parece catártica. La habitación se ha convertido en un caos absoluto, con fragmentos de vidrio, madera y metal esparcidos por todas partes. Su rostro brilla por el sudor, y el esfuerzo ha hecho que su piel se sonroje, pero esa determinación en sus ojos es lo que realmente capta mi atención.Cuando parece que empieza a flaquear, decidió motivarla una vez más. Me acerco un poco y le murmuro:—Recuerda todas las veces que te silenciaron, Emma… todas las veces que no te tuvieron en cuenta. Piensa en aquellas veces que te arrebataron lo que más querías.Al mencionar eso, noto cómo su cuerpo entero se estremece y su quijada tiembla. Parece que toqué un tema especialmente sensible, aunque antes de que pueda decir algo m
EmmaDespierto después de una noche inquieta, pues luego de regresar de la cita con Damian, un nuevo mensaje amenazante entró en mi celular, nuevamente desde un número no rastraeable, mi cuerpo sigue tenso por la preocupacipon y el mal dormir.Sin embargo, he atrezado demasiado hasta lleagr aquí y me niego a vivir con miedo, pero sé que necesito hacer algo al respecto. Hoy mismo iré a ver las cámaras de seguridad del edificio como había pensado ayer; Tal vez allí descubra algo, un rostro, una pista de quién está detrás de todo esto.Procuro bajar un poco antes de la hora regular en la que voy a la empresa, pues Damian a última hora me indicó que no podría venir. Al llegar a la recepción, saludo al señor Juan, el vigilante. Me devuelve el saludo con una sonrisa y me pregunta, como si leyera mi mente:—¿Vienes a ver las cámaras, señorita Emma?Asiento con una sonrisa amable tratando de ocultar mi ansiedad y le digo:—Así es, señor Juan. Si no es mucha molestia…—Para nada, niña. Vamos,
EMMALas palabras de Jhon siguen resonando en mi mente mientras su figura se aproxima con pasos largos y furiosos y aunque sé que Roco está cerca no puedo evitar tensarme. Todo en su lenguaje corporal grita ira contenida, pero su voz no tiene ningún filtro cuando me acusa con un rugido que parece llenar cada rincón del hospital.—¡No te has conformado con quitarme todo! —brama, su rostro rojo de furia—. ¡Te atreviste a meterte con mi hijo! ¡Esto es tu culpa!Por un instante, siento cómo mi cuerpo se congela. Mis músculos se tensan y un sudor frío recorre mi espalda. La escena me resulta demasiado familiar. Aquella mirada cargada de odio, esos gritos que me empujaban a acurrucarme ya callar. El recuerdo de las veces que esos gritos terminaban con un golpe en mi rostro o con mi dignidad hecha añicos me invaden como una ráfaga de aire helado.Pero, casi como si un eco de otro tiempo resonara en mi mente, escucho una voz baja y firme, una que solo podría pertenecer a Damian: "Es mome
DamianLa vista de la carretera parece fluir como un río constante mientras conduzco, no tenía pensado venir aquí, de hecho desde que llegué a Chicago no lo he hecho, pero ahora mismo mi mente está dispersa, llena de pensamientos, uno en particular que no puedo quitar.Mi plan era llevarla a cualquier sitio apartado y tratar de fortalecer la confianza que me tiene, en especial ahora que voy a empezar a mezclarme con personas que hicieron parte de su núcleo social.Ella puede darme información crucial. Sin embargo, no se en que momento me encontré manejando fuera de la ciudad, a un lugar que solo yo conozco, lejos del ruido y la m****a que me han estado rodeando. —Sigues sin decirme a dónde vamos —dice de repente, con una nota de incertidumbre en su voz.Suelto una risa baja porque es casi como si hubiese leído mi mente y me permito una sonrisa misteriosa.—Ya llegaremos. No te voy a dar más pistas, Emma, así que tendrás que confiar en mí.Veo como al oírme Emma frunce el ceño, pero
DAMIANMis palabras tienen un efecto autómatico en Emma. Primero veo como deja salir un poco la risa, pero puedo notar lo nerviosa que se ha puesto, luego parpadea, hace leves pucheros, y puedo ver cómo cambia el ritmo de su respiración, cómo su pecho sube y baja con rapidez. Es como si mis palabras tuvieran el poder de encender una chispa en su interior.Me gusta cómo reacciona ante mi presencia. Esa mezcla de curiosidad y deseo me da una satisfacción que rara vez siento. —Me... Me gusta la idea de un poco de... un podo de privacidad.—contesta y mi sonrisa se hace más grande.Me acerco a ella, cada paso calculado, disfrutando de la intensidad de su mirada, de la forma en que sus labios tiemblan, esperando mis palabras.—Verte en ese hospital, con la cabeza en alto, enfrentando a la cucaracha de Jhon, me hizo imaginar cosas, Emma. Cosas muy locas.Ella contiene la respiración, y sus ojos grises reflejan un brillo que despierta mis propios deseos. Esos que son demasiado peligrosos