Segundo del día, mis cariñitos, espero que les haya gustado. Les mando un besote! Gracias por leer :)
JhonLa sala del tribunal se siente asfixiante mientras el juez dicta el veredicto a favor de la estúpida de la zorra de Emma. La sangre me hierve, y la rabia es un torbellino que amenaza con arrasar mi control. He perdido. He perdido a el dinero del matrimonio con Emma, la empresa y, con ello, todo lo que alguna vez fue mi vida. No se suponía que esto terminara así. Las paredes parecen cerrarse sobre mí mientras los murmullos de los presentes se clavan en mi piel como agujas. Aprieto los puños hasta que las uñas se entierran en la carne.La noche anterior, cuando recibí la llamada del hospital, pensé que el destino finalmente había decidido jugar a mi favor, que me darían la noticia que estaba esperando. Pues el hombre que Sofía contrató me aseguró que había disparado a matar. Sin embargo, las noticias fueron otras y para colmo al llegar al hospital no pude terminar el trabajo por mi mismo porque el infeliz de Damian White estaba ahí.¿Cómo es posible que Emma siga viva? Verla ent
EmmaEl pasillo del juzgado sigue lleno de murmullos y movimientos apresurados, pero nada de eso importa ahora. Mis ojos se clavan en la mujer que me crió, la misma que he intentado complacer toda mi vida sin éxito, no puedo negar que verla hablando tan animadamente con Jhon me tomó desprevenida, ellos, ni siquiera en el buen momento de mi matrimonio, hablaron más de dos palabras.Veo a mi madre, sus rasgos fríos y calculadores están fijos en mí, y siento que el resentimiento hierve dentro de mí como una tormenta que ya no puedo contener.El eco de las palabras de Jhon aún resuena en mi mente, pero no tengo tiempo de pensar en él. Mi atención está enfocada en una sola cosa: enfrentar a mi madre y exigir la verdad.—¿Por qué nunca me dijiste la verdad? —pregunto, sin molestia en ocultar la frialdad de mi voz.Ella me observa, primero con sorpresa y luego con desdén. Siempre ha sido una maestra en enmascarar sus emociones, pero ahora puedo ver el destello de molestia en sus ojos.—¿Dónd
DamianEstoy en mi penthouse junto a Alex. Las luces de la ciudad se filtran a través de los ventanales, creando un juego de sombras que parecen bailar en las paredes.La audiencia terminó hace horas, y tras dejar a Emma y a Melissa en casa, decidí regresar aquí. La sonrisa en mi rostro es amplia mientras siento la emoción recorrer mi cuerpo por completo. Me siento satisfecho; todo va saliendo tal y como lo planeé. Jhon Blackthorne ha sido destruido casi por completo, y solo falta un movimiento más para dar el golpe final. Después, podré pasar a mi siguiente objetivo: Victoria.Alex me interrumpe de mis pensamientos, colocándome un vaso de whisky frente a mí. Lo miro y su expresión es seria, más de lo habitual y me preparo para lo que sea vaya a decirme, pues conociéndolo va a ser algo al estilo de sermón.—Hermano, sigo pensando que es una mala idea —dice, su tono cargado de preocupación.Hace unos minutos le conté la propuesta que le hice a Emma en el hospital y todos los pormenore
EMMALa salida de mi edificio se convierte en una especie de campo de batalla. Apenas abro la puerta principal, el estallido de cámaras y micrófonos apuntando en mi dirección me deja congelada. No sé cómo algo tan privado, algo que pensé que quedaría enterrado en los tribunales, ha terminado siendo un espectáculo público. Los periodistas lanzan preguntas a diestra y siniestra, muchas de ellas tan personales que siento como si fueran cuchillos que cortan cada capa de mi dignidad.—¡Emma, mira aquí! ¿Es cierto que le robaste a tu esposo?— ¿Fue tu amante quien te convenció de divorciarte?—¿Qué hay de Damian White? ¿Él fue quien financió el juicio? ¿Hay algo más entre ustedes?Mis ojos buscan una salida entre el tumulto, pero es imposible moverse. Las luces de las cámaras me ciegan, el ruido de las voces me aturde, y siento que el pánico empieza a apoderarse de mí. Necesito respirar, necesito aire, pero la aglomeración no me permite avanzar.De repente, una figura alta y firme se ab
DamianTal como me lo esperaba, el balance de la empresa Blackthorne se desploma a pasos agigantados gracias al escrutinio mediático; las noticias sobre el escándalo Blackthorne han dado el golpe definitivo. Mientras finjo estar concentrado buscando ua solución que nos lleve al alza de las acciones, me esfuerzo por mantener una expresión neutral mientras reviso cada detalle del daño que ha causado. Debo fingir que no me alegra ver cómo el imperio que todos creían imbatible se desmorona, como mi golpe ha dado de lleno en el corazón podrido de esta familia, pero el gusto de ver a Jhon, su padre y Victoria caer es un placer difícil de disimular.Sin embargo, por un segundo pienso que estoy solo en la oficina debido al silencio que hay en la misma, es ahí cuando levanto la mirada y veo a Emma sentada frente a su escritorio, con la vista perdida en el monitor y una expresión ausente. Esa misma que ha tenido desde hace horas y la verdad empieza a inquietarme.Desde que llegamos a la ofici
EmmaLa tarde ha pasado rápido, demasiado si me lo pongo a pensar, en especial teniendo en cuenta el sube y baja emocional que ha sido desde muy temprano.Ahora estoy de regreso en el apartamento que comparto con Melissa, con la adrenalina y la emoción haciéndome vibrar después de la jornada de hoy. Es que literalmente me han pasado tantas cosas que no se ni en que enfocarme primero, sin embargo ya podré preocuparme por ello cuando esté encerrada en mi habitación.Damian, quién se encuentra a mi lado, acaba de dejarme en la entrada del edificio. Todavía no puedo creer que haya aceptado tener una relación con él, que me haya lanzado al vacío de un hombre que es puro misterio. Antes de bajarme del auto, lo miro y, con una sonrisa tímida, le digo:—Gracias por traerme, y también… gracias por haberme rescatado esta mañana. No sé qué habría hecho si no hubieras aparecido.Damian sonríe, esa media sonrisa que siempre parece esconder algo, y responde con ese tono seguro que hace que mis ner
Emma“Te estoy vigilando” Miro a mi alrededor tratando de buscar a quién sea que haya podido dejar la carta, me muevo a las escaleras, pero no se ve a nadie y el elevador se marca en el lobby. ¿Entonces cómo llegó allí?Niego con la cabeza y tomo un respiro profundo tomando una decisión.Mis manos doblan la hoja y la guardo en mi bolso. No voy a permitir que quien sea que esté detrás de estas amenazas controle mi vida o arruine mi noche. Me repito que hoy nada ni nadie va a quitarme esta alegría, mucho menos el miedo. Esta noche es solo mía, ya encontraré la manera de descubrir quién está detrás de estas amenazas cuando regrese a casa.Aunque tengo una idea de lo que puede ser.He notado que en redes sociales me han atacado llamándome cazafortunas y trepadora, y muchos apoyan a Jhon sin siquiera conocer la verdad. Podría ser cualquiera de esos desubicados. Sí, esta noche dejaré a un lado esos pensamientos y disfrutaré.Al llegar a la recepción, veo al vigilante, el señor Juan, y de
DamianEsta ha sido una de las mejores ideas que he tenido, pues no hay mejor manera de ver el lado vulnerable de alguien, que haciendo que sus demonios salgan.Con una media sonrisa observa a Emma, quien sigue golpeando todo lo que tiene delante con una intensidad que casi parece catártica. La habitación se ha convertido en un caos absoluto, con fragmentos de vidrio, madera y metal esparcidos por todas partes. Su rostro brilla por el sudor, y el esfuerzo ha hecho que su piel se sonroje, pero esa determinación en sus ojos es lo que realmente capta mi atención.Cuando parece que empieza a flaquear, decidió motivarla una vez más. Me acerco un poco y le murmuro:—Recuerda todas las veces que te silenciaron, Emma… todas las veces que no te tuvieron en cuenta. Piensa en aquellas veces que te arrebataron lo que más querías.Al mencionar eso, noto cómo su cuerpo entero se estremece y su quijada tiembla. Parece que toqué un tema especialmente sensible, aunque antes de que pueda decir algo m