Se viene el encuentro mis cariñitos!!!!!
DAMIANEl reloj en la pared marca las nueve de la noche, pero no siento el paso del tiempo. La habitación está sumida en una penumbra cálida, iluminada solo por la pantalla de mi computadora y la lámpara de escritorio.Mi despacho, lleno de mapas, papeles y una botella de whisky medio vacía, refleja el caos en mi mente. Han pasado dos semanas desde que encontré la primera pista sólida sobre Tomas, y aun así, estamos empezando de cero otra vez.Recorro con los ojos la información en la pantalla, tratando de encontrar algo, cualquier cosa que no hayamos visto antes. La bodega fue un golpe de suerte.Cuando Alex y yo enviamos a un equipo especializado a inspeccionarla, encontramos comida a medio consumir, ropa y otros rastros de vida.Tomas estuvo allí. Pero se fue antes de que pudiéramos atraparlo.Cada detalle indica que debió marcharse con prisa, pero no lo suficiente para dejar pistas claras sobre su próximo movimiento. Es frustrante.Dejo escapar un suspiro largo, masajeando mis sien
DAMIANEl aire en la habitación parece haberse vuelto más denso, cargado de tensión y odio. Miro a Tomas, incapaz de apartar los ojos de él mientras sus últimas palabras se repiten en mi mente.Cada fibra de mi ser arde con rabia contenida, pero también con una confusión que no logro disipar. ¿Está diciendo la verdad? ¿Realmente…?Mis pensamientos se enredan con recuerdos del pasado. Las noches de mi infancia, cuando creía que Tomas era el único que estaba de mi lado.Sus palabras siempre parecían ser la verdad absoluta, pero ahora, cada cosa que dijo se siente como una mentira meticulosamente construida.¿Cuánto de lo que soy le debo a su manipulación? Y lo peor de todo, ¿cuánto de lo que perdí también?Los recuerdos se acumulan en mi mente como una tormenta. Tomas llevándome de la mano cuando era un niño asustado, sus promesas de protegerme, su constante insistencia en que mi madre había sido traicionada.¿Cuánto de eso era real? Las palabras que usaba para consolarme ahora suenan hu
EMMAEl apartamento de Melissa está bañado por la suave luz de las lámparas que iluminan las paredes decoradas con colores neutros y elegantes. A pesar de las malas noticias y el caos que nos rodea, esta noche tenemos algo que celebrar. La victoria legal contra los Williams es un triunfo que marca el inicio de una nueva etapa. Pero mientras levanto mi copa de vino, mi mente sigue cargada de dudas y temores.Melissa está sentada frente a mí, con una sonrisa que parece forzada, aunque agradezco su intento de hacerme sentir mejor. Ella levanta su copa también y dice:—Por ti, Emma. Por la mujer que ha soportado tanto y que, a pesar de todo, está aquí lista para recuperar lo que es suyo.Sus palabras me llenan de una calidez que no esperaba. Me permito sonreír mientras nuestras copas chocan suavemente, el sonido resonando en el silencio del apartamento.—Gracias, Mel. Esto es tan tuyo como mío. Sin ti no habría logrado nada de esto.Ella niega con la cabeza, su cabello cayendo sobre sus
DAMIÁNTodo es negro.El silencio es tan denso que siento como si me estuviera ahogando en él. Trato de moverme, pero mi cuerpo no responde. Un zumbido lejano resuena en mis oídos, como un eco constante que no logro identificar. Luego vienen los fragmentos, destellos de recuerdos que se sienten como si alguien hubiera roto un espejo y yo estuviera intentando armarlo de nuevo.La primera imagen que aparece es la de mi madre. Su sonrisa dulce, sus ojos llenos de amor mientras me canta una vieja canción para dormir. Estoy en su regazo, sintiendo la calidez de sus manos acariciando mi cabello. Pero entonces, la imagen cambia. Su rostro se desvanece, reemplazado por el grito desgarrador de su nombre. Katherine. El disparo. La sangre. Todo vuelve a golpearme con la fuerza de un huracán.Intento gritar, pero no tengo voz. Todo mi ser se retuerce en la oscuridad mientras esos recuerdos me asaltan. Escucho risas distorsionadas, voces familiares que se convierten en susurros incomprensible
EMMA Mis pensamientos son un torbellino. Camino de un lado a otro por la sala de espera, con las manos temblorosas y la respiración entrecortada. El recuerdo de Damian llamándome, incluso inconsciente, no deja de resonar en mi mente. Su voz, rota y desesperada, se siente como un eco constante que no puedo ignorar. ¿Me vio realmente? ¿Sabe que estaba allí? Intento encontrar sentido a lo que sucedió, pero todo parece una nebulosa. No puedo olvidar la forma en que sus ojos se abrieron y se clavaron en mí, aunque fuera solo por un instante. ¿Fue real? ¿O solo fue mi imaginación? Melissa está sentada cerca, observándome con preocupación. Finalmente, se pone de pie y me detiene tomándome suavemente por los brazos. —Emma, tienes que calmarte —dice, su voz firme pero comprensiva—. No puedes seguir así. —¿Cómo quieres que me calme? —le respondo, casi gritando—. Damian abrió los ojos, Melissa. Me miró. ¡Él me vio! ¿Qué voy a hacer ahora? Melissa suspira y sacude la cabeza
El motor del auto de Melissa zumba suavemente mientras avanzamos por la carretera. Hoy el día amaneció nublado, el paisaje es gris y desolado, como si incluso el mundo entendiera la gravedad de lo que estamos a punto de hacer. Mi corazón late con fuerza en mi pecho, acompasado por el leve golpeteo de mis dedos contra el asiento. Melissa mantiene ambas manos firmes en el volante, sus labios apretados en una línea fina.—Todavía creo que deberíamos esperar —dice finalmente, rompiendo el silencio—. Alex estará mejor en unos días, y podría ser útil tenerlo con nosotras. Esto es un riesgo innecesario, Emma.Niego con la cabeza antes de contestar, sin quitar la vista del camino frente a nosotras.—No puedo esperar, Mel. Necesito respuestas. Si Tomas está involucrado en todo esto, no podemos permitirnos perder más tiempo.Melissa suspira profundamente, pero no insiste. Sin embargo, su siguiente comentario viene cargado de advertencia.—Si vamos a hacer esto, entonces tienes que obedecerme c
DAMIÁN El zumbido constante de los monitores me acompaña cuando abro los ojos. La luz blanca y cálida del hospital me obliga a parpadear varias veces antes de acostumbrarme. Mi cuerpo se siente pesado, adormecido, pero lo primero que viene a mi mente no es el dolor. Es ella. Emma. Mi respiración se acelera mientras el recuerdo se clava en mi mente. La vi. No fue un sueño, no fue un delirio provocado por el sedante. Estaba ahí. Sus ojos, su voz... Me llamó. No fue mi imaginación. Y ella me pedía que me quedara. me decía que me necesitaba… Que Luna me necesitaba. Trago saliva y cierro los ojos, tratando de volver a ese momento. Pero con cada intento, el recuerdo se desvanece más, dejando tras de sí una mezcla de esperanza y frustración. ¿Cómo es posible? Todo el mundo la dio por muerta. Yo la di por muerta. Pero ahora, no puedo quitarme de la cabeza la posibilidad de que nunca se fue. Y entonces nace la siguiente pregunta, si está viva ¿Por qué nos ha mentido ? El sonido d
DAMIÁN EL ROSTRO DE Melissa al escuchar el nombre “Luna” es todo un poema y siendo sincero el hecho de que ella reaccione de esta forma enciende todas mis alarmas. ¿Quién es Luna? ¿Por qué demonios parece ser tan importante ? Muchas hipótesis empiezan a formarme en mi mente pero las ignoro. Ya no hay tiempo para hacerme ideas. Ahora mismo lo único que quiero es la. Verdad. Sin embargo, lo único que escucho es el zumbido constante de los monitores que es lo único que llena el aire mientras Melissa me mira fijamente. Su expresión está cargada de emociones: nerviosismo, culpa… y algo más que no logro descifrar. Sé que está a punto de derrumbarse, pero tengo que ser cuidadoso. —No… No sé de qué… — empieza ella pero la interrumpo. NO MÁS MENTIRAS. —Ya basta, Melissa. Sé que has reconocido el nombre y eso solo puede ser por una razón así que voy a preguntarlo solo una vez más. ¿Dónde está Emma? ¿Por qué ha fingido su muerte? —digo, con voz baja pero cargada de intensidad. Melissa