Desde su llegada a Madrid en pleno otoño Felipe se había sentido más solo que nunca; la oscuridad había vuelto y él se sentía incapaz de superarla por sí mismo; siempre había tenido un espíritu melancólico pero solo hace seis años manifestó signos de depresión después que abandonó a Alejandra y necesitó no solo a un terapeuta, sino un siquiatra y medicamentos. Su padre fue testigo y lo apoyó en su proceso mientras su madre lo forzarba a comprometerse con Antonella..."Un clavo saca otro clavo" -le decía.

Después de año y medio se estabilizó y decidió involucrarse en los negocios de su padre pero desde la sede de la compañía en Nueva York, porque quería distanciarse de su madre y de Antonella puesto que no le interesaba ningún tipo de relación con ella, lo cual se encargó de dejarle muy claro a cada una. En su interior añoraba a Alejandra... Entabló relaciones con chicas valiosas y otras más casuales pero ninguna maduró porque, en el fondo, la buscaba en cada una sin encontrarla.

Cuando