Advertencia: Contenido sensible....La humanidad se pierde en el momento en el que dejas de sentir empatía por el otro y empiezas a desearle el mal. El odio, el rencor y las ganas de querer hacer sentir lo que el otro nos hizo, son deseos que corroen el alma poco a poco hasta destruirla por completo. He sido enemigo de mí mismo durante muchos años a causa de este pensamiento y sentimiento de hacer pagar con la misma moneda a Royce. No quiero que Natalie se vea afectada de esa manera, no cuando tiene que ser fuerte para la llegada de nuestro hijo.Si bien le aseguré su participación, más no contaba con la llegada de un ángel que me hizo cuestionar cada uno de los pasos que he dado hasta ahora. Soy el hombre menos indicado para decirle cómo no debe ser su vida, si en la mía hecho cosas de las que hasta el día de hoy me arrepiento; entre ellas, no tener el valor suficiente de enfrentar un camino lejos de la maldad de Royce. En lugar de irme y vivir mi vida, me quedé a verlo destruir el
Tami—Todavía está vivo — aseguró Tomás, quitándose los guantes de sus manos.—Que aguante el de este hijo de perra. Estoy por creer que tiene pacto con el diablo — comenté.—¿Qué vamos a hacerle? Por mi parte, no pienso ensuciar mis manos con la mierda. Déjalo morir, o bien podría encargarme con mi bebé de él — Tao se encogió de hombros, acariciando suavemente la ametralladora que se encuentra colgada en su hombro.—Dale uno de esos remedios mágicos para despertarlo, Tomi.Tomás me miró como si me hubieran salido tres cabezas.—No son remedios, y no está dormido. De hecho, está bastante despierto, pero la perdida de sangre y el maltrato en el culo lo tiene así de ido.—Bueno, entonces métele potencia para que reciba mis cariños a lo grande — sonreí ladeado, golpeando sus mejillas con fuerza—. Quiero que sienta muy a gusto lo que mis bellas manos son capaces de hacer.—Abigail... — murmuró entre quejidos, tratando de llevar sus manos al trasero—. Maldita perra, me la vas a pagar.—Te
NatalieQuisiera decir que me arrepiento, que siento dolor o culpa por haberme dejado corromper por la venganza, el odio y el rencor, pero, cuando un ser tan despreciable como ese hombre hace tanto daño al mundo sin importar qué, no existe arrepentimiento alguno de mis actos. Todo lo contrario, en el alma se siente un fresco y un alivio incomparable, muy difícil de explicar con palabras. Mi mente y mi corazón ahora sí están a paz y a salvo de ese tipo que parecía ser una sombra de mi infelicidad y mi desdicha.Mi hermana y cientos de mujeres, a pesar del sufrimiento que vivieron en sus manos, ahora han encontrado una luz y una guia para estar en tranquilidad. Y, aunque haberlo matado no devolverá a la vida a esas mujeres, ninguna otra volverá a caer en esa red tan infernal.En el ahora me siento en paz tanto con mi hermana como conmigo misma. Me da alegría haber cumplido a mi promesa y conseguir justicia por su muerte, porque de ser por las autoridades, aún estuviera rogando en un tri
ADVERTENCIA: EN LA SIGUIENTE HISTORIA ENCONTRARÁS VIOLENCIA, VENGANZA, ASESINATOS, TEMAS RELACIONADOS SOBRE EL BAJO MUNDO, CONTIENE LENGUAJE EXPLÍCITO. ACÁ NADA SERÁ COLOR DE ROSA. SI ERES SENSIBLE AL TIPO DE TRAMA FUERTE, ES PREFERIBLE QUE ABANDONES LA LECTURA. TODO CON EL FIN DE EVITAR UN MAL MOMENTO ENTRE AMBAS PARTES.YA HABIENDO ACLARADO, LES DESEO UNA LECTURA APOTEÓSICA. GRACIAS POR ESTAR NUEVAMENTE LEYENDO UN PEDACITO DE MÍ. ¡LOS QUIERO MUCHO!***La vida puede considerarse color de rosa; cuando cada paso que se por los caminos, la felicidad, los buenos momentos y la buena suerte de una persona, llega para darle a ese largo y oscuro sendero la infinita luz de una realidad escondida. También puede considerarse cruel; cuando un camino lleno de espinas, malas experiencias e injusticias es lo único que se recibe a cambio; sin importar los buenos actos que se han cometido a lo largo de los años.La justicia está ahí; buscando enjuiciar duramente a aquellas personas más malvadas que
Luego de un tiempo desperté ante un suave movimiento en mi hombro. El médico forense que me había ayudado se encontraba frente a mí con una vaga y cansada sonrisa en los labios.—El detective necesita hacerle varias preguntas, Srta. Valencia. ¿Lo recuerda?Me incorporé en el sillón, de nuevo siendo abrazada por el frío, la soledad y la tristeza.—Sí, claro. Una disculpa y gracias nuevamente — me levanté de la silla y salí de esa oficina sin esperar respuesta alguna.Las paredes blancas, silenciosas y extremadamente frías me seguían aprisionando el pecho. Los pies apenas si comprendían para que estaban sobre el suelo. Me dirigí a la recepción de la morgue, donde me encontré dos detectives sentados en las sillas de espera.—¿Es usted, Natalie Valencia? — preguntó uno de ellos.—Así es.—Tome asiento, le haremos un par de preguntas acerca de la muerte de su hermana.Me senté a una distancia de tres sillas de ellos y empezaron a interrogarme; primero haciendo preguntas muy básicas de mi h
Entre tanto buscar por horas, encontré una caja de madera en el fondo de su armario, cubierta en una tela de color negra. Es muy extraño que mi hermana tuviera esta caja, puesto que nunca en ante la había visto.—¿Qué es esto? — abrí la caja de madera, encontrándome con un pequeño cuaderno y varias fotografías de un hombre y ella—. ¿Quién es él?El hombre de la fotografía se veía mucho más mayor que ella, pero no dejaba de ser atractivo. De cabello negro, ojos marrones, de barba bien cuidada y de facciones muy masculinas. El saco de vestir se veía costoso al igual que el reloj que rodeaba su muñeca que se alcanzaba a reflejar por la manera en que abrazaba a mi hermana. ¿Quién es él? Parecen muy cercanos. Abigail se veía sonriente como de costumbre y sus ojos brillaban.—Así que estabas enamorada de él, ¿eh? ¿Por qué nunca me hablaste de este hombre y su relación? — seguí viendo las otras fotografías hasta que me encontré una foto demasiado intima entre los dos—. Que intensos...No qui
Los últimos días han sido los más difíciles, oscuros y tristes de toda mi vida. Una vez más me veo llorando y destrozada por la ausencia de una de las personas que más amaba en el mundo. Primero a mamá que murió en un accidente de auto desde que era una niña, luego a papá que murió a causa de una enfermedad y ahora mi hermana; la cual le han arrebatado ese único derecho que solo Dios puede dar y quitar cuando él así lo decida.Hace una semana fueron las exequias de mi hermana. Su entierro fue sencillo y no hubo mucha gente acompañando mi dolor. Estuvieron las personas más cercanas a ella y uno que otro compañero de trabajo; entre ellos, su jefe. El jefe de mi hermana; el Sr. Avellaneda se veía muy afectado por la muerte de mi hermana. Puedo decir que, aparte de Santiago, ha sido la única persona que me ha brindado la mano desinteresadamente y se ha preocupado más de la cuenta desde que mi hermana desapareció. Gracias a él es como pudieron encontrarla, aunque haya sido muy tarde.El re
Luego de aquella conversación con el investigador privado, el Sr. Avellaneda me trajo a mi apartamento y lo invité a pasar. En el camino me ha dicho que tiene algo muy importante que decirme, por lo que no está demás escuchar sus palabras. Él verdaderamente se ve muy interesado en saber lo que le ocurrió a mi hermana, más se nota la curiosidad que tiene por conocer más de Royce Ford, el hombre con quién sostuvo una relación pasajera.—¿Gusta algo de tomar? — le ofrezco mientras me quito la chaqueta—. ¿Cerveza? ¿Agua? ¿Café?—Creo que no me caería mal una cerveza.—Perfecto. Ya regreso.Voy a la cocina y saco dos cervezas bien frías de la nevera, luego regreso con él y nos sentamos en la pequeña sala del apartamento.—¿Qué era lo que tenía que decirme, Sra. Avellaneda? — le pregunté directamente.—Dado el caso que Abigail era más que mi asistente, digo, la veía como a una amiga, me gustaría ayudarle a investigar sobre Royce Ford y ese misterioso club. Si ese tal Ford tuvo algo que ver