Nunca había sentido un deseo tan fuerte como el que me está corriendo por debajo de la piel ahora mismo. Sus labios tienen una suave y deliciosa textura que me siguen invitando a seguir probándolos. En dos besos, su boca se ha convertido en una adicción.—¿Para qué soy bueno? — me separé de su boca por obligación.—Para muchas cosas, pero en especial... — se quedó viendo mi camisa y frunció el ceño—. ¿Por qué estás manchado de sangre? ¿Estás herido?Bajé la vista a las manchas y esa imagen de las chicas muertas me cayeron nuevamente en los hombros. ¿Cuándo será el día que tenga un poco de paz?—No es mía.—Entonces, ¿de quién es? ¿Qué te pasa?Tami es la única mujer con quién puedo contar y descargar la frustración que mi vida me trae, pero no sé por qué Natalie me dio esa confianza y solté las palabras sin reparos, tal como me he sentido en el día y pude liberar un poco ese dolor y esa rabia con ella. Además de que ella también tiene que ver en lo que está comiéndome la cabeza y todo
Los besos subieron cada vez más de intensidad, más cuando podía apretar y estrujar entre mis manos el divino poder que me tiene desde el primer día hechizado. De camino a su habitación la casa se me hizo mucho más grande de lo que de por sí ya es, por lo que aturdido por el deseo la llevé hacia mi oficina y la senté en mi escritorio sin la intención de separarme de sus labios. Su boca es un imán, sus besos son exquisitos.Me separé de su boca y contemplé sus labios hinchados por nuestros prolongados besos. Su pecho subía y bajaba con fuerza, en busca de recuperar todo el aire que fue arrebatado de sus pulmones, y la intensidad de su mirada terminó por enloquecer mis sentidos. La sangre fluye por mis venas con rapidez. Mis venas palpitan y crecen cada vez más de ganas.Acaricié su mejilla suavemente, descendiendo mis caricias por su cuello y el valle de sus senos, provocando esos temblores involuntarios en su cuerpo. No lo soporté más y volví a besarla, esta vez amasando en mis manos s
NatalieSantiago suele decir que el sexo entre amigos es el mejor, pero así como se disfruta a plenitud de ese deseo, se convierte en el peor de los errores una vez la calentura baja y la amistad se pierde.Wesley no es que sea uno de mis amigos, pero sí lo considero alguien cercano a mí. No cometí una locura con él, sabía a la perfección lo que quería y por eso me dije a mí misma que no perdía nada al dar el paso, más no sé cuán conveniente sea un lío de cama con Wesley justo ahora. Es decir; no tenemos que rendir cuentas a nadie, ni mucho menos se siente el peso de un error en los hombros, es solo que en la situación en la que nos encontramos todo se complica.No se me olvida que él es el hermano del asesino de Abigail, más sé de sobra que hizo hasta lo indecible por ayudarla a salir de ese infierno en el que ese maldito diablo la envolvió. Tengo clarísimo que no puedo juzgarlo por las acciones de otra persona, pero siento que estoy fallando a mi hermana con el hecho de gustarme más
La cena con ese bastardo fue peor de lo que había imaginado. Tener que soportar sus comentarios machistas y llenos de cinismo me tenía con la cabeza caliente. No entiendo mi hermana qué fue lo que la hizo enamorar de él, pues a simple vista se nota lo desagradable y asqueroso que es. No tiene ningún respeto por la mujer, por lo menos de "putas" no nos bajó en las palabras que mencionó sobre esas pobres chicas que están en sus garras. Pensar que mi Abi era tratada de esa forma tan despectiva terminaba por enfurecerme. Mi hermana merecía un amor bonito y buen hombre, no un bastardo por completo.Me libré por el momento de ese hombre, aunque no había mucho qué pensar; él sabía a lo que supuestamente iba y no quise aflojar en una acto de "orgullo", pero que pronto me tendría en su cama gritando su nombre. Eso para él iba a ser una realidad a la que yo no estaba dispuesta a vivir. Tener sexo con Royce es lo más repugnante que pueda existir en esta maldita tierra.El hecho que Wesley tenga
No puedo controlarme con esos besos que me superan por completo. Él sabe cómo desarmarme en segundos, es por eso que no puedo darme el lujo de que siga viendo lo más frágil de mí, pero es imposible apartarme cuando su lengua juega con la mía de esa forma tan apasionada. Me tiene al borde de la locura.-Pensarte en brazos de otro es algo que no tolero. Ver como otro te aprisiona en su boca y escuchar como te enciendes, simplemente no puedo aceptarlo. Dime que no sentiste nada por él, que todo fue un teatro o una alucinación mía - susurró, rozando nuestros labios sin dejar de mirarme a los ojos.-Lo único que pude sentir fue asco y ganas de matarlo. ¿Cómo me puedes decir todas esas cosas aún sabiendo todo lo que ese hombre significa? - reclamé entre dolida y abrumada por el deseo-. Que poca confianza me tienes, Wesley.-Solo te puedo pedir que me perdones. No me dejé dominar por la rabia - acarició mi mejilla con extrema suavidad, no solo provocando cosquillas por toda mi piel, sino enc
Entre más pasa el tiempo más me voy dando cuenta lo mucho que dependemos el uno del otro. No hay noche que no tengamos esos encuentros tan apasionados y tiernos desde que aquella noche en la que nos confesamos más que un gusto y un deseo sin necesidad de mencionarlo con palabras. Cuando hay sentimientos de por medio todo tiende a ser más complicado y emocional, por eso mismo es que ahora mismo siento por dentro que todo se derrumba. Me había jurado no enamorarme, pero heme aquí, perdida en lo que ese hombre es capaz de ofrecerme sin necesidad de promesas.—Dime qué es lo que está pasando para entender mejor por qué debo irme con un sujeto que ni siquiera conozco.—No puedo explicártelo ahora, solo haz lo que te digo, Santiago.—¿Dónde estás? ¿Estás bien? Hace meses no sabemos nada de ti. Pablo viene todos los días para saber si ya has regresado. Estamos muy preocupados. Desapareciste de un momento para el otro sin darnos mayor explicación de nada.—Estoy bien, Santi. En su momento te
Desperté entre el medio del ahogamiento. Necesitaba tanto respirar, llevar un poco de aire a mis pulmones y soltar todo ese aire que se me está siendo robado, pero ese firme agarre en mi cabello me sometía rudamente, y no tenía ninguna intención de dejarme ir. A penas si podía tomar un respiro en lo que sacaban mi cabeza de una pileta de agua con sangre. Incluso tosía, pero volvían a meterme hasta que mis oídos se llenaran de agua y quedara sorda. Parecían eternos los segundos en los que me dejaban bajo el agua. Por más que enterrara mis uñas en el brazo del hombre, este no se inmutaba; todo lo contrario, con mayor firmeza y fiereza me sumergía hasta saciar su propio placer. —Creo que ya tienes suficiente — me susurró Royce al oído, torciendo mi cuello hacia atrás y obligándome a mirarlo a los ojos—. ¿Me gustaría saber cómo convenciste a Dupont para que me traicionara? ¿Cómo es que llegaste a él tan fácilmente? —parecía cuestionarse más para sí que para mí. Llevé aire a mis pulmones
Wesley—¿Qué está pasando? ¿Por qué me has mandado a llamar con suma urgencia? — le pregunté a Royce tan pronto llegué al club. —¿Cómo te ha ido con el marica? —Es difícil llegar a él, su pareja es un militar de alto rango. Lo dejé vigilado y con la orden de que, se encuentre solo, lo traigan. —Bien, de igual forma, ya no hay necesidad de usarlo — me ofreció un trago, y lo recibí sin comprender, hay algo en su mirar que me está alertando de que algo no está para nada bien—. Los Dupont no resultaron ser lo que esperábamos.—¿A qué te refieres? Explícate porque no estoy comprendiendo nada. —Ernesto Macías; agente encubierto de la DEA y Natalie Valencia; nuestra queridísima gatita fiera son sus verdaderas identidades. El mundo es pañuelo, ¿verdad? — sonrió ladeado, pero sé de sobra lo que esa sonrisa y esa expresión en su rostro significa. —¿Estás seguro de lo que me estás diciendo, Royce? — mi corazón latía a mil por segundo, pero debía mantener mi postura neutra y fría. —Desde lu