La cena con ese bastardo fue peor de lo que había imaginado. Tener que soportar sus comentarios machistas y llenos de cinismo me tenía con la cabeza caliente. No entiendo mi hermana qué fue lo que la hizo enamorar de él, pues a simple vista se nota lo desagradable y asqueroso que es. No tiene ningún respeto por la mujer, por lo menos de "putas" no nos bajó en las palabras que mencionó sobre esas pobres chicas que están en sus garras. Pensar que mi Abi era tratada de esa forma tan despectiva terminaba por enfurecerme. Mi hermana merecía un amor bonito y buen hombre, no un bastardo por completo.Me libré por el momento de ese hombre, aunque no había mucho qué pensar; él sabía a lo que supuestamente iba y no quise aflojar en una acto de "orgullo", pero que pronto me tendría en su cama gritando su nombre. Eso para él iba a ser una realidad a la que yo no estaba dispuesta a vivir. Tener sexo con Royce es lo más repugnante que pueda existir en esta maldita tierra.El hecho que Wesley tenga
No puedo controlarme con esos besos que me superan por completo. Él sabe cómo desarmarme en segundos, es por eso que no puedo darme el lujo de que siga viendo lo más frágil de mí, pero es imposible apartarme cuando su lengua juega con la mía de esa forma tan apasionada. Me tiene al borde de la locura.-Pensarte en brazos de otro es algo que no tolero. Ver como otro te aprisiona en su boca y escuchar como te enciendes, simplemente no puedo aceptarlo. Dime que no sentiste nada por él, que todo fue un teatro o una alucinación mía - susurró, rozando nuestros labios sin dejar de mirarme a los ojos.-Lo único que pude sentir fue asco y ganas de matarlo. ¿Cómo me puedes decir todas esas cosas aún sabiendo todo lo que ese hombre significa? - reclamé entre dolida y abrumada por el deseo-. Que poca confianza me tienes, Wesley.-Solo te puedo pedir que me perdones. No me dejé dominar por la rabia - acarició mi mejilla con extrema suavidad, no solo provocando cosquillas por toda mi piel, sino enc
Entre más pasa el tiempo más me voy dando cuenta lo mucho que dependemos el uno del otro. No hay noche que no tengamos esos encuentros tan apasionados y tiernos desde que aquella noche en la que nos confesamos más que un gusto y un deseo sin necesidad de mencionarlo con palabras. Cuando hay sentimientos de por medio todo tiende a ser más complicado y emocional, por eso mismo es que ahora mismo siento por dentro que todo se derrumba. Me había jurado no enamorarme, pero heme aquí, perdida en lo que ese hombre es capaz de ofrecerme sin necesidad de promesas.—Dime qué es lo que está pasando para entender mejor por qué debo irme con un sujeto que ni siquiera conozco.—No puedo explicártelo ahora, solo haz lo que te digo, Santiago.—¿Dónde estás? ¿Estás bien? Hace meses no sabemos nada de ti. Pablo viene todos los días para saber si ya has regresado. Estamos muy preocupados. Desapareciste de un momento para el otro sin darnos mayor explicación de nada.—Estoy bien, Santi. En su momento te
Desperté entre el medio del ahogamiento. Necesitaba tanto respirar, llevar un poco de aire a mis pulmones y soltar todo ese aire que se me está siendo robado, pero ese firme agarre en mi cabello me sometía rudamente, y no tenía ninguna intención de dejarme ir. A penas si podía tomar un respiro en lo que sacaban mi cabeza de una pileta de agua con sangre. Incluso tosía, pero volvían a meterme hasta que mis oídos se llenaran de agua y quedara sorda. Parecían eternos los segundos en los que me dejaban bajo el agua. Por más que enterrara mis uñas en el brazo del hombre, este no se inmutaba; todo lo contrario, con mayor firmeza y fiereza me sumergía hasta saciar su propio placer. —Creo que ya tienes suficiente — me susurró Royce al oído, torciendo mi cuello hacia atrás y obligándome a mirarlo a los ojos—. ¿Me gustaría saber cómo convenciste a Dupont para que me traicionara? ¿Cómo es que llegaste a él tan fácilmente? —parecía cuestionarse más para sí que para mí. Llevé aire a mis pulmones
Wesley—¿Qué está pasando? ¿Por qué me has mandado a llamar con suma urgencia? — le pregunté a Royce tan pronto llegué al club. —¿Cómo te ha ido con el marica? —Es difícil llegar a él, su pareja es un militar de alto rango. Lo dejé vigilado y con la orden de que, se encuentre solo, lo traigan. —Bien, de igual forma, ya no hay necesidad de usarlo — me ofreció un trago, y lo recibí sin comprender, hay algo en su mirar que me está alertando de que algo no está para nada bien—. Los Dupont no resultaron ser lo que esperábamos.—¿A qué te refieres? Explícate porque no estoy comprendiendo nada. —Ernesto Macías; agente encubierto de la DEA y Natalie Valencia; nuestra queridísima gatita fiera son sus verdaderas identidades. El mundo es pañuelo, ¿verdad? — sonrió ladeado, pero sé de sobra lo que esa sonrisa y esa expresión en su rostro significa. —¿Estás seguro de lo que me estás diciendo, Royce? — mi corazón latía a mil por segundo, pero debía mantener mi postura neutra y fría. —Desde lu
Advertencia: contenido violento y sensible.NatalieLlevaba diez días encerrada en ese cuarto, solo siendo visitada por la chica que me trae las comidas, cuando Wesley apareció. Verlo en buen estado y saber que ese desgraciado no le ha hecho nada me tranquilizó mucho. No había dejado de pensar ni un solo segundo en él, pues contaba los días para verlo.Así como me lo prometió, me trajo medicinas y me ayudó a bañar y a cambiar de ropas. Ese olor tan desagradable que estaba desprendiendo se fue de encima de mí. El agua tiene el poder de darme fuerzas, aún cuando cada instante las siento perdidas. Necesitaba una ducha con gran urgencia.Que Royce no haya hecho aún acto de presencia me pone a pensar. No sé si sea el encierro lo que me pone a echar a volar la imaginación, o en efecto se trataba de la fiebre que había presentado que todo me parecía que estaba en mi contra, pero que ese hombre esté tan tranquilo, no me da buena espina.Conté tres días luego de ese baño y, para mi sorpresa, R
—Limpien toda esta mierda — ordenó Royce una vez terminó de sacar toda su furia en mí—. Vámonos, hijo de puta — agarró a Wesley por debajo de los brazos, y lo detuve con la poca fuerza que aún me quedaba.—¿A dónde lo lleva? — musité, aferrándome de su mano.—A darle el mejor de los premios por ser tan buen hermano, faltaba más.Mi corazón seguía cada segundo más rompiéndose por dentro. Verlo tan pálido y casi sin fuerza, me da a entender que el disparo que recibió afectó más de la cuenta. No fue hasta que él lo alzó, que me di cuenta de la cantidad de sangre que estaba brotando de su espalda. Me sentía tan impotente al no poder hacer nada por el momento. Ese hijo de puta ahora mismo está nublado por la rabia y la traición que su única familia le dio. No puedo permitir que se lo lleve, pero tampoco tengo fuerzas para detenerlo.Aunque hice todo lo posible para no soltar su mano, su agarre en la mía se fue aflojando hasta que Royce logró sacarlo con dos de sus hombres. Muy seguramente
El infierno no es un lugar oscuro, ardiente y sin rastro de humanidad, donde somos absueltos de los pecados con castigos y sufrimientos por lo que nos reste de eternidad; el verdadero infierno es el que se vive en la tierra, ya sea pagando los pecados y nuestro mal proceder o viviendo de la injusticia y la crueldad de un ser que se denomina diablo por naturaleza. La maldad está siempre al asecho de los más inocentes, los más frágiles, llevándolos al borde de la locura con extremas torturas que van poco a poco acabando con el alma: y, desafortunadamente, yo entro en ese rango de personas marginadas por la misma vida y justicia, para ser servidas en bandeja de plata al diablo. Hace un mes no sé lo que significa el derecho de vivir en paz y feliz, no sé lo que es ver el sol iluminar mis días sin sentirme más miserable y perdida. Hace un mes perdí lo poco que me quedaba de humanidad. Quizás sea que me he resignado a seguir en mi destino; después de todo, eso fue lo que se me deparó desde