Veo a Will hacerle señas a un taxi mientras nos encontramos en medio de la abarrotada calle. El ruido de los autos y la música de fondo se fusionan en una cacofonía que se mezcla con mis pensamientos confusos. Con una mano temblorosa, me agarro de su brazo mientras nos acercamos al vehículo. La ciudad parece difuminarse a mi alrededor, como si estuviera viéndola a través de un cristal empañado.Finalmente, el taxi se detiene y Will me ayuda a subir con gentileza. Me acomodo en el asiento trasero y una sensación de aturdimiento se apodera de mí. Tal vez sea el efecto del alcohol en mi cuerpo que se intensifica, o quizás sea el estado de shock luego de recibir aquel mensaje inesperado. Mi mente se nubla y siento una mezcla de emociones revoloteando en mi interior: confusión, preocupación y una punzada de miedo.Mientras el taxi se desliza por las calles iluminadas, me quedo sumida en mis pensamientos. Me niego a creer que estoy experimentando esto una vez más. Con manos nerviosas, vuel
Llegamos a una habitación espaciosa y cómoda, donde el ambiente cálido y acogedor de la decoración me da una sensación de calma. Los muebles de color caoba oscuro contrastan maravillosamente con las paredes en tonos claros.Will me mira con seriedad y, consciente de la tensión en el aire, se acerca al minibar para ofrecerme una bebida. Aprecio su gesto y asiento cortésmente, aceptando su invitación. El sonido suave del hielo chocando contra el vaso acompaña nuestros pensamientos mientras me preparo para lo que vaya a suceder.Sin pensarlo siquiera, la tentación de la bebida me seduce y le doy un trago largo, dejando que el líquido ámbar descienda por mi garganta y se expanda por mi cuerpo. El sabor amargo y reconfortante me envuelve, ofreciendo un breve respiro de la realidad que me rodea.El alcohol quema ligeramente mi garganta, pero no puedo evitar apreciar el calor que se despliega a medida que me impregno de su efecto relajante. Cierro los ojos por un momento, dejando que la sens
Salgo de la habitación con cautela, aún sintiéndome un poco aturdida por la resaca. Mis ojos se encuentran con Will, quien está parado frente al espejo, ya completamente vestido. Al verlo, me doy cuenta de que, en medio de mi confusión matutina, no me percaté de si había agarrado su ropa antes de salir de la habitación. Además, agradezco por el hecho de que no ande por aquí paseándose con el torso desnudo. — ¿Ya estás lista, Isa? — exclama Will en cuanto me ve, con una sonrisa radiante — ¿Qué te parece si te invito a desayunar? Hago una mueca mientras lo miro. — No, Will. Tengo que irme, pero antes dime ¿qué demonios pasó anoche entre nosotros? — ¿No te acuerdas de nada? — pregunta rascándose la cabeza, desconcertado. Intento hacer memoria y poco a poco las memorias van llegando. — Recuerdo que te rogué que me sacaras de la disco, luego cogimos un taxi… — El recuerdo de nuestro beso me golpea y siento que me arde la cara por el rubor en mis mejillas. — Te besé — murmuro aturdida
Me acerco a ella con paso lento y la abrazo con fuerza, notando inmediatamente mi angustia por lo sucedido anoche. No puedo creer que haya estado con Will, ya que eso no es quien soy. En ese momento, no sé qué palabras decirle a Tania, solo necesito el consuelo de su abrazo como amigas de toda la vida. Ella corresponde al abrazo y me conduce hacia el mueble para que nos sentemos juntas. Mientras me dejo llevar por la tristeza y sollozo en sus brazos, advierto de reojo que Ryan sale de la habitación, probablemente dándonos un espacio para conversar en privado. Tania se acerca sigilosamente hacia donde Ryan se ha dirigido y le susurra algo al oído, pero el mensaje se pierde en el aire y no logro captarlo. En un rápido movimiento, Ryan toma las llaves y se apresura a salir del apartamento, dejándonos a solas. Agradezco profundamente el gesto de Tania, quien siempre ha sido una amiga comprensiva y atenta a mis necesidades. Ella me mira con ternura, como si comprendiera que algo me está a
Tania va nuevamente a la cocina por el té, mientras yo, completamente abrumada por mi complicada situación, me siento en el sofá tratando de reunir mis pensamientos. Mi mente está llena de dudas y ansiedad, sin encontrar una solución clara a mi problema.— Beba, ¿qué hora es? — le pregunto con voz ronca, mientras ella regresa de la cocina con las tazas en la mano.— Las nueve y veintitrés de la mañana. — me responde, mirando la pantalla de su reloj pulsera.Siento un escalofrío recorrerme el cuerpo. Me levanto del sofá, sintiendo la urgencia de irme o al menos llamar a Adrien, porque seguramente ya estaría considerando venir a ver a Tania. Mientras intento tranquilizarme y poner en orden mis pensamientos, Tania amablemente me entrega una taza de té caliente. Agradezco su gesto y regreso a mi asiento. Observo el humo frágil que se eleva desde mi taza y me sumerjo en profundos pensamientos. Necesito tomar una decisión, una que tenga el poder de cambiar el rumbo de mi vida. Pero, ¿cómo
Las palabras de Adrien me golpean como una ola repentina. Noto que el aire se me escapa de los pulmones. No puedo evitar sentirme confundida al enterarme de que Ericka ha regresado al país, lo último que él me había dicho sobre ella era que, se encontraba en otro continente disfrutando de su vida de casada millonaria. Mis pensamientos se agitan con preguntas. ¿Cómo es posible que haya vuelto tan repentinamente? ¿Qué habrá pasado con su matrimonio en Asia?El calor abrasador en mis mejillas se intensifica. Esbozo una débil sonrisa y trato de procesar la información. No puedo evitar preguntarme cómo esto afectará nuestra relación. ¿Significa que volverá a estar cerca de Ericka? ¿Cómo me sentiré al estar en su presencia después de todo lo que ha sucedido?— ¿Ericka? — Repito, incrédula. — ¿Qué tiene que ver Ericka contigo? Se supone que se había marchado.Él me mira con una mezcla de culpa y compasión. Me toma de la barbilla y me obliga a mirarlo a los ojos.— Por favor, escúchame, amor.
Después de que Adrien sale de la habitación, me quedo sumida en mis pensamientos, tratando de procesar la situación que acabo de vivir. Sé que hay muchas cosas por aclarar entre nosotros, pero no me siento preparada para enfrentar esa conversación. El mensaje de Will, por otro lado, no contiene nada comprometedor, aunque ahora Adrien es consciente de que él está en la ciudad en este momento.A medida que avanza el tiempo, me doy cuenta de que necesito reunir valor para contarle toda la verdad a Adrien, aunque me asusta cual pueda ser su reacción. Además sé que es necesario aclarar las cosas con Will antes de abordar el tema con él. Admito que no estoy muy entusiasmada por verlo, pero entiendo que no puedo aplazarlo por mucho tiempo. No podía simplemente decirle a Adrien que había visto a Will anoche, y mucho menos revelar que había pasado la noche con él. Necesitaba encontrar el enfoque adecuado para abordar el tema sin lastimar los sentimientos de Adrien o ponerme a mí misma en una m
Decidí pedirle a Adrien que durmiera conmigo, ya que hasta ahora había estado durmiendo en la otra habitación. Sentía que necesitaba su apoyo en esta noche en particular, pero a la vez tenía aquella situación pendiente que debía aclarar. Adrien ya se ha ido a la oficina, por lo que aprovecho para citar a Will y tener una conversación con él. No quiero dejar pasar más tiempo del necesario sin abordar nuestra situación y aclarar cualquier malentendido que pueda haber.Después de llamar a Tania para contarle sobre el encuentro con Will, me encamino hacia el café donde nos hemos citado. Cada paso que doy aumenta la tensión en mi cuerpo y mis nervios se disparaban. No puedo evitar sentir ansiedad ante la incertidumbre de lo que había sucedido entre nosotros aquella noche. Era consciente de que no podía seguir viviendo en la oscuridad y necesitaba enfrentar la verdad, por dolorosa que pudiera ser.Una parte de mí desea volver atrás, ignorar lo sucedido y seguir como si nada hubiera ocurrido