Tania va nuevamente a la cocina por el té, mientras yo, completamente abrumada por mi complicada situación, me siento en el sofá tratando de reunir mis pensamientos. Mi mente está llena de dudas y ansiedad, sin encontrar una solución clara a mi problema.— Beba, ¿qué hora es? — le pregunto con voz ronca, mientras ella regresa de la cocina con las tazas en la mano.— Las nueve y veintitrés de la mañana. — me responde, mirando la pantalla de su reloj pulsera.Siento un escalofrío recorrerme el cuerpo. Me levanto del sofá, sintiendo la urgencia de irme o al menos llamar a Adrien, porque seguramente ya estaría considerando venir a ver a Tania. Mientras intento tranquilizarme y poner en orden mis pensamientos, Tania amablemente me entrega una taza de té caliente. Agradezco su gesto y regreso a mi asiento. Observo el humo frágil que se eleva desde mi taza y me sumerjo en profundos pensamientos. Necesito tomar una decisión, una que tenga el poder de cambiar el rumbo de mi vida. Pero, ¿cómo
Las palabras de Adrien me golpean como una ola repentina. Noto que el aire se me escapa de los pulmones. No puedo evitar sentirme confundida al enterarme de que Ericka ha regresado al país, lo último que él me había dicho sobre ella era que, se encontraba en otro continente disfrutando de su vida de casada millonaria. Mis pensamientos se agitan con preguntas. ¿Cómo es posible que haya vuelto tan repentinamente? ¿Qué habrá pasado con su matrimonio en Asia?El calor abrasador en mis mejillas se intensifica. Esbozo una débil sonrisa y trato de procesar la información. No puedo evitar preguntarme cómo esto afectará nuestra relación. ¿Significa que volverá a estar cerca de Ericka? ¿Cómo me sentiré al estar en su presencia después de todo lo que ha sucedido?— ¿Ericka? — Repito, incrédula. — ¿Qué tiene que ver Ericka contigo? Se supone que se había marchado.Él me mira con una mezcla de culpa y compasión. Me toma de la barbilla y me obliga a mirarlo a los ojos.— Por favor, escúchame, amor.
Después de que Adrien sale de la habitación, me quedo sumida en mis pensamientos, tratando de procesar la situación que acabo de vivir. Sé que hay muchas cosas por aclarar entre nosotros, pero no me siento preparada para enfrentar esa conversación. El mensaje de Will, por otro lado, no contiene nada comprometedor, aunque ahora Adrien es consciente de que él está en la ciudad en este momento.A medida que avanza el tiempo, me doy cuenta de que necesito reunir valor para contarle toda la verdad a Adrien, aunque me asusta cual pueda ser su reacción. Además sé que es necesario aclarar las cosas con Will antes de abordar el tema con él. Admito que no estoy muy entusiasmada por verlo, pero entiendo que no puedo aplazarlo por mucho tiempo. No podía simplemente decirle a Adrien que había visto a Will anoche, y mucho menos revelar que había pasado la noche con él. Necesitaba encontrar el enfoque adecuado para abordar el tema sin lastimar los sentimientos de Adrien o ponerme a mí misma en una m
Decidí pedirle a Adrien que durmiera conmigo, ya que hasta ahora había estado durmiendo en la otra habitación. Sentía que necesitaba su apoyo en esta noche en particular, pero a la vez tenía aquella situación pendiente que debía aclarar. Adrien ya se ha ido a la oficina, por lo que aprovecho para citar a Will y tener una conversación con él. No quiero dejar pasar más tiempo del necesario sin abordar nuestra situación y aclarar cualquier malentendido que pueda haber.Después de llamar a Tania para contarle sobre el encuentro con Will, me encamino hacia el café donde nos hemos citado. Cada paso que doy aumenta la tensión en mi cuerpo y mis nervios se disparaban. No puedo evitar sentir ansiedad ante la incertidumbre de lo que había sucedido entre nosotros aquella noche. Era consciente de que no podía seguir viviendo en la oscuridad y necesitaba enfrentar la verdad, por dolorosa que pudiera ser.Una parte de mí desea volver atrás, ignorar lo sucedido y seguir como si nada hubiera ocurrido
Abro la puerta de mi casa, sintiendo un nerviosismo profundo en mi interior. Dejo las llaves en la encimera y doy un rápido vistazo a mi alrededor, esperando ver a Adrien allí. Miro de reojo el reloj de la pared y noto que falta media hora para que Adrien aparezca. Decido aprovechar ese tiempo y tomar un baño rápido, con la esperanza de poder tranquilizarme un poco. Sé que lo que voy a decirle no será fácil. No importa cuánto me haya preparado mentalmente, nunca se está del todo listo para una conversación tan delicada.Después de tomar una ducha, decido ponerme ropa cómoda. Opto por unos pantalones de franela suaves y una blusa de tirantes que me brinde libertad de movimiento. Luego, camino hacia la cocina con la intención de prepararme una taza de té reconfortante. Esperando que el calor y el aroma de la infusión me ayuden a calmar los nervios que aún persisten. Elijo un té de hierbas que suelo tomar en momentos de angustia y ansiedad. Me apoyo en el mostrador de la cocina, sostenie
Adrien finalmente regresó de su viaje de negocios. Durante su ausencia, los días parecían arrastrarse lentamente, pero tuve la oportunidad de visitar a mi mamá y también a Sophia. Pasamos un tiempo maravilloso juntas, recordando viejos tiempos y compartiendo risas. Sin embargo, Tania, estaba tan ocupada en su trabajo que solo pude hablar con ella por teléfono. Nos contábamos sobre nuestras vidas y nos animábamos mutuamente en medio de nuestras ocupaciones diarias. Aunque nos hubiera encantado reunirnos en persona, las circunstancias no lo permitieron en ese momento. Afortunadamente, la tecnología nos brinda la posibilidad de mantenernos conectadas.A pesar de que Adrien sigue mostrándome su cariño como siempre, las cosas entre nosotros han cambiado desde que le fui infiel. Aunque él ha demostrado comprensión y ha tratado de reconstruir nuestra relación, aún no me siento completamente cómoda y lista para retomar la intimidad que solíamos tener, ya que no me siento digna de su amor. Aun
Me pongo en contacto con mi ginecóloga Ruth y, afortunadamente, tiene disponibilidad esta mañana, así que me está esperando. No me siento con ánimos de conducir, así que le doy las llaves a Tania para que ella conduzca, mientras le indico el camino hacia el consultorio de la doctora. El consultorio se encuentra a solo veinte minutos de distancia del apartamento, por lo que llegamos puntualmente a mi cita.— Señorita Rase... Oh, perdón, Señora Hamilton — corrige rápidamente la recepcionista, mostrando cierta vergüenza.— No te preocupes, Betty — respondo amablemente. Observo cómo acomoda algunos papeles en su escritorio para disipar su nerviosismo. — Además, no estoy aquí con mi esposo. — Le guiño el ojo y ella esboza una sonrisa.Mi mente se transporta a aquel día, cuando decidí acudir por primera vez al consultorio de la Dra. Ruth después de haberme casado con Adrien. Al entrar, fui recibida por la recepcionista, Betty, quien, acostumbrada a llamarme por mi apellido de soltera, me sa
Pov. Adrien:— Estaba pensando en Europa — le comento a mi madre. Llevo unos minutos hablando con ella por teléfono sobre el viaje que he estado planeando hacer con Isabella para celebrar su próximo cumpleaños. Creo firmemente que sería perfecto para alejarnos un poco de todo lo que estamos atravesando en estos momentos. Sin embargo, aún estoy a la espera de la noticia sobre si Isabella está o no embarazada.Siento la necesidad de desconectar de las preocupaciones diarias y sumergirnos en la belleza de destinos como París, Roma o Barcelona. Quisiera que este viaje especial se convierta en una experiencia inolvidable.— Definitivamente, sería un escape maravilloso para ustedes dos. Pero, ¿estás seguro de que un fin de semana sería suficiente?— Bueno, no sería solo un fin de semana, quizás una o dos semanas — aclaro. — Eso suena mucho mejor. Una semana les dará suficiente tiempo para disfrutar de todo lo que Europa tiene para ofrecer. ¿Ya han decidido a qué lugar irán?— Aún estamos