Miré su amplia espalda hasta que desapareció. No me sorprendía que el Alfa Supremo le haya contado cómo fue que llegué hasta aquí o los motivos por los que quise unirme. Era su mano derecha y todo eso. No me molestaba que lo supiera, no estaba escondiendo mi pasado a propósito, era solo que a nadie le concernía más que a Gail y amí. Y, de todas maneras, no iba a mi antigua manada. Cerré los ojos nuevamente disfrutando de los rayos del sol que se filtraban entre las copas de los árboles. Gail se había escondido bajo las sábanas y negado a ir al entrenamiento de hoy. Creí que se encontraba enfermo hasta que Ef murmuró por lo bajo que hoy sería la primera luna llena invernal. Entonces me di cuenta de qué día era hoy. Aunque Rep no me hubiera acompañado hoy fuera de la manada, me hubiera quedado fuera de la cabaña que compartía con Gail porque no me dejaría entrar. Y dudaba que me dejara entrar durante los siguientes días. Debía de conseguir un lugar provisional... despu
Sentía la respiración del Alfa Supremo cosquilleando en mi cabeza. Era agradable, de hecho. No estábamos en una posición ni remotamente sexual; de hecho, yo diría que había estado así muchas noches con Abi y con Gail. Solo que con ellos me sentía cómoda. Con el Alfa me sentía... en paz, si eso tenía algún sentido. Su pecho subía y bajaba lentamente como si yo también le causara esta tranquiladad recién descubierta. Me acurruqué un poco más y suspiré. Había pasado mucho tiempo desde que mi mente estuvo tan tranquila. Cerré los ojos nuevamente para disfrutar al máximo de esto; no es como si le pidiera a mi Alfa que me volviera a abrazar por la noche en algún punto cercano o lejano porque eso sería irrespetuoso. Además, se podría malinterpretar. Y no quería eso. No es que no lo encontrara atractivo. Lo era. De una forma masculina y poderosa que, quizá en otro tiempo, me habría atraído lo suficiente como para plantearme una noche con él. O dos.Las cicatrices o su t
Regresé con leña y encendí el fuego rápidamente. El Alfa y yo comimos en agradable silencio. Al menos hasta que me miró fijamente desde el otro lado de nuestra hoguera improvisada. -¿Entraremos a la manada Thunder? - Preguntó con curiosidad. -No, Alfa. - Dije tragando rápidamente mi último bocado. -¿Qué tan cerca debemos de estar de esa manada? Yo incliné la cabeza. -Quizá unos metros fuera del límite de su territorio. ¿Sucede algo con la manada Thunder? La comisura de su boca se elevó un poco. -Lo mismo que sucede en todas: Se ponen nerviosos si no les aviso con anticipación que voy. -Bueno, eso no es problema de usted. - Dije encogiéndome de hombros. - Deben mantenerse alerta a pesar de que dé un paseo sorpresa. -Tienes un punto. - Dijo mirando hacia arriba. - Y aún así, si nos detectan se pondrán... ansiosos. -¿No le ha pagado esa manada el tributo del mes? - Pregunté con curiosidad. -Lo hicieron. -Dijo distraídamente. - Aunque quizá deba pasar solo para "
-Estoy cuidando de él, como te prometí si un día ya no estabas con nosotros. - Susurré y puse mi frente contra la madera. - Ha sido difícil, pero seguimos en pie. Lo seguiré cuidando hasta que sea el momento de reunirnos de nuevo. Hasta entonces, espéranos.No me moví en un largo tiempo.No sabía en dónde exactamente Gail había quemado su cuerpo, me avergonzaba admitir que en ese momento me encontraba siendo tan inútil como un ternero recién nacido y gran parte del camino que recorrimos no lo recuerdo con exactitud, así que éste lugar que significaba tanto para los tres era el sitio perfecto para honrar su memoria.Me separé lentamente por fin y miré a mi al rededor. La tarde había caído en algún momento. El Alfa Supremo se encontraba recargado contra un árbol cruzado de brazos mirando hacia el cielo.Quizá sintió mi mirada.-¿Has terminado? - Dijo sin expresión.-Si. ¿Aún quiere visitar al Alfa de Thunder?-No, pero visitaremos su manada de todas formas. Será más rápido comprar al
Estábamos terminando nuestra comida cuando el Alfa del territorio irrumpió en el lugar y se acercó a nosotros. Parecía un poco en pánico. -Alfa Supremo. - Dijo con una exagerada reverencia. Yo miré todo con las mejillas tan llenas como las de una ardilla en époco de hibernación. -¿Si? -Yo... uh... ¿Disfruta de la comida? - Dijo finalmente mirándonos a ambos. -Delicioso. - Dijo lentamente y agradecí a los cielos el haber tenido mi mirada en él. La forma en la que sus labios lo articularon fue... vaya. - ¿Necesitas algo? Miré hacia abajo para evitar avergonzarme a mí misma por mis pensamientos extraños. Sus manos, por ejemplo, eran un lugar seguro. -Eh... bueno, ya que usted... usted está en mi territorio, pensé que venía a... pues, a verme. - Dijo el Alfa visiblemente nervioso. -¿Acaso el tributo que mandé no fue suficiente? El Alfa Supremo se limpió los dedos con elegancia antes de darle toda su atención al Alfa Cris. Sacudí la cabeza y puse mi mente en blanco. El
Entonces me tomó por el trasero, literalmente y yo puse mis manos al rededor de su cuello sorprendida mientras mis piernas se enredaban en su cintura. Nuestros ojos se encontraron. Él no tenía ninguna expresión así que la voz suave que salió de él a continuación fue extraña a mis oídos. -Ahora, lobas ¿Creen que podrían prestarme ese local por unos minutos? Tengo un asunto que atender para que la señorita me demuestre lo mucho que le ha gustado mi regalo. Desvié mis ojos hacia las lobas. -Por supuesto, Alfa Supremo. - Dijeron al mismo tiempo con sonrisas conspirativas. Yo me sonrojé en nuestro camino hacia allí. No por la posición en la que estábamos sino por la insinuación en sus tonos. Entramos al lugar y cerró la puerta de una patada antes de quedarse inmóvil. Por supuesto, yo no me había emocionado por sus movimientos (obvio no, ni siquiera esos tres segundos que me llevó darme cuenta de que lo había hecho por alguna otra razón que no tenía nada que ver con mi "agra
Aseguré mis piernas con fuerza para sujetarme a su cuerpo antes de usar mis manos y darle un fuerte golpe en los oídos con mis palmas abiertas. Había estado practicando este golpe con Rep y, aunque él no caía (presumido), me aseguró que cualquier otro lobo lo haría en su forma humana.Y lo hizo. El tipo se desplomó y ambos caímos hacia adelante; su cuerpo amortiguó el golpe.Me levanté y comprobé que estuviera inconsciente, pero de todas formas apliqué un poco de presión en un punto de su hombro para que permaneciera en el suelo.-Bien hecho.Salté hacia atrás y casi caigo si no hubiera sido por el Alfa Supremo.-Gracias. - Susurré cuando me puso totalmente de pie. - ¿Hacia dónde?Seguí al Alfa por el bosque hasta que regresamos a la zona de las casas. Nuestra presencia sería descubierta pronto; sobre todo si continuábamos por éste camino en el que los lobos que paseaban por las calles hacían un montón de inclinaciones. Llegamos a una edificación de dos pisos que era era un poco má
Subí las escaleras y me encontré al Alfa Supremo buscando en la habitación con la puerta rota.-Estás sangrando de nuevo. - Dijo sin mirarme. - ¿Tenías planes en nuestra manada?-Uh... ¿A qué se refiere?Se detuvo de hacer lo que sea que estaba haciendo y me miró con seriedad.-No puedo dejar a esta manada desprotegida, Vomi. Tengo que investigar qué tan profundas eran las conexiones de Cris con los Renegados, interrogar a la manada, elegir a un nuevo Alfa y arreglar cualquier desastre que deje el cadáver del lobo atrás. Soy competente en mi trabajo, aún así no podré terminar con todo en los siguientes dos o tres días y no puedo comunicarme con cualquiera de tus compañeros para que venga a ayudar porque, sencillamente, se encuentran a días de distancia. Dejarlos burnerables a posibles rebeliones por el poder es inaceptable.Ah. Me estaba preguntando si tenía prisa por volver a la manada.Cleo podía alimentarse sola y Gail... bueno, no iba a estar disponible de todas formas. Dudaba qu