Subí las escaleras y me encontré al Alfa Supremo buscando en la habitación con la puerta rota.-Estás sangrando de nuevo. - Dijo sin mirarme. - ¿Tenías planes en nuestra manada?-Uh... ¿A qué se refiere?Se detuvo de hacer lo que sea que estaba haciendo y me miró con seriedad.-No puedo dejar a esta manada desprotegida, Vomi. Tengo que investigar qué tan profundas eran las conexiones de Cris con los Renegados, interrogar a la manada, elegir a un nuevo Alfa y arreglar cualquier desastre que deje el cadáver del lobo atrás. Soy competente en mi trabajo, aún así no podré terminar con todo en los siguientes dos o tres días y no puedo comunicarme con cualquiera de tus compañeros para que venga a ayudar porque, sencillamente, se encuentran a días de distancia. Dejarlos burnerables a posibles rebeliones por el poder es inaceptable.Ah. Me estaba preguntando si tenía prisa por volver a la manada.Cleo podía alimentarse sola y Gail... bueno, no iba a estar disponible de todas formas. Dudaba qu
Respiré profundo y me acerqué al lobo. No podía huir porque el Alfa Supremo ya le había quebrado las piernas y tampoco podía atacarme porque sus brazos estaban igual de rotos. A estas alturas ya era un acto de piedad el matarlo.Me coloqué sobre él y tomé su cabeza.-Por favor... por favor...Con un movimiento rápido giré su cuello y el tipo enseguida se convirtió en un cuerpo laxo a mis pies.Mientras tanto, el Alfa Supremo había llamado al frente a un par de lobos.-Ellos son los que se han presentado para dirigir la manada. - Dijo el Alfa con voz formal. - Si alguno de ustedes no está de acuerdo, es momento de hablar.Hubo silencio, así que los cinco lobos eran los casi elegidos oficiales.-Bien. Ahora, como les comenté al convocarlos para esta reunión, su Alfa estaba metido en negocios con los Renegados. - Hubo muchos gruñidos. - Así que debo investigar a sus cómplices, pero puedo empezar por un par de guardias.Entonces se transformó en lobo y en un salto atrapó a un guardia que e
Lo que más les interesaba a los Renegados era la información sobre cada cuándo pasaba el Alfa Supremo o cualquiera de los miembros de su manada a cobrar los impuestos. Qué tan seguido hacían una visita sorpresa y, en general, todo lo que tenía que ver con el Alfa Supremo. También pedían cosas como los movimientos de comercio, rutas más usadas, etc entre las manadas aledañas, pero al parecer eso era secundario. Una vez terminó de maldecir, ambos subimos las escaleras. Lo sentía tenso. Abrí la habitación y entramos. Yo solo me quité los zapatos antes de arrojarme sobre un lado de la cama y cerrar los ojos. Escuché su transformación y luego... nada. Esperé un par de minutos, pero la habitación seguía en silencio y el otro lado de la cama intacto. Abrí los ojos y lo vi acostado sobre el suelo fuera de la habitación dándome la espalda. Fruncí el ceño. -Alfa. - Murmuré y su lobo giró la cara. - ¿Dormirá ahí y en el suelo? Él asintió. -¿Por qué? Se transformó y me miró r
-Ahora, ¿Crees que podamos dormir? Asentí pero fruncí el ceño. Él rodó los ojos. -¿Algo más? -¿Mis gemidos sonaban falsos? Fue su turno de parpadear y luego echarse a reír. -Duerme, Vomi. Deja de preocuparte por tonterías. Hice un puchero pero cerré obedientemente los ojos. Lo sentí volver a pasar su brazo por mi cintura antes de quedarme dormida. El gruñido del Alfa Supremo me despertó de mi sueño profundo. -Largo, nadie puede verla desnuda más que yo. -Lo... lo siento, Alfa. - Dijo una voz masculina cerrando la puerta rápidamente. ¿Desnuda? Me estiré y me sentí sobre su pecho, así como también sentí una manta suave sobre nosotros. Me acurruqué nuevamente antes de soltar una risita. -¿Por qué te ríes? -Porque anoche solo le pasamos el recado a las hembras, no a los machos. Abrí un ojo y lo vi mirando hacia el techo, no parecía muy feliz. -¿Qué pasa? -Los dos aspirantes a Alfa esperan desde el amanecer afuera de la casa de la manada. Uno de ellos ha
-¿Te gusta? - Preguntó el Alfa Supremo con media sonrisa al verme meter mi cara al plato con concentración. -Mucho. - Dije tragando mi primer bocado. - ¿Por qué no tenemos un cocinero en la manada? -Porque nadie se ha ofrecido en el puesto. ¿Quieres tomarlo? Yo me eché a reír. -Solo sé hacer buen té. Todo lo demás escapa de mis capacidades. -Supongo que seguiré buscando. - Dijo distraídamente tomando su primer bocado. - Después de comer quiero que preguntes quién es el guardia más rápido del lugar y lo lleves a la casa de la manada. -Si, Alfa... ¿Podemos pedir más papas? Me miró y suspiró. Bueno, él también preguntaría por las papas si hubiera vivido a base de venado, conejos y pescado por meses. Salí de ahí con mi estómago sintiéndose enorme y una sonrisa. No me arrepentía de nada. Él aspiró mi cuello como extraña despedida y algunas lobas presentes suspiraron. -Ve rápido. No sé cuánto resistiré sin ti. Oculté mi sonrisa porque era bastante evidente que sin mí h
No había nadie, entonces regresé por mi ropa mojada y salí del baño.Estaba cerrando la puerta cuando un par de manos me tomaron por los hombros.Chillé y dejé caer mi ropa.-Si hubiera sido otro lobo, uno con algún plan estúpido contra ti, espero que lo último que hagas sea chillar. - Dijo el Alfa Supremo.-Lo golpearé, por supuesto.Me miró con incredulidad cuando me giré por fin.-Me asustó. - Murmuré cediendo. - No me gustaría que lobos desconocidos me vieran solo usando una toalla.-Una minúscula toalla.-Era todo lo que había disponible. - Dije con un bufido antes de mirarlo con curiosidad. - ¿No sabrá de un buen lugar en dónde pueda poner a secar esto, o si?-No, pero se la puedo dar a la siguiente loba que venga desnuda. Estoy seguro de que me hará el favor encantada.Me eché a reír.-¿No lo visitan solo por la noche?-Cuando tienen un Alfa para ponerles cierto freno, si.-Pero la manada ya tiene uno.-Y el muy idiota ha olvidado hacer una planeación para el patrullaje. - Dijo
Era bueno hacerlo reír, pero aún podía ver la línea de tensión en sus hombros.-¿Alguna vez ha tomado vacaciones? - Pregunté con curiosidad mientras tomaba algo de shampoo y lo ponía sobre su cabeza. Se tensó unos segundos antes de relajarse ante mi tacto.-No. Ser Alfa Supremo es un trabajo de por vida, no puedo darme el lujo de tomar vacaciones porque siempre habrá un Alfa idiota, alguna discusión estúpida, alguna rebelión cocinándose y Renegados que sean un dolor en mi trasero.-Supongo que eso quiere decir que nosotros tampoco tenemos vacaciones.-No, pero eso ya lo saben al momento de pedirme entrar a la manada. - Dijo con un bufido. - Como dije, un trabajo de por vida.-Sin ofender, su puesto apesta.Giró la cabeza y sonrió un poco.-Si, pero alguien tiene que hacerlo. ¿Que sería de nuestra raza sin un intermediario?-Apuesto a que nos mataríamos unos a otros en pocos meses. - Dije encogiéndome de hombros. -Exactamente mi punto. Si yo me tomara un mes de vacaciones regresaría
-En negro se ve bien. - Dije levantando el pantalón antes de tomar el que seguía. - Sin embargo, nunca lo he visto con gris. -En gris se vería elegante. - Dijo la loba que me estaba vendiendo los pantalones. - Si me permite, creo que debería de tomar el azul marino. Con esos glúteos, luciría increíble. Le sonreí. -Me has leído la mente. Bien, me llevo el azul. -Excelente. ¿Quiere una playera a juego? Yo lo pensé por un segundo. -Algo que pueda verse un poco... transparente. ¿Tendrás? Me sonrió conspirativamente. -Por supuesto que si. Chillé de emoción cuando me mostró una playera... sexy. Luego suspiré, no podía cometer tal falta de respeto, lamentablemente. -Ya sé, no es apropiada para los negocios. ¿Qué tal algo menos llamativo? - Preguntó la loba. Ambas miramos la tela abatidas. -Está bien. - Murmuré. -¿Quisiera ver los conjuntos para mujer? Miré hacia abajo y negué con la cabeza. -Solo dame algunos pantalones cortos que combinen con ésto. Me lo estoy robando oficial