Narra Chloe WheelerMis manos temblaban mientras sostenía las pruebas contundentes de lo que mi mente ya intuía ¡Nate, mi prometido desde hacía dos años, tenía una amante!Pero no era cualquier amante, no…Para añadir más sal a la herida, era Ella. Tanya Parker, la mujer a la que durante diez años había considerado como mi mejor amiga ¡Diez malditos años!El mundo parecía desmoronarse bajo mis pies. Esas múltiples fotos, junto a las impresiones de los chats… todo lo obsceno que el investigador privado me había compartido que había ocurrido durante los meses de mi recuperación del catastrófico accidente que casi acaba con mi vida, hasta justo hoy en la mañana, diciéndole: “Buenos días, mi gata salvaje”.Esos infernales mensajes ahora parecían quemar las palmas de mis manos y mis retinas, mientras los miraba con el desprecio hirviendo en mis entrañas.«¿¡Cómo pudiste, Nate!?», pensé mientras lancé las pruebas y gritaba con rabia. Todo voló y calló frente a mis ojos, pero yo solo podía c
Narra Chloe Wheeler— ¿Eso te responde Nate, o te lo vuelvo a repetir? — pregunté con la frialdad saliendo de mi garganta, que para ser sincera, me resultó liberadora.Por primera vez en mucho tiempo, él no tuvo una respuesta rápida y perspicaz para mi actitud. En sus ojos solo leía las más numerosas de las dudas.Un presentimiento de que quisiera lanzarse contra mí y golpearme me invadió, pero lo conocía bien, él tenía la “reputación” tan en alto que no se mancharía de sangre las manos, al menos no directamente.Nunca me golpeó físicamente, pero eso no minimizaba el descomunal golpe emocional que tenía y que no sentía poder sobrevivir.Nate se limitó a sujetarme por la muñeca precursora de tener la mejilla al rojo vivo por la bofetada, para entrar conmigo y cerrar el apartamento de un portazo ¡Ja! Como si eso pudiera solucionar el caos que yo llevaba por dentro.—Vas a decirme qué te pasa ¡¿Por qué me golpeaste, Chloe?! —preguntó entre dientes, con insistencia, mientras apretaba mi m
Narra Chloe WheelerDespués de ese momento, en un abrir y cerrar de ojos, todo a mi alrededor había cambiado.La última semana fue un infierno total, entre interminables llamadas a los invitados para cancelar el viaje de luna de miel y esa maldita boda. Pese a las preguntas invasivas de la gente, traté de eludir el expresar la verdadera razón de la ruptura de mi estable relación con Nate.Me daba mucha vergüenza hasta salir a la esquina y lloraba con desesperación todas las noches. Cada vez que alguien me preguntaba y esperaba los por qué, me esforzaba en ser lo más superficial posible y dar respuestas vagas.Pero, no pasó mucho tiempo antes de que los rumores comenzaran a propagarse como esporas venenosas que me comenzaron a intoxicar.Mi intuición —que a estas alturas ya sabía que no me fallaba—, me gritaba que Tanya tenía algo que ver con tales chismes tan acertados. Después de todo, la conocía desde que las dos entramos a la empresa como simples secretarias de recepción de la empr
Narra Chloe WheelerSi antes sentía que mi alma se desmoronaba, en esos momentos lo que me inundaba era algo mucho más oscuro y siniestro.Lo describía como… una tórrida amalgama de miedo y asco.Eso que Nate me había hecho durante la noche no tenía nombre más que “crimen”. Decir lo ultrajada que me sentía no era suficiente para describir la inmundicia que ese monstruo pudo infligir sobre la mujer a la que decía amar, a la que supuestamente llevaría al altar.Cuando abrí los ojos esa mañana, la luz que se filtraba a través de las cortinas color crema de mi destrozada habitación me hizo querer pegar un grito de angustia.Mi cuerpo comenzó a reaccionar de a poco, pero me costaba controlarlo. Mis piernas estaban entumecidas y la entrepierna me ardía demasiado. Un martilleo insoportable en la cabeza me impedía pensar y recordar con claridad.Mi mente daba pequeños flashazos y me hacía recordar que ese pañuelo que el hombre me puso en el rostro, seguramente tenía una sustancia que me dejó
Narra Chloe Wheeler Mi corazón se detuvo por un milisegundo al leer esas tétricas palabras.Puedo jurar que el odio nació isofacto mientras arrugaba ese papel con tanta fuerza que sentía mis propias uñas clavarse en mi delicada piel.Tanya… ella tenía que estar detrás de todo eso, ella y su asquerosa complicidad con Nate, no necesitaba otras pruebas, lo sentía de antemano y ya percibía que esa mujer en realidad me odiaba, que quizá siempre lo hizo, desde el segundo uno posiblemente o desde que me ascendieron en la compañía.La verdad es que habían demasiadas razones para citar, lo único que sabía era que en esos momentos quizá se reía de mí desde la lejanía.En cuanto llegué a lo que quedaba de mi apartamento esa tarde, me derrumbe en el suelo nuevamente a llorar, me sentía fracasada, me sentía una nada mientras me levantaba para contemplar los restos de mi vida.Me miré al espejo que tenía frente a mí, o a lo que quedaba de él y me confronté cara a cara. En ese momento comprendía al
Narra Chloe WheelerNo pude resistirlo más. Me levanté tambaleante, con una sonrisa pícara dibujada en mi rostro. Me costaba un poco mantenerme en pie, pero eso era lo que menos me importaba.Cada paso me acercaba más a mi objetivo. Mi presa estaba allí frente a mis ojos, a tan solo unos metros de mí. Justo en la parte de la barra que era VIP.Maxwell Donovan...Tenía los ojos clavados en él, ese mal nacido Donovan, tan radiante, tan alto y jodidamente atractivo, y esa maldita colonia masculina, fresca que llenaba el ambiente a su alrededor; un aroma que al instante me revolvió el estómago y todos los sentidos.No sé qué exactamente fue lo que me provocó su olor, pero me sentí débil por un momento, atrapada por el magnetismo que emanaba ese hombre, que solo por llevar el apellido Donovan ya era un veneno para mí.Pero no... yo sabía la verdad. Sabía que los Donovan eran un espejismo casi magistral, una vil fachada perfecta para los ojos ajenos que no los conocían a fondo, que en sus r
Narra Chloe WheelerMientras Olivia hacía su magia legal, yo me encargaba de seguirle la pista a Maxwell Donovan.En cuanto a lo personal, en efecto, estaba divorciado desde hacía meses de un matrimonio de ocho años, quizá fue después de mi encuentro con él en ese Club prestigioso que su unión llegaría a su fin, no tengo la menor idea y poco me importaba.También en la investigación descubrí que... ¡Maxwell tenía una hija de siete años! Se llamaba Casandra, al igual que su madre. Solo pude pensar qué humillación habría de pasar la pobre mujer de parte de su maldito esposo, solo podía culparlo a él por su matrimonio fallido.«La pobre no se imaginaba que los Donovan eran una escoria, al igual que yo... compadezco mucho a la tal Casandra ¿A qué sufrimientos te habrá condenado el idiota de Maxwell? Pronto lo descubriré».Pero el pasado de esa mujer con Maxwell me valía poco, además yo estaba demasiado segura de que la custodia de los hijos casi siempre se la daban a la madre, así que, a
Narra Chloe Wheeler/Sasha SmirnovaAquella mirada fue... malditamente electrizante, he de admitirlo.No existía otra palabra para describir ese primer choque de miradas. Esos ojos color miel, a pesar de que me recordaban al imbécil de Nate de manera inevitable, tenían algo... distinto.Me hicieron sentir una vibra, una chispa en mi pecho que no había sentido en mucho tiempo, una que no me llego a explicar del todo. Por supuesto que no era atracción, no... Estoy segura que se trataba de algo más oscuro, siniestro que los Donovan tenían para sacarme de quicio.O a lo mejor mi poder de cazadora ya comenzaba a despertar en mí, que hasta adrenalina venía incluída al saber que mi presa estaba tan cerca, tan al alcance de la mano.Le di un sorbo más a mi vaso de wiski y una vez más nos miramos, él apartó la mirada pero la mía se prolongó un poco más para analizarlo y noté algo que me dejó pensativa...El Maxwel radiante y pulro que había observado desde las reuniones familiares a las que fui