Camila sale rápidamente de la oficina del doctor Cuartuco. Nicolás se la encuentra y nota que el labio de la joven está sangrando, por lo que le da su pañuelo y le pide que la acompañe fuera del lugar.—Nunca creí que Lisandro sería capaz de hacer esto —dice Nicolás para sí mismo, mientras bajan por el ascensor. El ambiente se siente pesado, como viciado.Camila no dice nada. Solo sostiene el pañuelo que Nicolás le ha dado sobre su boca. La realidad es que no todo ha sido culpa de Lisandro, ya que ella lo ha mordido primero. Él solo la lastimó cuando se apartó de ella por el dolor infligido, pero Camila no soportó ser besada por él después de enterarse de que había estado con Ámbar y que la había engañado.—¿A dónde quieres que te lleve? —le pregunta Nicolás cuando ya están fuera del edificio. Hay mucha gente caminando a su alrededor, lo que vuelve más incómoda la situación.—Me tomaré un taxi e iré a mi casa —indica Camila con la voz apagada. Recién empieza a sentir el agotamiento que
Camila llama a Guadalupe, pero su amiga está ocupada y no puede ir a verla. No le cuenta por mensaje lo que ha pasado para no preocuparla, ya que no podría conseguir lo mismo si sabe. A su vez, Ismael la llama, ya que ella le ha mandado un mensaje mientras entraba a su departamento.—Necesito asesoría legal —dice Camila con la voz quebrada.—Cami. ¿Dónde estás? —le pregunta él al notar lo mal que ella está.Ella le dice que está en su casa, y él le pide que se quede ahí, ya que está cerca y que lo mejor es que hablen en persona.—Está bien, pero por ahora no le digas a Leonel —le pide ella con preocupación.—Tranquila. Ya estoy llegando —indica, y en menos de diez minutos está en la puerta del departamento.Al ver a Camila, sabe que Lisandro ha sido responsable. Aun así, espera que ella le cuente.—Quiero renunciar a mi trabajo y ya me enviaron estos documentos. Necesito que me digas si están bien —indica ella aún conmocionada.—Yo me ocuparé de todo —le dice Ismael y trata de abrazarl
Camila despierta y encuentra a Guadalupe a su lado, esta tiene los ojos cerrados. Al mirar la hora en su reloj se da cuenta de que ha dormido toda la tarde, son cerca de las diez de la noche. Se levanta tratando de no despertar a su amiga. Toma su teléfono y tiene muchos mensajes. Revisa primero los de Ismael. Este le dice que ya ha hablado con Nicolás y que necesita que lo llame cuando se despierte. También ha ido a buscar a Guadalupe para que la acompañe, ya que no la ha querido dejar sola. Le pide disculpas por hacerlo sin su permiso.Camila se queda unos instantes mirando la pantalla de su teléfono, asimilando la información. La preocupación y el cuidado que Ismael ha mostrado la conmueven profundamente. En medio de lo que está viviendo, no puede evitar sentirse un poco aliviada y agradecida por tener personas como él y Guadalupe a su lado.Se dirige a la cocina para preparar una taza de té. Necesita algo caliente que la calme antes de llamar a Ismael. Mientras el agua hierve, se
Leonel ha descubierto que Lisandro lastimó a Camila y quiere ir a buscarlo, pero ella lo detiene.—Voy a matarlo —espeta Leonel, y se aparta del resto, va a la habitación de Ismael en busca de su abrigo.Ismael ya se ha puesto de pie para tratar de ir hasta él y convencerlo de que piense un poco antes de actuar. Pero antes de que pueda hacerlo, Camila ya está frente a Leonel.—Ya todo está solucionado. No vayas —le ordena ella con un tono severo.—Te pedí que acudieras a mí cuando ese maldito te hiciera algo. Pero decidiste ocultármelo detrás de un poco de maquillaje —reclama Leonel, molesto—. No sé por qué aún tratas de protegerlo.—No es a él a quien quiero proteger —asegura Camila, y le agarra las manos, mientras su rostro se pone rosado—. Quédate conmigo, te necesito aquí.Camila cambia su tono de voz, ahora es más suave. Se siente muy avergonzada por decir esas palabras delante de todos, pero sabe que si deja que Leonel vaya en busca de Lisandro solo conseguirá problemas. Por su
Al día siguiente, Lisandro y Nicolás se encuentran con Camila e Ismael en un famoso hotel de la ciudad. El mismo al que habían ido para una fiesta tiempo atrás.El Hotel superior, combina una fachada moderna con detalles arquitectónicos elegantes que reflejan un lujo sutil. La primera vez que Camila vino se sorprendió por el diseño exterior es una mezcla armoniosa de vidrio y acero, lo que le da un aspecto contemporáneo y sofisticado.Al entrar, Lisandro y Nicolás se encuentran con un vestíbulo amplio y luminoso, adornado con una gran araña modernista de cristal que cuelga desde el techo alto. Las paredes están decoradas con arte contemporáneo, mientras que el suelo de mármol pulido refleja la luz, añadiendo un toque de opulencia al ambiente, resaltando a los dos abogados que vienen de traje oscuro y pulcramente alineados.Nicolás, a pedido de Lisandro, ha reservado una sala de reuniones. Ambos miran la hora cuando por las puertas doble, entran Camila e Ismael. Ella lleva un vestido n
Camila está en unas cabañas con sus amigos, para descansar después de muchos sucesos recientes. Sin embargo, al sitio donde están, llega una visita inesperada. Leonel se encuentra con una amiga suya, la cual se muestra muy cariñosa con él.—Venimos con unas amigas a pasar el fin de semana largo. ¿Ustedes? —le pregunta la muchacha a Leonel, sin siquiera haber saludado a Camila aún.—También, deja que te los presente —dice Leonel al darse cuenta de que hizo a un lado a sus amigos, tras la emoción de reencontrarse con norma. —Un gusto —dice Camila tratando de no mostrarse negativa, a tanta euforia que mostraron Leonel y su amiga.—El gusto es mío. ¿Acaso todos son abogados? —pregunta Norma amablemente.—No. Yo soy actriz —dice Guadalupe que viene acercándose a ellos.—No lo creo, qué coincidencia. También soy actriz.—Tal vez nos hemos visto en algún casting, me pareces conocida —dice Guadalupe entusiasmada.Camila está muy incómoda, y se pregunta si esa chica debería estar ahí con ell
Esa noche, después de la cena, Camila se acerca a la cabaña de Norma. Quiere decirle que no necesita estar mal y que, si quiere, le puede ofrecer su departamento por un tiempo hasta que se instale en la ciudad. Desea que su hijo pueda convivir con Leonel.—Hola, Cami, me encanta que vinieras. ¿Quieres pasar? —pregunta Norma.—No, está bien. ¿Te molesta si hablamos fuera? —pregunta Camila, nerviosa.—Claro que no. A decir verdad, también quería hablar contigo desde hoy —dice Norma y sale de la cabaña. Ambas se sientan en la entrada, parecían nerviosas las dos.—Cuando llegué vi que te pusiste un poco celosa por cómo Leo y yo nos tratamos. La verdad es que nada pasa entre nosotros, quiero que lo sepas.—Entre Leo y yo tampoco pasa nada —asegura Camila, avergonzada.—¿De verdad? Pensé que te gustaba —comenta indiscretamente Norma, algo sorprendida.—Él y yo solo somos buenos amigos. Además, yo entiendo tus sentimientos —indica Camila.—¿Si? ¿Y qué piensas de eso? —pregunta Norma.—Creo q
Camila ha sentido un deseo incontrolable de besar a Leonel. Si él no se hubiera apartado, ella habría sucumbido ante estos. Algo que no sabe si está bien o mal.Después de caminar un rato más en silencio, vuelven a la cabaña. Los ruidos en la de al lado siguen. Por lo que a Camila se le ocurre prender el hidromasaje. Ambos están de acuerdo. Camila se pone su bañador de dos piezas y Leonel se queda en bóxer. Con el hidromasaje prendido no se escuchan los ruidos que sus amigos hacen. Pero tampoco se escuchan ellos mientras hablan.—Mejor ven más cerca. Entre el ruido del equipo y de la música, casi no te oigo —indica Leonel y la acerca a él.La coloca entre sus piernas y la abraza de la cintura. Camila se da cuenta de lo cerca que está de sus partes íntimas y empieza a sentirse un poco avergonzada por pensar en la posibilidad de que Leonel reaccione a su contacto. ¿Qué le pasa?, la verdad es que le molesta que él esté tan relajado, mientras que ella no sabe qué hacer cuando están así de