✧✧✧ En la mansión Andreotti. ✧✧✧ Giovanni y Kathia ingresaron a la sala de la mansión, donde el ambiente era cálido y acogedor. Giovanni cerró la puerta detrás de ellos y se dirigió hacia un sillón, mientras Kathia se acomodaba en otro, sintiéndose un poco nerviosa. —Ahora que estamos a solas, ¿qué era lo que querías hablarme sobre Valentina? —preguntó Giovanni, observando a su esposa con atención. Su tono era tranquilo, pero su mirada mostraba que estaba listo para cualquier cosa que ella tuviera que decir. Kathia tomó una respiración profunda, sus manos entrelazadas sobre su regazo. La información que había recibido era MUY delicada, y no sabía si certera. —Es sobre lo que me dijo Valentina —comenzó a hablar la profesora, con su voz ligeramente temblorosa—. Hablamos, y me reveló algo que no puedo ignorar. Giovanni la miró fijamente, sintiéndose incómodo ante la mención de Valentina, pero sabía que debía escuchar. —¿Qué te dijo? —le preguntó con paciencia, manteniendo
✧✧✧Mientras tanto, en la ciudad de Nápoles. ✧✧✧ Valentina Bianchi salió del edificio de diseño de modas donde trabajaba, sintiéndose satisfecha con la organización de todo, para la presentación de esa noche. Su mente estaba llena de pensamientos sobre la fiesta que le esperaba, y cómo esta noche sería un paso más hacia su éxito laboral. Sin embargo, también la invadía la idea de que ese hombre, podría quitarle los focos, su brillo, su atención, absolutamente TODO el poder, riqueza y grandeza Bianchi que le pertenecía a ella. Al salir del edificio, se encontró con el chófer que la esperaba en un elegante automóvil oscuro y polarizado. Sin embargo, algo no se sentía bien. La mirada del chófer era extraña, y una sensación de desconfianza comenzó a crecer en su interior. —¿Hacia la mansión de mi padre? —preguntó Valentina, mientras subía al vehículo. —Sí, señora —respondió el chófer, pero su tono era monótono. A medida que el automóvil se alejaba del edificio esa noche
Giovanni sintió que su corazón se aceleraba, pero su rostro permaneció serio. En su mente, las piezas comenzaron a encajar. Sabía que William Johnson no se detendría ante nada para lograr sus objetivos, y la noticia del secuestro de Valentina era un claro indicio de su creciente ambición. —¿Dónde están? —preguntó Giovanni, su voz fría y calculadora. —No lo sé con certeza señor, pero creo que se dirigen a un lugar seguro en las afueras de la ciudad. Necesito tiempo para rastrearlos con más precisión, pero requiero su autorización para actuar. Giovanni cerró los ojos por un momento, considerando sus opciones. Sabía que tenía que moverse rápido. Valentina se había vuelto una pieza clave en ese juego, y no podía permitir que William se saliera con la suya. Porque sabía, que el objetivo real de William era la muerte de Kathia, y luego de causarle sufrimiento por ello, matarlo a él. —Dirígete a mi club "Palazzo Nero". Yo iré para allá de inmediato —dijo Giovanni, sin dudarlo. —En
Don Salvatore asintió lentamente, su expresión grave. Sabía que la situación era delicada y que tenían que ser cuidadosos. —Lo de Giovanni, déjalo a mis hombres, William. Tú te encargarás de encontrar a Valentina —La voz de Don Salvatore era firme, mostrando que aún tenía el control, y él solo era su hijo aprendiz. William frunció el ceño, sintiendo que el poder se le escapaba de las manos. —¿Estás seguro de que eso es lo mejor? Giovanni no es alguien a quien se le pueda enfrentar sin consecuencias. —Lo sé, pero no puedo permitir que él piense que puede amenazarme. La familia Bianchi no cederá ante nadie, y mucho menos ante Giovanni Andreotti —soltó Don Salvatore. William dejó escapar un suspiro, sabiendo que tenía que aceptar. —Está bien. Me encargaré de Valentina —dijo, resignado—. No te preocupes por nada. Después de discutir los detalles, William se despidió de Don Salvatore y salió rápidamente de la oficina. ………… En las afueras de la propiedad Bianchi. William se
Era invierno en Nápoles, y la ciudad estaba envuelta en una suave capa de nieve que cubría las calles y los tejados, en una hermosa vista digna de obra de arte. En la mansión Bianchi, la atmósfera era de celebración. La familia y amigos se habían reunido para presenciar la boda de Valentina, la hija del difunto Don Salvatore Bianchi. La mansión, tradicional y elegante, estaba decorada con flores blancas y doradas, y el aroma de la comida festiva llenaba el aire. Valentina, vestida con un impresionante vestido de novia, se veía radiante. Su cabello rubio estaba adornado con pequeñas flores blancas, y su rostro mostraba una mezcla de emoción y nerviosismo. A su lado estaba Adriano De Luca, un hombre elegante con un porte imponente. Adriano era conocido por su astucia en los negocios y su conexión con el mundo mafioso, un aliado perfecto para Valentina en la administración de los negocios familiares. Él tenía una mirada fría azul marino, que parecían medir cada situación c
Hola mis queridos lectores. 🥰 Me complace anunciar que mi novela: "Venganza De La Ex-Esposa: Un Nuevo Papá Para Mis Mellizos" ¡LLEGÓ A SU FINAL! 🤩💚🎊🍾🥂 Mil gracias por acompañarme en estos casi tres meses que estuve con esta historia, que no fue muy larga, pero la hice con mucho cariño para ustedes. Agradezco a mi querida editora, por su ayuda para que este proyecto saliera a la luz 🤗🩷 Ya saben, pueden hacerme compañía en mis novelas activas: 1. Casada Con El CEO. Es Solo Un Contrato ¿O Algo Más? (Finaliza a fines de mayo). 2. Luna Vengativa, ¡Tú Y Los Cachorros, Me Pertenecen! (Es mi nueva novela). ¡Gracias por su tiempo y paciencia! 🌸🌸🌸🤗
¡CLANK! ¡Un cartón de huevos golpeó fuertemente su parabrisas! Los ojos de la profesora Kathia Johnson se nublaron al instante ante ella, y un líquido amarillo corrió por la ventanilla de forma repugnante. Salió del coche enfadada destapándose el cinturón de seguridad, acababa de salir del trabajo y había aparcado en las afueras de su mansión cuando se encontró con esta escena. —¡¿Qué le sucede?! ¡¿Qué está haciendo fuera de mi casa?! —¡¡TU MARIDO ES LO QUE ME SUCEDE!! —le gritó una mujer rubia furiosa. Kathia frunció el ceño mientras levantaba la mano para sujetar sus gafas y se quedó mirando a la mujer con los brazos cruzados sobre el pecho. —¡No, mamá, detente! —exclamó una niña de ocho años, jalando de la blusa blanca a su madre, que con un aspecto desaliñado y ojos rojizos como si hubiese estado cansada de tanto llorar, hacía todo un escándalo. Kathia bajó la mirada y vio una mini versión de esa mujer. Sus ojos se desviaron entre las dos, y un pensamiento ridículo se ap
Al salir de la clínica. Kathia se encontró en una cafetería con su mejor amiga, Marina Davis, una profesora de una universidad prestigiosa en la ciudad. —Kathia querida, luces radiante —sonrió la amiga abrazándola. Cuando ambas tomaron asiento, pidiendo unas bebidas frutales. Kathia no pudo contenerse más y soltó la noticia. —¡Amiga, estoy embarazada!, vengo de la clínica y voy a darle esta noche la sorpresa a William. Prepararé una cena para él. —¿Embarazo?, no sé… Después de todo lo que te ocultó, lo has perdonado muy rápido Kathia —dijo Marina un poco incómoda con la noticia de su amiga. —No lo entenderías… No es por William, yo siempre quise una familia feliz, amo los niños, soy profesora de primaria porque es algo que me apasiona —Kathia posó sus manos en su vientre con dulzura—. Es lo mejor que me ha pasado en la vida~ ¡Una mamá! ¡Yo seré mamá! ………. ✧✧✧ Esa noche en la mansión. ✧✧✧ Kathia caminaba de un lado a otro, en el jardín trasero, mismo que había sid